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munavi_a1936m2v9n170_reavicultura.pdf

01-01-1936

Año XV. Núm. 170 Febrero 1936 1 GRABADO EN PORTADA: LOS PROFESORES LESBOÜRIES, GHIGI Y HENNEPE Y LOS SEÑORES PLEUNIGTOFF Y KOCK, DEL CONSEJO DE LA ASOCIACION MUNDIAL DE AVICULTURA CIENTIFICA EN SU ULTIMA REUNION PREPARATORIA DEL CONGRESO DE BERLIN-LEIPZIG. VI CONGRESO Y EXPOSICION MUNDIALES DE AVICULTURA . . 26 CURSILLO DE AVICULTURA PRACTICA EN DOCE LECCIONES, por el Prof. S. Castelló. (Segunda Sección)........ 28 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS INCUBADORAS MAMUT DE TIPO VHRTICAL Y DE TIPO HORIZONTAL ... 31 EJERCICIOS PARA LA APRECIACION DE LA BELLEZA EN LAS RAZAS DE "STANDARD" O PATRON BIEN DEFINIDO. . / . 32 ¿CUANTO TIEMPO PUEDEN VIVIR Y DAR PRODUCTO LOS GALLOS Y LAS GALLINAS?............. . 35 CONSERVACION CASERA DE HUEVOS.......... ;8 LA AVICULTURA INTENSIVA EN UN CONVENTO DE PP. CAR-TUTOS.................... 39 DEL CONCURSO DE PUESTA QUE HA ORGANIZADO LA GENERALIDAD DE CATALUÑA. . \.......... 40 DE UN BOTIQUIN RECOMENDABLE AL AVICULTOR. VIRTUDES DEL CHINOSOL, por el doctor Véritas......... 41 SECCION DE CONSULTAS............... 44 LEYENDO REVISTAS................. 45 DE COLOMBOFILIA: NO ES UN FILM, FUE REALIDAD..... 46 LA CUN1CULICULTURA Y EL VALOR DE LAS PIELES DE CONEJO EN NORTEAMERICA . . . . r........ 47 VI Congreso y Exposición Mundiales de Avicultura Leipzig - Berlín del 24 julio al 2 agosto de 1936 Hemos entrado ya en el año en que va a tener lugar el VI Congreso Mundial de Avicultura y la Exposición anexa al mismo que, como es sabido, debían celebrarse en Berlín pero que, por haberse incendiado los edificios en que tenía- que instalarse la Exposición Universal de Avicultura, se celebrarán en Leipzig, la hermosa ciudad de las Ferias, no lejana de la capital de :Alemania, cuyo gobierno los patrocina. Esto permitirá que algunos de los actos relacionados con el Congreso tengan lugar en Berlín, y al mismo tiempo, que los congresistas puedan asistir al acto de la inauguración de las Olimpiadas estivales, que tendrá lugar en la capital de Alemania el día i.° de agosto. A los informes ya publicados en diversos números de Mundo Avícola del año próximo pasado, agregaremos las últimas noticias que a nosotros llegan. Recientemente se han reunido en Berlín el Presidente de la Asociación Mundial de Avicultura Científica, Profesor Alessandro Ghigi, de Bolonia (Italia), el ex Presidente de dicha Asociación, W. A. Kock, de Dinamarca, el Secretario para Europa, Dr. Hennepe, de Holanda., el Profesor Lesbouries, de la Escuela de Veterinaria de Alfort (Francia), y Mr. Pfen-niestoff, los cuales, de acuerdo con el Comité Ejecutivo ultimaron detalles y pudieron darse cuenta de ío bien que marchan en Alemania los trabajos de organización. De todos los países del mundo van llegando a la Secretaría General del Congreso, al digno cargo del Dr. Kupsch, periódicos ensalzando, la importancia que van a revestir esa sexta manifestación del progreso avícola mundial, en la que la Asociación Mundial de Avicultura Científica podrá celebrar el vigésimo quinto aniversario de su fundación en 1912. Dios mediante, ello podrá ser con la satisfacción de verse entre sus iniciadores a su verdadero y venerable fundador y Patriarca de la Avicultura Mundial, el ya octogenario Doctor Sir Edward Brown, cuya férrea voluntad y cuyo ferviente amor a la Avicultura logró reunir en fraternal lazo a todos los hombres de buena voluntad que en más de setenta países venían dedicándose a la enseñanza y al progreso avícola en los órdenes científico, económico, industrial y práctico. Entre las altas personalidades designadas ya para Presidir los muchos Comités o Juntas Nacionales para promover y organizar la concurrencia de los países que tomarán parte en el Congreso y en la Exposición, figuran ya las siguientes : En Austria, el Ministro de Agricultura y Economía forestal, Dr. Eckstein. En Checoslovaquia, el Dr. O. Frankenberg, Jefe de Sección. En Dinamarca, el Consejero y ex Presidente de la A. M. de A. C, Mr. W. A. Kock. En España, el Inspector General Jefe de la •Sección de Ganadería, don Santos Aran. En Holanda, el Inspector General Leignes Bathoneu. En Hungría, Mr. Min-Rat. En Inglaterra, el Cap. S. W. Clift. En Italia, el Profesor M. Mariam, ex Director General de Agricultura. En Noruega, el Director de la Escuela de Agricultura, Mr. Grebstad. En Suecia, el Director General, Mr. L. Bef-góf. En Suiza, el Presidente de la Asociación de Avicultores, Mr, E. von Békerszy. Nos falta conocer los nombres de los Presidentes de los Comités Nacionales de los Estados Unidos norteamericanos, Canadá, Bélgica, Francia, Polonia, Letonia, Rumania, Turquía, Japón, y otros, países1 que están ya adheridos ál Congreso. En todos los citados países reina gran animación, preparándose activamente no sólo la concurrencia oficial de sus respectivos gobiernos, sí que también la de congresistas, calcu- M N D O V lándose que van a ser varios miles las personas <[ue se reunirán en Leipzig con motivo del VI Congreso-Exposición. Sábese que del Canadá son ya más de 100 los inscritos para hacer el viaje, y en los Estados Unidos, ante cuyo espíritu práctico hay que inclinarse necesariamente, hace ya algún tiempo que su Asociación Nacional de Avicultores ha establecido una Caja de Ahorros, en la que los interesados en asistir al Congreso de Leipzig-Berlín van ingresando mensualmente las cantidades que pueden ir ahorrando con el objeto de que, en el momento de emprender el viaje, tenga reunido lo necesario, sin haber tenido que hacer el desembolso todo de una vez. Lástima grande es que sea ya demasiado tarde para establecer esta original forma de irse pagando el viaje a plazos entre los españoles deseosos de asistir al Congreso y de realizar un viaje oficial por Alemania, pero no por esto han de dejar de tener las facilidades que les ofrece la "Internacional Express", agencia de turismo de Barcelona, que, de acuerdo con Mundo Avícola, organiza el viaje colectivo de españoles a Alemania en sus magníficos autocars, como el que en 1933 la Delegación espa-ñqla hizo ya su viaje a Italia. Los que tomen parte en este viaje saldrán de Barcelona sobre el 15 ó el 16 de julio para estar en Leipzig el día 24 y se ajustará a las siguientes Condiciones El precio aproximado del viaje, todo pagado {hoteles, manutención, servicio, etc., etc.), será de unas 1.600 pesetas, variando algún tanto según los viajeros quieran tener su alojamiento en.Berlín, en Leipzig, o bien en los días 24 julio al i." agosto, unos días en una ciudad y otros en otra. Sólo podrán tomar parte en el viaje los miembros de la Delegación Oficial de España y los suscriptores de Mundo Avícola, y personas de su familia que quieran llevar consigo, sin cuyo requisito no podrán ser admitidos en el viaje. Dicho viaje se realizará saliendo de España por la frontera N. E. y atravesando Francia, con los debidos descansos seguirá hacia Stutgart V se continuará el viaje a lo largo del caudaloso Rhin hasta Koln (Colonia). Luego, por el Dusseldorf, se seguirá hasta Berlín y Leipzig. Clausurado el Congreso, el grupo español se agregará a la Comitiva o Viaje Oficial organizado por el Comité Ejecutivo del Congreso, visitándose las O ciudades de Hall, Nuremberg y Munich y por-^» la deliciosa región del lago de Constanza se volverá a penetrar en Suiza, donde los viajeros se detendrán en Lucerna y en Ginebra, realizando excursiones por el Lago de los Cuatro Cantones y el Glacial perpetuo de Chamonix, regresando a España por los Alpes franceses y el Rose-llón y rindiéndose viaje en Barcelona. En el viaje oficial por Alemania no sólo se podrán visitar las principales ciudades del país, sí que también grandes establecimientos de Avicultura y de Cuniculicultura, Escuelas y Centros de- enseñanza avícola y agropecuaria que -se precisarán en el programa oficial de dicho viaje. A los interesados en tomar parte en el viaje Desde este momento, deberán dirigirse a la Administración de Mundo Avícola significando sus deseos de realizar el viaje e indicando el número de plazas que debieran reservárseles. Tal indicación na implica compromiso, constituyendo sólo una guía para la organización del viaje y un medio de establecer contacto entre Mundo Avícola y los que se interesen por realizar tan delicioso y útil viaje. El día i.° de abril se recordará a todos los que lo hayan significado la conveniencia de resolverse y de formalizar su inscripción, la cual deberá tener lugar a más tardar antes del l.° de mayo. Cuanto antes se formalice la inscripción será mejor, pues como quiera que para asistir al acto de la inauguración de las Olimpiadas de Berlín, en el día i." de agosto, hay que retener las localidades con gran anticipación y ya ahora las Agencias de Turismo y de Viajes dicen que escasean, podría darse el caso de que los inscritos a última hora no pudieran alcanzarlas, viéndose imposibilitados de asistir a dichos actos. Desde este momento Mundo Avícola tiene abierto el registro de las personas interesadas en tomar parte en este viaje, que se realizará con toda comodidad y en inmejorables condiciones económicas y las tendrá particularmente al corriente de todo cuanto con el mismo y con el Congreso se relacione. A los que prefieran hacer el viaje en ferrocarril, se les facilitará también precio y condiciones económicas del viaje. Diríjase la correspondencia al Sr. Director de Mundo Avícola, Arenys de Mar (Barcelona). PARA LOS QUE QUIEREN APRENDER Cursillo de Avicultura práctica en doce lecciones DEDICADO A LOS SUSCRIPTORES DE «MUNDO AVÍCOLA» AUN PRINCIPIANTES por el Prof. SALVADOR CASTEI LÓ CARRERAS LECCIÓN II MÉTODOS DE EXPLOTACIÓN A BASE EXTENSIVA, SEMIINTENSIVA E INTENSIVA Y EN RECLUSION RIGUROSA Se pueden tener gallinas de muchas maneras, desde el de dejarlas casi en absoluto a merced de la naturaleza, y pasando por la de una prudencial reclusión en gallineros con patio o parque a disposición de sus moradores, hasta llegarse al régimen intensivo en el que las gallinas están siempre recluidas y sin tener contacto con el terreno. De algunos años a esta parte el régimen intensivo ha llegado a extremarse de tal manera, que, no creyéndose bastante el tenerse las gallinas siempre en interiores, pero con libertad de actividades, se ha establecido en forma todavía más estrecha clausurándolas en jaulas, que, dispuestas en forma de estanterías o de baterías permiten tener de 6o a 70 gallinas de puesta en una superficie no mayor a 3 metros cuadrados, de lo cual ya están impuestos los lector-es de Mundo Avícola, por lo que durante el año de 1935 se les ha venido informando. Si de tantas maneras se pueden tener gallinas, fácilmente se comprende que el que quiera tenerlas sólo ha de ver el espacio o terreno de que dispone, los elementos con que cuente, las condiciones del lugar, y seguidamente puede resolverse y adoptar el régimen que más puede convenirle, pero a auxiliarle tiende precisamente esta lección. MÉTODO extensivo Es el adoptado en el gallinero rural, en las casas de campo y aun en los gallineros de los pequeños pueblos, en los que las gallinas se pasan el día en la calle. Es el método primitivo y umversalmente adoptado, cuando las gallinas se explotan como complemento de la explotación agropecuaria, o como auxilio en la economía doméstica. Las gallinas viven principalmente de lo que se procuran en sus correrías, y del puñadito de grano que se les da mañana y tarde. A lo sumo se las regala con algún amasijo a base de desperdicios de la huerta cocidos, y salvado, pero generalmente ni a esto se llega. Así sale muy barato mantener a las gallinas y aunque den pocos huevos, algún beneficio dejan, pero no pueden dar gran producción y son grandes los peligros que las acechan. No pueden dar gran producción, porque ese continuo ejercicio que se les impone para que su alimentación salga económica, les determina un mayor consumo de energías y, por lo tanto, hay en ellas mayor desgaste orgánico, y como su régimen alimenticio no está reglamentado, los materiales que necesitan para reponer aquéllas, les hacen falta para dar huevos y hasta para engordar. En cuanto a los peligros a que están sujetas las gallinas tenidas en esta forma, saltan a la vista de cualquiera que reflexione. Hay, en primer lugar, el de las alimañas que penetran en el gallinero cuando se les antoja; hay el del contacto de las gallinas con terrenos que pueden estar plagados de parásitos dañinos; hay el de su acceso a las aguas sucias y corrompidas en las que muchas veces defecaron ocas y patos ; hay el de que su principal recreo es el estercolero en el que no debe ya decirse que abundan los gérmenes infecciosos. Como si todo esto no bastara, como no están entre vallas o alambreras, se agrega el peligro del robo. A pesar de todo, es el método de explotación más generalizado y el de mayores rendimientos, pero no cabe adoptarlo cuando de explotaciones industriales se trata. En plena libertad nadie puede negar que las gallinas están en el medio más próximo o apropiado a su naturaleza vagabunda, buscona y escarbadora, pero precisamente por esto corren mayores riesgos de estar al alcance de los innumerables agentes infectivos y de los gérmenes parasitarios que en plena naturaleza viven y se multiplican. método semiintensivo Este es el método generalmente adoptado por la mayoría de los avicultores Sus bases son: 1.a, la de no permitir a las gallinas más que actividades prudenciales; 2.", poder reglamentar y ordenar su alimentación según el producto que a las gallinas se pide; 3.a, evitar en lo posible su contacto con elementos dañinos y desde luego su mezcla con las gallinas de los vecinos; 4.", tener el ganado en constante vigilancia y poderlo manejar según convenga. El método semiintensivo tiene ciertamente ventajas sobre el extensivo, pero origina mayores gastos de instalación y no aleja en absoluto el peligro de los agentes parasitarios o infecciosos que puedan hallarse en el terreno sobre el cual corretean las aves. Si el espacio que se les da es muy reducido, o si son muchas las aves que en él se tienen, las deyecciones pronto se acumulan en el terreno, fermentan y constituyen un medio muy favorable a la producción de microbios que a la corta o a la larga han de dar fe de vida. Si en los patios o parques no hay vegetación natural, el avicultor ha de disponer de tierras en que producirse las verduras necesarias, o ha de comprarlas. Esto, y el mayor gasto que impone la alimentación cuando las gallinas están recluidas, fácilmente se comprende que, aun dando más huevos que las gallinas libres (porque no consumen tantas energías) si no dan los necesarios para pagar lo que comen, pueden original-pérdidas en vez de ganancias. Si bien a las gallinas en régimen semiintensivo se las aleja de ciertos peligros, cuando son muchas las que así se tienen se aumentan los riesgos, y aún diremos, las probabilidades de contagio, porque comen y beben en utensilio! comunes y porque al menor descuido en el no retirar las aves enfermas, las sanas caminan y escarban en los excrementos de éstas cuando no ingieren granos contaminados por ellas. Como es indiscutible que, por bien que se tengan los gallineros, las gallinas, así en cierto modo recluidas, no pueden ser tan fuertes ni tan vigorosas como las que están ya acostumbradas a habérselas con todas las inclemencias del tiempo, los resfriados, el moquillo cuando no la difteria y la viruela se ceban más en ellas. El método tiene pues, ventajas, pero no está exento de inconvenientes, a pesar de lo cual, es y creemos que seguirá siendo el más generalizado, porque así es adoptable en la Avicultura doméstica o casera, como en la industrial en pequeña, en regular y en gran escala. método intensivo Este método, que tenemos por moderno, en realidad no lo es. Su base es la de tener las aves en absoluta reclusión y sin contacto con el terreno. ¿Qué es sino, intensiva, esa tenencia de seis, ocho, diez o doce gallinas en el pequeño gallinerito casero, que sólo con el aprovechamiento de desperdicios de la mesa y de la cocina y un puñado de grano dan al dueño y en ciertos meses, cada día, casi tantos huevos como gallinas se tienen? Las gallinas así tenidas no hacen ejercicio, tienen poco desgaste orgánico, están fuertemente alimentadas y casi todo lo que comen lo transforman en huevos. Visto esto, hace ya algunos años muchos avicultores norteamericanos probaron de tener grandes contingentes de gallinas todo el año encerradas en locales bien aireados, pero viviendo en comunidad en gallineros, a veces de dos y de tres o más pisos. Como vieron que las gallinas les daban más huevos que en semi-■ reclusión, pronto se generalizaron esos gallineros intensivos, cuando menos, en la avicultura industrial. En el gallinero intensivo, no sólo se corta el contacto de las aves con el terreno imposibilitando que contraiga afecciones parasitarias, sí que también algunas de las infecciosas. Como en estos gallineros las aves no salen nunca de interiores, no sufren las variaciones de temperatura, evitándoseles enfriamientos y resfriados. El régimen alimenticio en estos gallineros puede adaptarse escrupulosamente a las bases y a los elementos que convienen a las gallinas ponedoras y aun a la de la pollería de consumo, si de ésta se trata. No hay ni que decir lo que se aleja el peligro de robos, cosa que en Norteamérica mucho ha contribuido también a que el método intensivo se generalizara. Ahora bien: téngase en cuenta que este método de explotación nunca se recomendó para aves reproductoras, a las que nada hay tan saludable ni que las mantenga tan vigorosas como la libertad absoluta, o por lo menos la semi-reclusión, porque el reproductor necesita ejercicio corporal y espacio adecuado en que practicarlo. Es, pues, régimen sólo recomendable para las ponedoras. Para la pollería de consumo, cabe en cierto modo, pero encareciendo su producción, que resulta mucho más económica si puede tenerse libre en el campo, cosa poco fácil en grandes explotaciones. método del enjaulado Del régimen o método intenso se ha pasado actualmente al del riguroso enjaulado en el que, si bien las aves tienen libertad de movimientos ni siquiera pueden hacer el mínimo ejercicio que les está permitido en el gallinero intensivo. Nihil novunt sub solé, puede repetirse en este .caso, porque hasta esto que parece cosa tan nueva es de antiguo sabido y practicado. ¿Quién no ha visto en los pueblos junto a las casas de aldeanos, y en las ciudades, en las viviendas de los obreros, dos o tres gallinas metidas en una jaula en la que apenas pueden moverse, a pesar de lo cual dan huevos y viven tranquilas y al parecer satisfechas, junto a la puerta de la casa? Podrá la industria del hombre haber ideado cosa más perfecta, podrá la higiene y la profilaxis haber completado el sistema, pero en realidad ese enjaulado del que hoy tanto se habla y que pone la avicultura al alcance de cualquier persona que en el patinejo de su casa, en un desván o buhardilla o en cualquier local desocupado quiera tener gallinas. Éstas se tienen en esas jaulas que dispuestas en estanterías permiten tener muchas en poco espacio y no varias aves en una misma jaula, sino que están en régimen celular, a jaula por gallina, porque si el método tiene ventajas, tiene también sus inconvenientes. Cuando se tienen varias en una misma jaula se corre el riesgo de que, por aburrimiento, contraigan el picajc, cuando éste no degenera en canibalismo, mientras que a gallina por jaula esto no puede ocurrir. Ya saben los lectores de Mundo Avícola cómo son estas jaulas. Su piso es de tela me- tálica o varillas de alambre para que ^py*-^? crementos pasen al través de ellos y puedáff séír recogidos en recipiente adecuado para facilitar su extracción. El piso tiene inclinación suficiente para que al darse el huevo éste se deslice hacia el frente de la jaula, alejándose así del alcance de la gallina y quedando a la vista del cuidador. Para registrar su postura no tiene pues para qué tomar en las manos el ave y mirar el número o la señal que lleve: le basta anotar con lápiz en la cascara del huevo el nú mero de la jaula. Sabrán también nuestros lectores que este método de explotación llegó ya a España, habiéndose podido comprobar sus excelentes resultados, no sólo experimentalmente en reducida escala, sí que también industrialmente, porque hay ya quienes tienen 1.000 y 2.000 gallinas así enjauladas y aseguran que les dan buen resultado. El método del enjaulado es hoy el figurín de moda, y basta hojear cualquier revista de Avicultura extranjera para ver páginas y más páginas anunciando los múltiples modelos de jaulas que la industria va lanzando al mercado. Claro está que cada método de tenencia de gallinas, tiene para sí un tratamiento especial que debe conocerse y estudiarse, pero tanto se escribe ya sobre esto que el avicultor principiante puede fácilmente imponerse de ello. Se empezó por el enjaulamiento de los po-lluelos recién nacidos en estanterías donde pueden criarse hasta que llegan al peso que el consumo quiere: visto que con él llegaban a bien, se habló de la posible extensión del enjaulado a las gallinas ponedoras, y así se ha llegado a lo expuesto. Con el método de rigurosísima clausura de las gallinas en jaulas, se extreman las medidas sanitarias y profilácticas ya obtenidas con el método simplemente intensivo, pero todavía se ha logrado más, porque hay ahorro de tiempo y de trabajo que se traduce en la necesidad de menos personal en las grandes explotaciones, y del mínimo de tiempo y de cuidados en el pequeño gallinero casero y en las explotaciones en reducida escala, Como nuestros lectores han podido ver, pueden tenerse gallinas de cuatro maneras distintas y, por lo tanto, ya hoy no cabe aquello de que yo tendría gallinas si supiera dónde tenerlas. Hoy puede tenerlas cualquiera y aún diré que en todas las casas debieran tenerse, siquiera M U N D 0 A V O fuera para aprovechar muchas cosas que se dan al basurero, que con ello alimenta a las suyas en el corral (vulgo estercolero). Recuérdese que el famoso escritor y avicultor británico Rdo. Lewis Wrigth, de fama mundial y cuyos escritos han servido de base para la publicación de muchos libros, allá a mediados del siglo pasado decía en su New Book of Poultry (Nuevo libro, de las gallinas), que en casa de cinco personas quedaban diariamente sobrantes de pan, despojos y residuos de la r&^w-cina para mantener diez gallinas. Aún señalaba el hecho de que diez gallinas así tan bien alimentadas, muchos días de la buena estación daban nueve y diez huevos, cuando 100 gallinas tenidas en libertad o en régimen semiintensivo gracias que en plena estación y por bien que se las alimentara dieran sesenta. Que el recuerdo de estas verdades sirva de punto final a esta segunda lección. □ □□□□□□□□ a<^>ziaDocaaoGa ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS INCUBADORAS MAMUT DE TIPO HORIZONTAL Y DE TIPO VERTICAL Los que, deseosos de producir polluelos en gran escala, resuelven adquirir una incubadora "Mamut" no saben si inclinarse en favor del tipo vertical o del tipo horizontal, y como esta duda surge en todos los países, creemos conveniente ilustrar a nuestros lectores sobre el particular. El local. — Cuando se entre en dudas sobre la adquisición de una "Mamut" vertical o una horizontal, hay que pensar en que, en igualdad de cabida de huevos, la horizontal necesita cuádruple espacio que la vertical; así, pues, donde cabe una horizontal caben cuatro verticales, y esto es una primera ventaja en favor de éstas. Si hay que construir el local, la economía es enorme, y si se quiere utilizar un edificio ya construido, la instalación de la incubadora vertical originará menos gasto y dejará cabida para más adelante, si conviene instalar otra u otras para aumentar la producción. Una incubadora con cabida para 10.000 huevos, cabe en un local de 4'SO X 4'50 metros, mientras que una de tipo horizontal de igual cabida lo requiere de 16 a 17 metros de largo. Cuidados. — La mano de obra en los cuidados que requiere la incubadora vertical son extraordinariamente reducidos si se comparan con los que requiere la horizontal. No es lo mismo girar la manivela de la primera y voltear automáticamente todas las bandejas de huevos a la vez, que abrir veinte cajones en la máquina horizontal y voltearlos, aunque sea automáticamente, uno por uno. Ello supone mayor trabajo, aparte de que la máquina vertical funciona con un solo termómetro, en tanto la horizontal lleva uno en cada cajón, y por lo tanto necesita 20. En la vertical no hay más que un regulador, y en la horizontal hay uno para cada cámara de incubación, o sea para cada cajón, y piénsese cuánto más sencillo es que sólo haya uno. En el momento de sacarse pollitos, el operador no ha de desplazarse, pues tiene los cajones de nacimiento muy cercanos los unos de los otros, mientras que en la horizontal tiene que estar recorriendo toda la sala, yendo de cajón en cajón, según les toca ir dando polluelos. Hay que tener en cuenta también que en los últimos modelos de Mamuts verticales, los cajones de nacimiento van en secciones separadas de los de incubación, lo cual es muy ventaj oso, y esto no cabe en las incubadoras horizontales. En lo que con respecto a los cuidados ofrece ventaja la máquina horizontal, es en que, una vez nacidos los polluelos. la limpieza se hace mejor cajón por cajón. Se dice de las incubadoras verticales (a las que es necesario el ventilador eléctrico constante) que al nacer los polluelos y al abrirse las puertas se levanta el polvillo y el plumón de los polluelos, pero es acusación injustificada, pues ello no ocurre si al hacerse la saca de polluelos se para por el tiempo necesario el ventilador. Esto lo saben muy bien los que emplean incubadoras verticales, y por tanto resulta una falsa y tendenciosa acusación, ya que eso del polvillo se evita tan fácilmente. Riesgos. — Si uno piensa en los de incendio, igual los hay en las incubadoras horizontales como en las verticales, y lo mismo puede decirse en lo tocante a cortes de corriente si las incubadoras funcionan por corriente eléctrica. 32 MUNDO V Ejercicios para la apreciación de la belleza en las razas de "Standard" o Patrón bien definido PLYMOUTH ROCK BLANCAS La raza Plymouth Rock surgió en los Estados Unidos por los años de 18Ó8 al 1869 en su variedad barrada (plumas de fondo blanco con rayas o fajas paralelas y perpendiculares al raquis), coloración a la que en España se da el nombre de franciscana. Se cree que la raza se obtuvo con la gallina de tal coloración denominada en Norteamérica Dommique y la Cochin-china negra. Hoy se conocen siete u ocho variedades entre las cuales la blanca es la que se presenta aquí a la consideración de nuestros lectores. Se la vió por primera vez en una Exposición celebrada en el Estado del Main en !875 y se atribuye su creación a Mr. Oscar Frost, pero se puede decir que no fué standarizada hasta el año de 1888. La raza Plymouth Rock blanca es considerada como la mejor para las necesidades y gustos en el mercado de pollería de Chicago, pero a sus cualidades de excelente ave de consumo se une la de ser altamente ponedora, habiendo alcanzado el Primer Premio en un Concurso de puesta celebrado en 1911 en el Estado de Missouri, en el que resultó Campeona una Plymouth blanca conocida con el nombre de Lady Shoiv Yon-, ponedora de 292 huevos. Es raza que da excelente pollería tierna a la edad de cinco meses, y con ella se tienen espléndidos capones. Su huevo es de buen tamaño y de color rosado. El peso standard asignado a esta raza es el de unos 4 Kg. 300 gr. para los gallos y 3 Kg. 400 gr. para los pollos. A las hembras se les asigna el de 3 Kg. 600 gr. adultas, y 2 Kg. 700 gr. cuando jóvenes. La cresta de las Plymouth es sencilla y de poco desarrollo, con cinco puntas o dientes de escasa longitud, siendo su textura muy fina y poco gruesa. Las orejillas deben ser rojas, como la cara; el pico amarillo; los ojos pardo-rojizos y las barbillas de mediano desarrollo. El dorso debe ser ancho y plano y la cola baja y poco desarrollada en los gallos. El pecho ancho y bien redondeado, y el vientre bien arqueado. Los muslos gruesos y los torsos de color amarillo. Las formas no muy pesadas y el cuer- po ancho y macizo. La piel y la carne son amarillas, y el huevo bastante coloreado de un pardo-rosado. Defectos salientes causantes de descalificación Véanse en los dibujos complementarios algunos defectos que en cada uno de ellos se señalan como restantes de mérito en los buenos ejemplares y anótense como defectos mayores, causantes de descalificación los siguientes: a) En todas las variedades de Plymouth Rock, el no tener el pico y tarsos de un amarillo intenso. b) El excesivo desarrollo de las crestas. c) Las orejillas blancas o con blanco en el rojo. d) La cola levantada en ángulo de más de 40o y el tener las caudales demasiado grandes, constituyendo el mayor defecto la cola de ardilla y la cola larga y baja o cola de látigo. e) Las patas poco separadas, tocándose una a otra. /) No tener el blanco purísimo, sin ni el menor vestigio de otros colores y el que las plumas amarilleen. Estos defectos son generales en todas las variedades de Plymouth, sólo que el defecto /) en las variedades no blancas, es el de presentar plumas o tintes de color distinto del que es propio de la variedad. Esas variedades son siete, a saber: Blanca, Leonada, Barrada, Armiñada, Gira y Perdiz, existiendo también la negra, pero no está standarizada todavía. En la variedad barrada o cuca las líneas o barras negras sobre el fondo blanco deben ser de igual anchura y bien paralelas unas a otras, así como uniformemente repartidas en la pluma, considerando defecto el que tengan dos o más plumas francamente negras en las secundarias del vuelo o en las rectrices o timoneras. En la variedad leonada este color es uniforme en todo el cuerpo, sin entonaciones más obscuras en ninguna pluma del cuerpo. En las Plymouth Gira-Blanca el gallo tiene DEFECTOS 1. — Cuerpo demasiado grueso o profundo en am- bos sexos. 2. — Dorso demasiado recto y oblongo. 3. — En el macho las grandes plumas caudales se mantienen separadas y se entremezclan con las rectrices. La cabeza del gallo es demasiado larga y basta y la cresta demasiado grande. La gallina tiene el dorso encurvado. 4. —El gallo tiene el cuello demasiado delgado y largo y la cabeza demasiado pequeña y fina en proporción con el cuerpo. La gaüina tiene las patas demasiado largas y el cuerpo demasiado corto, 5. — En gallo y gallina las patas mal colocadas, demasiado atrás, lo cual quita equilibrio al cuerpo. Dibujos de L. A. Stahmer (de Poultry Tiibunc) 34 MUND V O Ls PRECIOSO GRUPO DE PLYMOUTH ROCK BARRADA. {• V, (Dibujo de Sewell) la muceta o esclavina (cuello) blanco con lineas longitudinales negras sobre el blanco de cada pluma, lo que tiene también en las plumas caireles o lloronas que penden lateralmente de la silla. El dorso es blanco, las plumas caudales son negro-verdosas y el pecho, vientre, flancos y muslos negros. Las alas tienen el arco blanco plateado, con plumas cobijas negro verdoso formando como una faja o banda cuando el ala está plegada. Las plumas primarias del vuelo son negras bordeadas de blanco y las secundarias del vuelo también negras, excepto en su porción media inferior, que son blancas, pero terminándose en negro. En las gallinas Giras de Blanco, el color general es gris plateado, teniendo cada pluma fondo gris con líneas más obscuras dispuestas en rayas concéntricas. El cuello o muceta está cubierto de plumas obscuras bordeadas de un ribete gris claro, casi blanco. Las plumas cobijas de las alas son iguales que las de todo el resto del cuerpo, y las rectrices de la cola son negras. En la variedad armiñada, el plumaje es todo el blanco en gallo y gallina, pero en el gallo las plumas del cuello son lanceoladas de negro y la cola es negro-verdosa. En la gallina las plumas del cuello son negras bordeadas de Illanco. En la Plymouth perdiz, es de tonos negro-verdoso en pecho, vientre y muslos, el cuello' dorado, con lancetas o estrías en cada pluma, la cola es negra. En la gallina las plumas son como en la variedad gira, pero siendo el fondo de un pardo, llamado convencionalmente dorado. De la variedad negra no hay para qué decir que todo el cuerpo es de tal color. En cuanto a configuración general del cuerpo, hay las mismas taras y defectos en todas las variedades. Las más corrientes pueden verse en los diseños que completan el dibujo de la Plymouth Rock blanca perfecta, hábilmente representada por el dibujante y juez avícola L. A. Stahmer, que, con otro de Sewell, ilustra este ejercicio. ¿Cuánto tiempo pueden vivir y dar producto los gallos y las gallinas? He aquí una pregunta que no puede ser contestada de una vez: hay que descomponerla en dos y modificarla algún tanto para que sea contestable. Así tendríamos, pues: ¿Cuánto tiempo pueden vivir un gallo o una gallina ? ¿Durante cuántos años pueden dar productos que compensen lo que en ellos se gaste í Veamos lo que para contestarlas hay que considerar y tratemos de hallar respuesta a las dos preguntas. La vida normal en gallos y gallinas que hayan estado debidamente alimentados y sin que nada haya podido influir en el acortamiento de su. vida, es la de cuatro, cinco o seis años, pero pocos son. los individuos que alcanzan más edad. Hay familias o líneas en las cuales, si sus individuos no lian muerto jóvenes, no viven más de tres o cuatro años. Ello depende de numerosas causas entre las cuales no es la menos influyente las predisposiciones racial y familiar, no teniendo menor importancia el régimen de vida y el de alimentación a que hayan estado sometidas. Influye en ello la alimentación, la higiene del gallinero, el clima, el ambiente, el no haber padecido enfermedades, etcétera, etc. En Granja Paraíso de Arenys de Mar, en diciembre próximo pasado, apareció muerto una mañana un gallo castellano, muy sano, al parecer, el día antes. Había nacido en primavera del año 1927, tenía casi 8 años y medio, y en toda la temporada de crías del 1935, último de su vida, aún prestó servicio activo tenido con cuatro gallinas. Casi todos los huevos resultaron siempre fértiles, los polluelos se criaron robustos, y sus hijos machos y hembras son tan hermosos como los que del mismo gallo se obtuvieron cuando tenía dos, tres o cuatro años. Ese gallo en cuestión, desde la edad de un año vivió sin cresta y tal vez a ello se debió su potencialidad durante tantos años. A la edad de un año figuró en la Exposición Internacional de París del año de 1928 en la que fué agraciado con Primer premio, pero a consecuencia de la baja temperatura reinante en los días del mes de febrero, en que se celebró la Exposición (18° bajo cero), se le heló la cresta, que se le fué secando y acabó por caérsele quedando el animal casi sin cresta. No estuvo nunca enfermo, soportó las mudas de todos los años, muchas de ellas enjaulado, pero en 1935 no pudo con ella y pereció. Practicada la autopsia, no fué posible descubrir la causa de la muerte; el gallo había muerto... de viejo. Alguno de sus hijos tiene ya cinco años y aún presta servicio; veremos hasta dónde llegan. Gallinas de más de cuatro o cinco años no las hemos visto, porque después del tercer año de postura, cualquiera se guarda las gallinas, pero recordamos de un caso de longevidad muy señalado y digno de que del mismo se haga memoria, pues, por diversos conceptos, es una gloria de la Avicultura española. Se trata de "La Pequeña", la famosa Gallina vulgaris de don Benjamín Conde, de Zaragoza, que vivió siete años, y aunque muy pocos, todavía dió algunos huevos su sexto año de postura. Véase su ficha o su hoja de servicios, entre los cuales descuella su postura o record de 317 huevos registrado entre su segundo y su tercer año de puesta (del 19 de mayo de 1912 al 20 de mayo de 1913). En los seis años de dar huevos no sólo pudo pagar lo que gastó, sino que dejó siempre beneficios. Su muerte acaeció en 1917, año en el que sólo dió alguno que otro huevo y murió de muerte natural, de pura vejez, después de haber dado 1.010 huevos rigurosamente controlados sin nidal registrador, por el hecho de que. durante toda su vida esa original gallina constituyó iodo el gallinero de don Benjamín Conde, que la tenía en su casa como quien tiene un perrito. Era su albergue nocturno y su aseladero, un cajoncito con paja que se le tenía dispuesto en la cocina. "La Pequeña" dió 18 veces dos huevos en veinticuatro horas, y por 8 veces dió hasta tres en el mismo período, si bien siempre el segundo y el tercer huevos los daba sin cáscara. 36 MUNDO V O Ls Hasta el año de 1913 el record mundial lo tenía la Bcllc of Jersey (La bella de Jersey), gallina Leghorn norteamericana que en un período de doce meses había dado 246 huevos, cosa que en aquellos tiempos se dió como extraordinaria. En 1913 ese record fué batido, en América, por otra Leghorn que dió 259, pero a ésta aquel mismo año la superó en Francia «na Bresse negra con 316 huevos a la que se proclamó Campeona Mundial, pero a ésta en el período 1912-1913 aun la aventajó "La Pequeña" española, que- dió 317. Así como de las otras se habló mucho, de la gallina prodigio española sólo se supo en España y aun se habló muy poco de ella. Sólo nuestra Avicultura Práctica le rindió los honores que le correspondían. Hoy los grandes records son de 340 a 357 huevos en doce meses, pero si las gallinas que dan esas grandes posturas no viven lo que "La Pequeña", no sirven para lo que se trata de contestar. Entre las particularidades de esta original gallina, de gran fecundidad y ejemplo de longevidad, figura la de que varias veces incubó y sacó bien los pollos que se le confiaron, pero siempre a base de huevos de otras gallinas, pues "La Pequeña" no sólo 110 tuvo nunca contacto con gallo, por estar sola en la casa, sino que, cuando a título de prueba, se le llevó alguno, lo rechacó siempre Es muy posible que entre nuestros lectores los haya sabedores de casos de longevidad en gallos y en gallinas y que los hayan podido ver alcanzándoles la vida a diez o más años (pocos más), pero en general creemos que la duración de la vida normal de un gallo o de una gallina, a los que no se les haya agotado exigiéndoles mayores actividades que las que por su naturaleza podían tener, bien puede fijarse en cinco o seis años. Los que viven más pueden darse como verdaderos casos de longevidad. En cuanto a la segunda pregunta, ¿durante cuántos años pueden dar producto que compense lo que en gallos y gallinas se gastó?, hay que dividir también la respuesta en dos, una para los gallos y otra para las gallinas. El producto de los gallos está en dos cosas: su carne, cuando jóvenes, y en sus hijos e hijas cuando, adultos, son dados a la reproducción. En cuanto a lo primero, cuando el pollo tiene más de un año de edad, pierde valor porque sus carnes se ponen coriáceas y el consumo quiere pollería tierna. Hasta los siete u ocho meses acumula carnes y, por lo tanto, gana en peso, pero después ya no, así es que, en cuanto a carnes, el pollo da producto todo lo más esos siete u ocho meses y después de este tiempo, avanzando en edad, tiene menos valor, ¡mes no aumenta de peso y no paga lo que come. En lo que afecta al segundo punto, es decir, a su producción en crías, su valor, en relación con su edad depende de sus actividades y de su potencia a partir del segundo año de servicios. Si en el tercero y aun en el cuarto año de su vida el gallo no sólo cubre bien, sino que, de los huevos por él fecundados se saca una buena proporción de nacimientos y los polluelos se crían sanos y vigorosos, claro está que no sólo paga lo que come sino que deja beneficios. No siendo así, puede desecharse en cuanto así en los huevos como en el vigor de las crías se aprecian cosas claramente atribuibles a decadencia de la potencialidad del gallo. Ésta variará, naturalmente, no sólo por las mismas causas que influyen en la fecundidad de las gallinas, sí que también según el trabajo sexual que haya desplegado en los años de vida activa. Gallo tenido con pocas gallinas se agota menos que cuando tiene que servir a muchas y, por lo tanto, aquí no cabe precisar a qué edad deja de producir. En las gallinas ya la contestación puede darse más fácilmente, cuando menos, si su productividad se cifra en la puesta de huevos para el consumo. En efecto; sabido lo que cuesta la manutención de una gallina y calculado la parte que le corresponde en los gastos generales de la explotación, así como el precio medio anual de los huevos en el mercado en que suelen venderse, el animal paga lo que come en tanto da huevos suficientes para que, con lo que por su venta se obtiene, cubra dichos gastos. En España, en el año de 1936, necesita dar, por lo bajo, 120 huevos, si se tiene en gallinero de clausura, y de 80 a 90 si está libre en pleno campo, y como después del tercer año de postura y salvo casos excepcionales, no son muchas las gallinas que los dan en tales números, no creemos que sea aventurado fijar en cuatro años, como máximo, el tiempo que una gallina buena pueda dar productos que compensen lo que en ella se gaste. Téngase bien presente que el período en que las gallinas dan más huevos es el de los doce meses siguientes a la postura del primer huevo. Sí en el caso de "La Pequeña" fué en su tercer año de postura cuando más huevos dió, fácil es ver en su hoja de postura que en el FICHA. U HOJA DE SERVICIOS DE «LA PEQUEÑA» Puesta total en seis años y medio 1010 huevos. — 84 docenas Nacida el 30 agosto 1910. Empezó a poner a los cuatro meses y medio. Murió de vieja en 1017 sin haber dado en dicho año ni un huevo. La columna D indica los días que descansó en cada serie de huevos del mes. C indica los meses en que estuvo clueca y P aquellos en que condujo polluelos. MKSES Enero . Febrero. Marzo . Abril , Mayo . Junio Julio. . Agosto . Septiembre Octubre. Noviembre Diciembre Totales , Ulli 14 7. c. c. 3p. 27 28 16. c. 27 2. c. c. 130 1912 31 20. c. c. 2P3 28 30 28 29 31 21. c. 15 256 D. 191s 30 22 26 25 26 22 27 28 22 27 19 6 2k0 D. Del 19 mayo 1912 al 20 mayo 1913 dió 317 huevos 19u 8 28 31 23 27 26 19 7 170 1 0 2 1 2 3 1 1915 10 21 21 17 ¿ 23 28 5 125 1 i 2 3 i91g 1 23 20 c. c. P- 49 D. NOTA. — En los seis anos 18 veces dió dos huevos, en un mismo d¡a, y 8 veces puso tres huevos en 24 horas, el segundo y el tercero siempre sin cascara. primer año estuvo clueca cinco veces acompañando pollos un mes y en e! segundo año estuvo clueca tres veces y condujo polluelos otro mes, en tanto el tercer año ni incubó ni condujo polluelos y como no se había gastado en contacto con gallo, estaba en la plenitud de su vigor. Generalmente en el segundo año de postura ésta baja de un 20 por 100, en el tercero de un 30 a un 40 por 100, y en el cuarto de un 50 por 100; así, pues, gallina que en su primer año dió 200 huevos, posible es que guardada cuatro años no llegue a dar siquiera 100, no pagando su gasto, y si se guarda un año más origine pérdidas. Tanto en gallos como en gallinas cabe finalmente una observación y es la de que, si su producción se cifra en crías, puede haber grujios de reproductores que a los cuatro, cinco o seis años den todavía crías vigorosas, y si son animales de pedigrée o de historial, aunque las gallinas den pocos huevos y, por lo tanto, se les saquen pocas crías, si éstas pueden venderse a buenos precios o guardarse para sí, no sólo pa- gan lo que gastan sino que pueden dejar muy buenos beneficios o productos. En este punto cabe decir que cuando se tiene un buen gallo y buenas gallinas que juntos constituyan un excelente grupo de reproducción, y de ellos se vayan sacando buenas crías, conviene conservarlos hasta que de hijos suyos se saquen crías de igual valor, pero cuando ya se tienen de los hijos, preferible es no seguir manteniendo los viejos, porque utilizando crías de los jóvenes, hay mayor producción y éstas natural es que sean más vigorosas. Resumiendo puede decirse que en el terreno de la práctica y de la realidad, que la vida norma! en gallos y gallinas sanos y que no se hayan debilitado por haber sufrido enfermedades ni por un exceso de postura, ni por excesivo desgaste sexual, es la de unos cinco a seis años. En cuanto a producción, la cifra es muy variable. Si la producción se cifra en carnes, es sólo de unos siete a ocho meses, pero si es en crías y salvo casos de longevidad y potencialidad extraordinarios, puede ser la de tres a cuatro años. 38 MUNDO A V 1 C O L¿¡ CONSERVACIÓN CASERA DE HUEVOS Todo el mundo sabe que el frío a la temperatura de 0° conserva el huevo, porque no evaporándose los líquidos que contiene no da lugar a que en su interior quede espacio que pueda ocupar el aire que en el huevo penetra por los poros de su cascara. Sabido es que el vacío y la acción de ciertos gases han dado también aplicación industrial a la conservación de los huevos, y por desgracia bien sufre de esto España, por la gran cantidad de huevos conservados por este procedimiento, como por el de los frigoríficos, que del extranjero se nos envían. No son menos conocidos los métodos de conservación por la acción de ciertas grasas o de ciertas soluciones, entre las cuales sin duda figura en primera línea por su efectividad el de los umversalmente conocidos y de tanto empleo en España "Combinados Barral", pero aun hay otros procedimientos caseros a los que puede recurrir el avicultor que quiera almacenar huevos en tiempo de abundancia para venderlos'' a mejor precio en el de escasez. Entre estos métodos de conservación se recomiendan el del agua de cal y el del silicato de sodio. El agua de cal se prepara hirviendo primero el agua y, una vez fría ésta, meclando con ella cal viva, en proporción de 3 libras por 20 litros de agua. Cuando se emplea el silicato de sodio, se hierve el agua y, una vez fría, se le pone la sosa en proporción de una libra por 9 litros de agua. La conserva, en ambos sistemas, se disoone en tinajas o jarras de tierra barnizadas por dentro o en botes de cristal a razón de una cabida de 20 litros para 15 docenas de huevos. Una vez bien limpias las jarras o los botes, en ellas se van colocando los huevos y sobre ellos se vierte la solución hasta que el líquido los cubre, sobrepasándolos en unos 2 ó 3 centímetros. La solución debe estar bien hecha, para lo cual, si se emplea la cal, ésta debe estar ya bien apagada, y tanto empleando ésta como el silicato de sodio, la solución debe prepararse dos o tres días antes de poner los huevos en conserva, ha de removerse frecuentemente y desde la noche antes de empezarse la conserva debe dejársela en reposo. Las soluciones deben verterse sobre los huevos con todo cuidado. Después de lleno el recipiente (que debe ser de cuello tan ancho que permita ir metiendo bien el brazo para colocar cuidadosamente los huevos en el fondo del mismo) se cierra con tapón de corcho o con un lienzo y poniendo sobre éste un papel parafinado y atándole bien con un cordelillo. Ahora bien: sea cual fuere el método de conservación casera empleado, los huevos han de ser muy frescos (que no tengan más de Deludías). No deben tener la menor cascadura y han de estar bien limpios. Si alguno estuviere sucio, puede lavarse con agua tibia, secándolo bien después. Debe tenerse presente que en la conserva el huevo no mejora, sino que lo que hace es conservarse en el estado en que se ha puesto: así, pues, huevos viejos y huevos traqueteados en el transporte no pueden conservarse, a menos de dejar éstos algún tiempo en reposo, pues no estarían en buenas condiciones. Los huevos claros o in fértiles, es decir, los de gallinas que están sin gallos, se conservan mucho mejor que los de las que están en contacto con éstos. Otro de los requisitos que deben concurrir para que la conservación tenga lugar, es el de tenerse las jarras, tinajas o botes en local fresco y seco. Es también cosa buena removerlos una o dos veces cada mes, para que las yemas, por ser menos pesadas que las claras, no puedan adherirse a la membrana albuminifera, dando lugar a que, al emplearse el huevo, la yema se rompa o se deshaga. Para esto hay que ir con mucho más cuidado al romper el lluevo conservado que el huevo fresco, Los huevos tenidos en silicato de sodio o en agua de cal se conservan perfectamente durante cuatro o cinco meses, tiempo más que suficiente para llegarse a los meses de escasez, y pueden emplearse para usos culinarios y en pastelería, pero, como se comprende, nunca pueden compararse, ni por su sabor ni por sus cualidades, con el huevo fresco. LA AVICULTURA INTENSIVA EX UN CONVENTO DE PADRES CARTUJOS Cuando se habla y se escribe del espíritu retrógrado de las Ordenes Monásticas, no se sabe lo que se dice. Sin la ciencia de un fraile agustino, Fray Juan Gregorio Mendel, la Biología no habría llegado a donde está ni se hablaría de Genética. El progreso que los descubrimientos y las doctrinas mendelianas han determinado así en Agricultura y Floricultura, como en Ganadería, en Avicultura y en Cunilicul-tura y en tantas otras ramas de la producción rural es tan grande, que, ante él, se han de inclinar reverentes hasta los más exaltados en contra de las Órdenes religiosas. Del impulso que en otras ramas ha determinado la Ciencia que emana de las eminencias con que cuenta la Compañía de Jesús, no hay para qué hacer mención en España, patria de los Padres Cirera y Rudés. verdaderas lumbreras en el campo de la Astronomía, como lo son en el de la Histología y la Biología los Padres Pujiula, Barnala, Arbeláez, Amogurrita y tantos otros, glorias de la ciencia y de la Pedagogía patria. Hasta entre aquellas órdenes más estrechas, en las que sólo se quiere ver el espíritu de una vida contemplativa, con aislamiento del mundo, se revela en todos los países un ambiente ab-absolutamente acordes con el progreso moderno. Ello destruye en absoluto la vieja leyenda de que las Órdenes religiosas son obscurantistas y enemigas de todo progreso. En la modesta esfera de la Avicultura, saben ya los lectores de Mundo Avícola, la labor de los Trapenses canadienses que han llegado a ser creadores de una nueva raza de gallinas, a la que en nuestro número de octubre de 1935 dedicamos un interesante escrito. Ahora nos llegan noticias de una Cartuja italiana, la de Calci, en la provincia de Piza. En ella no sólo se hace Avicultura criando gallinas, como se crían habitualmente en todos los conventos del mundo para atender a las necesidades de sus moradores, sino que se hace a liase experimental con implantación de los últimos adelantos y estableciéndose los gallineros a régimen intensivo y de rigurosa selección, como puede verse en las ilustraciones que acompañan a este escrito. Véanse las bóvedas del Convento habilitadas como gallineros de selección y de experimentación, con sus nidales registradores hábilmente dispuestos para poderse hacer cómodamente la cosecha de los huevos, como los departamentos de crianza a base de calefactores eléctricos, de campana, y sin que falte ni el más pequeño detalle en la instalación. ' _ H '4. IT ^« J Departamento de criadoras a base de campanas radiadoras del calórico. Los Cartujos de Calci, como es natural, han adoptado la gallina Livornesa (Leghorn) y con su producción se disponen a propagarla y difundirla entre las clases campesinas de las cercanías del lugar contribuyendo de esta manera al aumento de la producción y al fomento .de la Avicultura campesina en la zona a que alcanza su radio de acción. La Cartuja de Calci, coopera activamente con los elementos oficiales encargados del fomento de la Avicultura en la provincia de Pisa, que tiende: i." A la distribución de gallitos de raza Leghorn blanca entre los campesinos, a los que en el presente año se les entregarán 500. 2.0 A la distribución de huevos para incubar, habiéndose fijado en 10.000 el número de los que se Ies darán en este año. Al objeto de acelerar el mejoramiento de la gallina común o campera con el cruzamiento absorbente de gallos Leghorn seleccionados, se estimula a los campesinos para que tomen par- 40 MUNDO Una galería habilitada como gallinero interior, para lotes reproductores. te en concursos de puesta que para ellos se organizan. A juicio del Director de la cátedra ambulante de la provincia de Pisa, Profesor Guillermo Mazzeti, la Sección Avícola de la Cartuja de Calci puede constituir un valioso elemento de divulgación de la moderna avicultura Galena de ponedoras y un poderoso auxilio en la distribución de esos gallitos y esos huevos de selección. Sirva esto de argumento para demostrar que, ahora, como siempre, lejos de oponerse al progreso, las Órdenes monásticas estuvieron siempre en él, si no lo promovieron por sí mismas. (Ilustraciones de Rivista di Avicultura.) LA GENERALIDAD DE CATALUÑA REGIONAL En la Granja-Escuela de Agricultura que la Generalidad de Cataluña sostiene en Caldas de Montbúy (Provincia de Barcelona) está en marcha un Concurso de puesta para gallinas de razas exclusivamente catalanas. Dicho concurso de puesta, que en realidad sólo alcanza a la raza del Prat leonada, pues si bien en la convocatoria se admitían también gallinas catalanas de otros tipos, de los veinte lotes concursantes 16 son de Prat leonada y todos ellos con siete gallinas en concurso y tres de repuesto, sumando en junto un total de unas 200 aves inscritas correspondientes a 20 gallineros, todos ellos de Cataluña. Con el mayor gusto nos ocuparíamos extensamente de este Concurso, no sólo para patentizar nuestra satisfacción al ver que el Gobierno de Cataluña lo patrocina, sí que también para dar satisfacción a aquellos de nuestros lectores interesados en el Concurso, pero se da el caso de que el Reglamento que rige en el mismo y las bases en que se fundamenta la apreciación del mérito de las gallinas son tan HA ORGANIZADO UN CONCURSO DE PUESTA opuestos a todo cuanto se ha establecido y rige en España y en el mundo entero en materia de Concursos de puesta, que su revelación podría dar lugar a que se creyera que en Cataluña se ignora lo que son y cómo deben reglamentarse dichos Concursos y, por lo tanto, creemos más prudente guardar silencio, respetando el criterio de sus organizadores, y reservar nuestra opinión para cuando sea dable apreciar ios resultados del Concurso y los efectos de las originalidades y de las innovaciones que en el mismo se aprecian, tanto en la unidad de medida para el puntaje de los huevos, como en el régimen alimenticio y en la apreciación del mérito de las aves concursantes. A tenor de los datos que se nos faciliten iremos dando, sin embargo, cuenta de la marrha dej. Concurso y, al finalizar, su resultado, lamentando que por el momento no podamos hacer otra cosa que ensalzar la buena voluntad de los elementos directores del Concurso y de los concursantes y agradecer a la Generalidad de Cataluña que lo haya patrocinado. De un botiquín recomendable al avicultor Notables efectos profilácticos y curativos del "CllINOSOL" El Chinosol (léase Q-uinosot), es un producto que se vende en tabletas de 2 y de 3 gramos constituyéndolas un desinfectante a base de qniiwlina de poderosa acción germicida y sin influencias tóxicas. El profesor Wehner, del Instituto Avícola alemán de Mittelfranken, en Erlangen, publicó hace algún tiempo un interesante escrito ensalzando las virtudes del Chinosoi, en el que llega a decir que al avicultor le hace las veces de botiquín, porque puede darle múltiples aplicaciones. Afirma el Dr. Wehner que la acción bactericida del Chinosoi se manifiesta hasta en fuertes diluciones, lo cual hace que su empleo se mantenga en límites tolerables. Agrega el autor que se han realizado trabajos demostrativos de que su acción desinfectante tiene influencia excitante sobre la economía de las substancias nitrogenadas que se manifiesta en la modificación del metabolismo, de modo que el organismo debilitado por enfermedad resulta además en cierto grado tonificado. Esta múltiple acción — dice Wehner — permite dar al Chinosoi muchísimas aplicaciones y en demostración de ello relata sus experiencias en su gallinero y en otros en los que ha podido comprobar los mismos resultados. Efectos del Chinosol en las incubaciones Dice el Dr. Wehner que él trabaja con dos incubadoras de 3.000 huevos, una de ellas Buckeye, y otra de 1.800 huevos marca Haase y que en los tres últimos días, dos veces al día pulveriza los huevos con una solución de Chinosol al 1 por 1.000, en agua hervida y enfriada a 5° centígrados, y que el día del nacimiento sigue aún pulverizando. Afirma, que así obtiene mayor proporción de nacimientos, que no se percibe el olor desagradable que se produce en las incubadoras cuando nacen los polluelos y que se evita la formación de mohos en las junturas de la madera. Después de los nacimientos lava los cajones y bandejas de incubación con la solución Chinosol al 1 por 5.000 y que desde que procede así ha notado que. las incubaciones le van muy bien. Efectos en la crianza El Dr. Wehner emplea el Chinosol al 1 por 5.000 en el agua que se da a beber a los polluelos, y asegura que éstos van con ello muy bien, pues además de desinfectar los intestinos por su acción bactericida, evita que pueda haber contagio por el agua. Efectos en las diarreas Advierte el Dr. Wehner que la diarrea de los polluelos no debe atribuirse siempre al bacillus pullormn (diarrea blanca) y, por lo tanto, no se refiere a esta infección, sino a la diarrea que pueden producir otros bacilos, los parásitos y las malas digestiones. Dice que la mentada solución de Chinosol tiene en esas diarreas una acción curativa segura, ya que se opone al desarrollo bacterial y además tiene algo de efectos astringentes. Dice que el suministro de carbón animal (1) mezclado con el Chinosol (el Chinocarbón) produce la inmediata detención de las diarreas, y que la combinación del Chinocarbón con el suministro de agua chinosolada produce milagros. Efectos en la coccidiosis En las polladas que van ya sobre el terreno y en las pollitas jóvenes, sabido es las bajas que causa la coccidiosis, ese mal parasitario cuyos gérmenes están en los coccídios que viven en la tierra y cuyas esporas son ingeridas por aquéllos, reproduciéndose en el intestino de las aves (1) Éste se obtiene de los huesos y otras substancias animales y se encuentra en el comercio. (Af. de ht R.) 42 M UNDO V 0 en cuyas deyecciones está el vehículo de difusión del mal. El Dr. Wehner asegura que también con el empleo del Chinosol cabe obtener buenos resultados, si bien no basta el que puede darse con el agua, debiendo recurrirse a otros medios en atención a las vías de infección y a las singulares circunstancias de la enfermedad. Refiérese el autor, al hecho ya. consignado varias veces en Mundo Avícola de que las esporas de los coccidíos al ser expulsadas con los excrementos, para que se transformen en larvas necesitan estar al aire libre de 24 a 48 horas y, por lo tanto, no pasan a ser dañinos hasta después de las 24 horas de expulsados. Recogiendo todos los días los excrementos y desinfectando concienzudamente con Chino-sol, se pueden evitar pues nuevas infecciones, y como quiera que el período de incubación, es decir, el tiempo que transcurre entre el contagio y la manifestación de la enfermedad es de 7 días, resulta que, a los 10 días de empezado el tratamiento no pueden presentarse ya apenas nuevos casos, porque la desinfección diaria de los gallineros y de las polleras excluye y extermina el agente contaminador. Cuando la epizootia se inicia — dice Wehner — ha)' que secuestrar todos los individuos coccidiosos y mejor es sacrificarlos y destruirlos por el fuego. Para que la desinfección resulte segura es necesario clausurar los animales sanos durante 12 ó 14 horas en local bien desinfectado con Chinosol y darles sólo agua chinosolada al 1 por 5.000, lo cual no sólo obra internamente, sino que mata también los cocci-dios que puedan estar aún adheridos al pico de los animales o en su boca, además de que evita la propagación. Efectos en los catarros, en los casos de moquillo o coriza contagiosa, en la difteria y la viruela Por desgracia, hasta en los gallineros mejor atendidos, los catarros y la presentación de la coriza contagiosa o moquillo casi nunca pueden evitarse. En todos estos casos el Dr. Wehner asegura que el empleo del Chinosol es de excelentes resultados, no sólo usado en pulverizaciones, sí que también dándolo en el agua de bebida. Afirma dicho autor que está generalizándose grandemente en Alemania el siguiente tratamiento. Recordaremos antes de exponerlo el cuadro de esos catarros que mantienen a las aves con el pico abierto por dificultárseles la respilhAp y sus continuos estornudos, ese chic tan carae-' terístico e inconfundible. En la coriza, aquel hedor que se percibe al entrar en un gallinero infectado, las mucosidades pestilentes que manan de las fosas nasales de las aves atacadas y muchas veces la hinchazón de la cara y la inflamación de los ojos. En la difteria y la viruela sus placas o sus pústulas características. El tratamiento a que se refiere Wehner consiste : a) Con pulveriador de los utilizados para el conocido "Flit" y llenándolo de una solución de Chinosol al 3 por 1.000 en agua calentada a 5o centígrados, pulverizar bien en todo el local, los ponederos, los aseladeros y paredes, y luego, en la noche, cuando las aves están ya descansando, tomarlas una por una y aplicarles también la pulverización sobre el cuerpo y especialmente sobre la cabeza, para que el medicamento les penetre por el pico y boca y aun alcance a los ojos. A los pocos días ya no hay catarros. b) Cuando se trata de la coriza contagiosa, y aún de la difteria y la viruela, además de lo dicho, debe emplearse el Chinosol al 1 por 2.000, siempre en agua a 50 centígrados y con él se lavan bien los ojos, a los que se puede apjicar luego un poco de vaselina chinosolada. A las fosas nasales, después de bien exprimidas con bolitas de algodón, se les aplica la solución al 3 por 1.000 y con ella se lavan bien aquéllas, la boca y la garganta si es preciso, introduciéndose en las fosas nasales unas gotas de la solución con una perita de goma o una jeringuilla, o bien, con un palillo, un poco de vaselina chinosolada con dicha solución. Esta última reblandece las costras que suelen formarse y acelera la curación. Si se tratara de viruela, el lavado debe alcanzar a la cresta, barbillas, cara y demás partes afectadas por la erupción. Efectos en las heridas y tumores En los casos de heridas, el Chinosol en solución concentrada (1 por 500) las cicatriza rápidamente, contiene las hemorragias y evita la supuración. En los casos de prolapso (salida del oviducto o de la cloaca) el lavado de la parte salida evita su inflamación. Los tumores de las patas, a las que muchas veces se atribuye origen gotoso, y que son frecuentes, tratados con Chinosol se resuelven tam- MUNDO A V I O L bien fácilmente. La costra del tumor se raspa uti poco, sin producirse sangre, y sobre él se aplica una tableta de Chinosol, después de machacarla bien, sujetándosela con esparadrapo o con un pequeño vendaje. Efectos preventivos En general, hasta para epizootias como el cólera, la septicemia, la peste aviar, la pulmonía infecciosa, etc., etc., el Chinosol obra como preventivo, empleándolo en pulverizaciones y en. solución acuosa al i por 2.000. Preparación y empleo del Chinosol El Chinosol se expende en tubos de cristal que contienen 10 tabletas de 1 gramo cada uno, valiendo 5*20 el tubo, y también en cajas de 30 tabletas, pesando cada una 3 gramos, siendo, su precio el de pesetas 30*40. Las tabletas se trocean bien con un cuchillito o con unas tijeras. Las tabletas del tubo llevan una ranura en su parte central, que permite dividirlas en dos trozos de o'so gr. cada uno y las de la caja llevan tres ranuras que permiten hacer tres trozos de 1 gr. cada uno. Para desinfecciones. — Para simples desinfecciones generales o locales, la solución es de 1 por 2.000 (1 tableta en 2 litros de agua, o bien media tableta de 1 gramo en un litro de agua hervida y luego dejada enfriar hasta los 50 centígrados si es para desinfecciones locales). Para el lavado y desinfección de las incubadoras puede emplearse en solución al 1 por 5.000

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