Junio 2008 cunicultura 19
PATOLOGÍA. La mixomatosis del conejo
La mixomatosis, por las características lesiones
que provoca en la zona de la cabeza, es una enfermedad
viral altamente contagiosa que ataca únicamente a los
lagomorfos y, de manera especialmente grave, al conejo
doméstico. Debido a su contagiosidad y difusión es
obligatorio denunciarla en Italia (1).
A finales del siglo diecinueve se aisló el agente
etiológico, que fue identificado como Poxvirus a
principios del 1900. Voluntariamente difundida en
Australia en 1959, para reducir drásticamente la dañina
población de conejos salvajes, apareció seguidamente
en Europa y en Italia poco después —1952— habiendo
alcanzado hoy en día una difusión endémica en tres
continentes —América, Europa y Australia.
Se trata de un virus DNA, con envoltura de doble
cadena, perteneciente a la familia Poxviridae, género
Leporipoxvirus y relacionado antigénicamente con el
virus del Fibroma de Shope. Este virus no es capaz de
sobrevivir largamente fuera del huésped, del vector o
del material patológico, como por ejemplo las
secreciones óculo-nasales y se inactiva rápidamente
con el calor -son suficientes 37 º C, pero es mas bien
resistente a algunos desinfectantes de baja concentración,
como el ácido bórico, el fenol y el
permanganato de potasio.
CRISTIANO PAPESCHI
Coniglicoltura, 2007: 6, 22-24
La vacunación sigue siendo el
arma más eficaz contra esta
enfermedad infecciosa frente
a la cual no se debe bajar
nunca la guardia
La enfermedad afecta muy frecuentemente a los
conejos silvestres que representan el huésped natural y
una "incógnita epidemiológica" que se debe tener
presente en los programas de profilaxis.
El vector hematófago reviste el papel más
importante en la difusión de la enfermedad que asume
a menudo, incluso en las granjas intensivas, un marcado
carácter de estacionalidad, con picos a partir del período
del final de primavera-verano. Entre los vectores más
PATOLOGÍA
La MIXOMATOSIS del CONEJO
(1) Nota del traductor: en España la Mixomatosis del conejo, así como
la enfermedad Hemorrágica Viral del Conejo y las dermatomicosis
como la tiña, están en el anexo C y no es obligatoria su declaración.
importantes encontramos culicidas —Culex, Simulium,
Anopheles y Aedes—, moscas de la arena —
Phlebotomum—, afanípteros —Ctenocephalides y
Spiropsylus—, garrapatas —Ixodes— y, aunque más
raramente, piojos —Haemodipsus ventricosus— y
ácaros —Cheyletiella parasitivorax—, que asumen el
virus principalmente de las lesiones cutáneas y
mucosidades, pero también de la sangre en fase
virémica.
En la lucha contra la
mixomatosis es necesario,
ante todo, luchar
denodadamente
contra los ectoparásitos
20 cunicultura Junio 2008
PATOLOGÍA. La mixomatosis del conejo
En el interior del aparato bucal del insecto el virus
sobrevive fácilmente hasta un mes, por lo que el vector
es portador durante largo tiempo y puede vehicular al
patógeno, incluso a distancias considerables. En la
naturaleza la difusión de la patología va estrechamente
ligada a las variaciones climáticas, que condicionan la
supervivencia del vector, y a la densidad de la población
cunícola silvestre. A pesar de que los insectos y los
artrópodos constituyen los vectores más importantes
y relevantes en la difusión de la patología, existen
también otros sistemas de introducción del patógeno
en el interior de una explotación, como en el caso de
adquisición e inserción en la explotación cunícola de
individuos enfermos o asintomáticos pero, de cualquier
modo, portadores. El virus puede ser también
vehiculado por descuido por los operarios a través de
la ropa, la suela de los zapatos, instrumentos y medios
de transporte —jaulas, ruedas y plano de carga del
camión.
El virus se halla presente en gran cantidad en las
secreciones bucales, de la nariz y oculares y en el material
gelatinoso contenido en el interior de las hinchazones
llamadas "mixomas" y, por lo tanto, una vez que ha
penetrado en la explotación, la enfermedad se
transmitirá del animal enfermo al animal sano por
contacto del material infectado con las mucosas
óculo-conjuntivales, nasales y genitales a través de la
cubrición o directamente por la utilización de agujas
para inyecciones contaminadas; además, la enfermedad
es transmisible de la madre al gazapo lactante, a veces
incluso en presencia de anticuerpos del calostro.
El conejo americano silvestre —perteneciente al
género Sylvilagus— es más bien resistente y en estas
especies la enfermedad se presenta a menudo de forma
leve. Como ya hemos dicho antes, los primeros picos
de la enfermedad suelen aparecer, generalmente, en
primavera-verano, en concomitancia con la aparición
de los vectores.
Una vez ha penetrado en el organismo, el virus se
replica una primera vez en el lugar de ingreso, para
completar después una segunda réplica en los "nódulos
linfáticos" regionales, a los que alcanza por vía linfohemática:
de aquí pasa a la corriente circulatoria para
distribuirse, al cabo de pocos días, por todo el organismo
y tejidos.
En el punto de penetración del virus aparece al
cabo de pocos días una pápula rosácea de rápido
crecimiento, que es lo que se conoce como "mixoma
primario". En los 4-5 días siguientes se inician las
lesiones típicas a nivel de los ojos, como la
Lesiones en la región periocular
conjuntivitis, que al principio es serosa y después mucopurulenta,
con rinitis acompañada de la formación de
"mixomas secundarios" sobre el rostro —ojos, labios y
nariz—, confiriendo al rostro del animal un aspecto
tumefacto, conocido como "facies leonina" (cabeza de
león), así como sobre los genitales.
En los casos de curso más lento y prolongado se
observa la formación de nódulos espesos y de
consistencia compacta localizados preferentemente en
la base de las orejas, en el interior del pabellón auricular,
Phlebotomum spp.
El virus se halla presente
en gran cantidad en las
secreciones bucales, de
la nariz y oculares
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PATOLOGÍA. La mixomatosis del conejo
en la región lumbosacra y genital y sobre las patas. En
la primera fase la temperatura corporal tiende a
aumentar, para disminuir después sucesivamente hasta
alcanzar valores inferiores a los fisiológicos. A causa
de los edemas en los aparatos digestivo y respiratorio
aparecerán fenómenos de disfagia y trastornos
respiratorios complicados, a menudo con infecciones
bacterianas provocadas por Pasteurella multocida y
Bordetella bronchiseptica, con complicaciones broncopulmonares.
También suelen aparecer a veces
infecciones secundarias en otras zonas del cuerpo,
debidas a pasteurelas, estreptococos y estafilococos a
continuación de las ulceraciones de los mixomas. En
caso de curación clínica permanece una inmunidad de
larga duración, transmisible también a los gazapos a
través de la placenta —al ser la placenta del tipo hemocorial—
y mediante el calostro. En los animales
supervivientes, con lesiones afectando al aparato genital,
pueden darse casos de esterilidad e infertilidad. En los
Mixomas localizados en el pabellón auricular.
casos graves la muerte sobreviene al cabo de 10-12
días de la aparición de los síntomas, por deterioro
orgánico. En los tiempos de la introducción histórica
de la mixomatosis la mortalidad era altísima, cercana
al 100 %, mientras que en la actualidad se mantiene en
valores que oscilan entre el 20-30 %, gracias a la
vacunación, a la atenuación de las cepas virales y a un
aumento de la resistencia genética del Orytolagus debida
a la selección natural.
Al realizar el examen anatomo-patológico, además
de las muy evidentes lesiones cutáneas, es posible
encontrar linfoadenomegalia, edema de las mucosas y
focos de pulmonía. El diagnóstico clínico es fácil de
realizar gracias a las lesiones características de la
enfermedad aunque, si se trata de un caso de curso lento
y prolongado, es necesario efectuar un diagnóstico
diferencial con algunos cuadros de pasteurelosis. El
diagnóstico del laboratorio puede hacerse por
En los animales
supervivientes, con lesiones
en el aparato genital,
son frecuentes la esterilidad
e infertilidad
evidenciación del virus mediante inmunofluorescencia
o aislamiento en cultivo. También algunas pruebas
serólógicas como ELISA y FdC pueden servir para el
diagnóstico, pero en la práctica casi no se usan.
No existe una terapia eficaz para la mixomatosis;
podría ser útil el suministro de antibióticos en el
caso de infecciones bacterianas secundarias. Para
contrarrestar la mixomatosis es necesario, ante todo,
luchar denodadamente contra los ectoparásitos —
mosquitos, pulgas, garrapatas y ácaros— mediante
mosquiteras, trampas para insectos, desinfección
ambiental con piretroides u otros insecticidas,
saneamiento de las aguas estancadas, externas e
internas, —pozos, cubetas, fuentes, cisternas— que
representan un medio ideal para la reproducción de
algunos hematófagos, y también mediante la aplicación
de antiparasitarios de uso externo —piretroides y
selamectina— directamente sobre los animales.
A título preventivo, siempre es interesante efectuar
una desinfección periódica de las jaulas y de los locales
y, cuando sea posible, poner en práctica el sistema de
vacíos sanitarios "todo dentro, todo fuera".
Antes de la compra de nuevos animales debe
comprobarse su procedencia y evitar siempre traer
animales de zonas endémicas o en las que se haya
observado recientemente algún foco y prever en todo
caso un período de cuarentena. Como el virus puede
ser transportado también a través de la indumentaria,
instrumentos y vehículos, es conveniente realizar una
cuidadosa desinfección de todos ellos.
En caso de que se detecte algún foco, se debe
aislar y sacrificar inmediatamente a los animales
infectados.
La profilaxis mediante vacunación sigue siendo
el único medio válido para contrarrestar adecuadamente
las patologías virales. La estrategia y el ritmo de
vacunación deben redefinirse periódicamente en función
de la necesidad y del manejo de la explotación. Debe
tenerse como máxima vacunar a los animales jóvenes
La vacunación es el único
medio válido para luchar
contra la mixomatosis
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PATOLOGÍA. La mixomatosis del conejo
después de las cuatro semanas de vida para evitar que
los anticuerpos maternos puedan inactivar al virus de
la vacunación. Es conveniente vacunar dos veces al
año, con cadencia semestral, pero siempre bajo la
supervisión directa de un veterinario, quien deberá
verificar previamente las condiciones de salud de los
animales y el correcto suministro de la vacuna a fin
de reducir al mínimo la posibilidad de un fracaso
de la profilaxis.
Se considera que los gazapos nacidos de madres
vacunadas están protegidos hasta alrededor de los 30
días de vida y a partir de ahí ya se pueden vacunar contra
la mixomatosis. Existen dos tipos de vacuna: homóloga
y heteróloga. Ambas vacunas son a base de virus vivo
atenuado por cuanto la inmunidad inducida de este
patógeno es del tipo celular. La vacuna heteróloga está
constituida por el virus del Fibroma de Shope, que
La estrategia y el ritmo
de vacunación deben
establecerse en función
de la necesidad y del
manejo de la explotación
determina la presencia de reactividad cruzada y, por
consiguiente, la protección de cara al virus de la
mixomatosis, aunque la inmunidad inducida es de
menor eficacia y duración. Se utiliza preferentemente
en caso de sospecha de contagio, de zona endémica o
en presencia de focos en la vecindad. La vacuna
homóloga está compuesta por cepas del virus atenuado
de la mixomatosis.
Las vacunas deben mantenerse refrigeradas y deben
usarse en el menor tiempo posible para evitar su
deterioro.
El hecho de vacunar regularmente a todos los
animales presentes en la granja no impide que ésos
puedan infectarse, pero la inmunocompetencia de los
individuos vacunados permite una rápida respuesta del
sistema inmunitario, lo que atenúa la sintomatología,
amplificando la respuesta y consiguiendo, de este modo,
reducir los daños y las pérdidas. ◆
Las vacunas deben
mantenerse refrigeradas y
deben usarse en el menor
tiempo posible para
evitar su deterioro