La familia Artola constituye uno de los nombres más conocidos del sector. No en vano tienen una trayectoria que se remonta al año 1968, en el que ya se dedicaban a matar conejos. Han sido testigos de todos los cambios en la cunicultura, de cómo ha evolucionado desde la época en la que se hacía todo de manera artesanal hasta la era industrial. El apellido Artola siempre ha estado ligado a la actividad como matadero -que fue homologado en el año 1988-, aunque han probado con varios proyectos...