TENDENCIAS. La biomasa como fuente de energía para granjas cunícolas
TENDENCIAS
Marisa Montes
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La BIOMASA como FUENTE de
ENERGÍA para granjas cunícolas
La biomasa, una fuente de energía
procedente de manera indirecta del sol,
puede ser una buena opción de cara al
ahorro en la factura de la calefacción
para las explotaciones agrarias, aunque
tiene algunas desventajas, como la
importante inversión inicial que requiere.
La biomasa es la forma más antigua de energía
explotada por la humanidad, -básicamente las ramas y
troncos de los árboles que al quemarlos producían luz
y calor-; una fuente renovable que en los próximos veinte
años, según los expertos, podría suministrar un octavo
del presupuesto energético mundial.
La biomasa, que puede definirse como la materia
orgánica -de origen vegetal o animal- que es capaz de
generar energía mediante la combustión directa, puede
englobar desde distintos tipos de maderas hasta
subproductos agrarios. Su aprovechamiento como fuente
de energía en las granjas consiste básicamente en
quemar el material orgánico para obtener energía térmica,
algo que, en función de la granja en la que nos
encontremos, puede servir tanto para la calefacción
como para la obtención de electricidad.
Teniendo en cuenta la situación actual en cuanto
a la energía -el precio cada vez más alarmante de la
electricidad y del gasoil- la biomasa se está convirtiendo
en una alternativa interesante a considerar por parte
del cunicultor, que incluso podría conseguir un complemento
de su renta aprovechando los subproductos
generados por el proceso de producción. Así, muchas
explotaciones aprovechan esta energía para su
autoconsumo pero también para vender combustibles:
astillas, cáscaras, etc.
Entre las muchas aplicaciones que puede tener la
biomasa, se encuentra la de servir de combustible para
las calderas de uso individual o colectivo. El desarrollo
de nuevas calderas automáticas, que se han equiparado
a las que funcionan con gas o gasoil, es lo que ha popularizado
la biomasa, que a diferencia de los anteriores,
ha mantenido su precio estable en los últimos años.
Ventajas y desventajas de los distintos
tipos de biomasa
La biomasa puede ser de tipo forestal -residuos
de explotaciones forestales-, de tipo agrícola -cásca-
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ras, piñas, huesos de aceituna o de melocotón,
etc.- o "pellets" - fabricados a partir
de serrín prensado-.
Podemos destacar los siguientes tipos:
-Leña. Tiene la ventaja de la disponibilidad,
pero el elevado coste y la difícil
automatización la hacen poco
recomendables para las explotaciones
agrarias.
-Astillas. Se trata de trozos de madera
de entre 1 y 4 centímetros. Permite
la regulación automática y tiene
un precio más bajo que el del "pellet",
pero dado que su nivel de humedad
es variable, también puede variar su
poder calorífico entre un pedido y
otro.
-Cáscaras de fruta seca: Permite la utilización
directa, ya que su
granulometría es muy regular. Por
ejemplo, la cáscara de almendra, de
piñas y piñones tienen una elevada
densidad energética y un fácil manejo
y almacenamiento. La de almendra
destaca especialmente por facilitar el
encendido y la estabilidad de la llama
y también genera pocas cenizas.
-Huesos de aceituna y de uva. Tienen
un precio estable, fácil abastecimiento
y bajo coste. Dos kilos de hueso tienen el mismo
poder calorífico que un litro de gasoil.
-"Pellet". Es el producto más homogéneo, el que
genera menos cenizas y el que ocupa menos lugar
de almacenaje -tres veces menos que la madera
maciza-. Pero suele ser más caro que el resto de
formas de biomasa. Sin embargo, es un 30% más
barato que el gasóleo. En cuanto al transporte,
combustión y limpieza, es perfectamente
automatizable -a diferencia de las calderas de leña,
que se llenan manualmente-.
El "pellet" destaca también por colaborar en la reducción
de gases invernadero a la atmósfera, ya que su
balance de emisiones de CO2 es neutro -el CO2 emitido
en la combustión es el que ha absorbido el árbol al
crecer-. Dos kilos de "pellet" equivalen a un litro de
gasoil. Su precio está en 0,180 euros/kg, el doble que
los 0,09 euros/kg de la astilla, pero bastante menos de
los 0,623 euros/litro que vale el gasoil. En cuanto al
coste de la energía, el pellet consume 0,036 euros/kwh;
la astilla 0,022 y el gasoil 0,065. Entre las desventajas
de este tipo de biomasa se encuentra la suciedad de las
calderas y el problema del almacenamiento.
Los antecedentes de las
modernas calderas de biomasa
Aunque en los últimos años las calderas
de biomasa han experimentado un
auge y han incorporado importantes avances,
en los años 60 este sistema ya estaba
ampliamente extendido entre las explotaciones
ganaderas españolas como sistema
de calefacción. En el mercado de entonces
destacaban modelos como los "Tomás" o
los "Reddis", que funcionaban sobre todo a
base de orujo o cáscaras de almendra. Estas
estufas antiguas ya destacaban por su
elevado poder calorífico, su gasto reducido
-las de gran tamaño necesitaban unos
60-80 kg/día de orujo de aceituna- y una
capacidad de carga del depósito que permitía
estar funcionando de forma autónoma
durante ocho horas.
También se utilizaba en España -sobre
todo los pequeños avicultores de
Castilla- el método "gloria", que consistía
en calentar el piso con aire caliente, a través
de un sistema de galerías que discurría
por debajo de él. Este sistema podía utilizar
como combustible hojarasca, cañas de
maíz o una mezcla de estos materiales con
paja o leña. Sin embargo, tenía los inconveniente
de desecar mucho el ambiente y
la frecuencia de carga que requerían, por lo
que no llegó a popularizarse en las explotaciones
industriales (1).
Elegir la caldera de biomasa
A la hora de elegir la caldera de biomasa que calentará
las instalaciones de la granja, debemos tener en
cuenta:
- El rendimiento: es deseable que sea superior
al 85%
- Sus emisiones de CO2: que estén situadas por
debajo de 200 mg/m3
- Su automatización, para reducir al máximo las
tareas de mantenimiento: si tiene posibilidad
de telecontrol, si regula la temperatura ambiente
de forma automática, etc.
Para potencias elevadas, desde 200 kw en adelante,
se suelen utilizar estufas policombustible, y cobran
importancia las de astilla forestal o subproductos agrícolas
que estén disponibles en las proximidades.
En los últimos años se han conseguido avances
en el aumento del rendimiento de las calderas, así como
en la reducción de las emisiones. De un 60% de rendi-
(1) Consultar la obra "Construcciones y Equipos Avícolas (J.A. Castelló,
1993), Ed. Real Escuela de Avicultura
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¿SABÍA QUE..?
España es uno de los mayores exportadores de
biomasa, principalmente de hueso de aceituna
España, que es la tercera potencia forestal de la
Unión Europea, sólo aprovecha 40% de su
potencial forestal para biomasa y bioproductos
El empleo de la biomasa como combustible para
calefacción puede suponer un ahorro del 50%
frente al gas o el gasóleo y un ahorro del 35%
frente al carbón
Gran parte de la población rural en los países
subdesarrollados, cerca del 50% de la población
mundial, aún depende de la biomasa tradicional,
principalmente de leña, como fuente
de energía primaria
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miento que ofrecían las primeras, ahora pueden encontrarse
algunas que llegan al 92%, pero hay grandes
diferencias en la calidad de los aparatos, que normalmente
se componen de un depósito de almacenaje, un
sistema de alimentación -el encargado de transportar
el combustible automáticamente a la caldera- y un quemador
-la caldera propiamente dicha, donde se quema
la biomasa-. A la hora de comprarla, hay que tener en
cuenta que el combustible se adecue al tipo de caldera
que tenemos, ya que en caso contrario podemos encontrarnos
con que consume más de lo que debería, que
genera más cenizas de la cuenta, etc. También es importante
antes de la inversión informarse acerca de
dónde están los proveedores de biomasa, ya que las
fábricas no se encuentran en todas partes.
Aspectos positivos y negativos de la
biomasa en relación a otros combustibles
Entre las ventajas de la biomasa, podemos resumir
las siguientes:
- Es una fuente de energía más barata que cualquier
energía fósil, por lo que reducirá los costes
de producción de las granjas, sobre todo en
las zonas especialmente frías, donde el gasto
en la factura de la calefacción es importante
- Es una energía que, bien gestionada, es abundante
e inagotable
- Tiene precios competitivos y estables
- Podría generar puestos de trabajo locales
- Genera menos emisiones nocivas que el gasoil
- Puede aprovechar los subproductos agrícolas
propios (ayuda a la autosuficiencia energética).
Pero también tiene desventajas:
- A veces tiene problemas de logística
- Requiere más espacio de almacenaje porque las
calderas de biomasa son mayores que las convencionales
- Obliga a un mantenimiento de la caldera, al tener
que retirarse las cenizas periódicamente, algo
que no ocurre en las de gasoil
- Coste elevado (aún con las ayudas, que se calculan
sobre el coste de la instalación)
Coste de una instalación de biomasa
Para calcular el coste de una instalación de biomasa
en una granja cunícola, hay que tener en cuenta tanto
el precio del combustible como su poder calórico.
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Tabla 2. Ayudas en España para instalaciones de biomasa (*)
(Fuente: Asociación para la Valorización Energética de la Biomasa de España, Avebiom, 2009)
Andalucía
Instalaciones de biomasa térmica. Para las pequeñas empresas
(menos de 50 trabajadores) la cuantía máxima
subvencionable es del 80%. Medianas (entre 50 y 250
trabajadores), hasta el 70%. El plazo continúa abierto hasta
el 30 de diciembre de 2014.
Cantabria
Concesión de subvenciones para el fomento de la extracción
de biomasa forestal residual en los bosques (Orden
DES/15/2009).
Aragón
Aprovechamiento de biomasa térmica. Intensidad de la ayuda:
30% del coste de referencia. No podrá ser superior al
80% para las pequeñas empresas, ni más del 70% para las
medianas.
Castilla La Mancha
Instalaciones de biomasa. Se toma como coste de referencia
una inversión máxima por unidad de potencia térmica
instalada de 600 euros/kw. Resolución de 16/09/2009-
DOCM 22-9-2009.
Asturias
Ayuda a la biomasa térmica. Subvención entre el 30 y el
45% del coste de referencia. Resolución de 6 de agosto de
2008. BOPA 13-8-2008).
Castilla y León
Las ayudas oscilan entre el 30 y el 40%. Entre las actuaciones
subvencionables se encuentran instalaciones térmicas
en ámbito residencial y servicios; instalaciones térmicas en
industria; biocombustibles, etc.
Baleares
Calderas de biomasa térmica. 150 euros por kilovatio térmico.
Aprovechamiento exclusivamente térmico: 220 euros/kw.
Maquinaria específica par el tratamiento de la biomasa mediante
astillado y empacado: en ningún caso la subvención
puede superar el 30% del coste aceptado.
Cataluña
Instalaciones de aprovechamiento de biomasa leñosa para
calefacción de edificios. Ayuda: 30%. Máximo: 6.000 euros
para chimeneas insertables y 600 euros/kw para calderas y
estufas.
Extremadura
Instalaciones de biomasa térmica: 30% del coste de
referencia. Inversión máxima de 600 euros/kw de potencia
instalada. Decreto 263/2008, de 29 de diciembre.
Navarra
Instalaciones conectadas al sistema de ACS y/calefacción:
25% del coste subvencionable. Calderas automáticas:
40%. Coste máximo subvencionable: 600 euros/kw instalado
salvo en calderas que usen astillas (en este caso, 800
euros/kw).
Galicia
Instalaciones para el calentamiento de un fluido mediante
calderas y equipos que funcionen con biomasa como combustible.
Cuantía máxima: 30% de la inversión. Se establece
una ayuda máxima de 30.000 euros.
La Rioja
Subvenciones en régimen de concurrencia para proyectos que
supongan el uso de fuentes de energía renovables (área biomasa).
El 30% del coste de referencia. Se tomará como coste
de referencia una inversión máxima de 600 euros/kw. Orden
33/2009, de 29 de septiembre.
Madrid
Aplicaciones para la utilización energética de la biomasa:
coste de los equipos, obra civil, aprovechamiento de la
biomasa y residuos (30% de la inversión). Orden de 10 de
agosto de 2009.
Comunidad Valenciana
Instalaciones para el aprovechamiento térmico y eléctrico de
residuos forestales, agrícolas, industriales o materia prima procedente
de cultivos. Equipos para astillado o empacado, maquinaria
para fabricación de pellets, calefacción, generación
de energía eléctrica, etc. Subvención a fondo perdido
de hasta el 45% del coste. Podrá incrementarse hasta un
10% para las medianas empresas y un 20% para pequeñas
(DOCV nº6041, 23/06/2009).
Murcia
Instalaciones de biomasa. Subvención de 600 euros/kw de
potencia instalada. Con carácter general: 30% del coste.
País Vasco
Instalaciones de aprovechamiento de biomasa térmica.
Como máximo el 30% del coste; el 35% en el caso de
calderas. Como máximo 100.000 euros.
(*) Estas ayudas pueden variar de un año a otro. Consultar con el organismo competente de cada comunidad autónoma
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Los productores de "pellets" en España
operan al 30 % de su capacidad
A pesar de que los fabricantes de calderas de
biomasa en España son pocos, contamos con
una importante red de instaladores que comercializan
equipos de marcas austriacas,
italianas y alemanas. Los que se dedican a la
producción de "pellets" no son más de 15 y
operan al 30% de su capacidad. Todo apunta a
que el mercado europeo de "pellets" se multiplicará
por diez antes de 2020, debido a la
demanda. En España, las comunidades que
más los usan son Andalucía -una de las más
dinámicas, con seis plantas de producción de
pellets-, Galicia y Castilla y León.
Veamos un caso práctico: para una granja de por
ejemplo 50x12 m y con una altura máxima de 2,50 m,
haría falta un generador de 175 KW para conseguir de
forma óptima unos 18ºC en el interior de la nave. Se
tiene en cuenta, además de que se tendrían que calentar
1.380 metros cúbicos, que la temperatura exterior
no bajaría de -5º. Este tipo de generador podría dar
hasta 15.000 metros cúbicos a la hora, y, según explica
José David Martínez, de la empresa valenciana Ensolev,
"el consumo de este generador trabajando en las mismas
condiciones del gasoil y teniendo en cuenta un precio
de 0,10 € para el hueso de aceituna, gastaría entre
12 y 14 toneladas dependiendo del frío que hiciese, lo
que traducido económicamente serían entre 1.200 y
1.400 euros al año".
Por tanto, el precio de esta instalación llave en
mano, poniendo que la granja cunícola estuviera situada
a menos de 100 kilómetros de Valencia, sería de
14.365 euros más IVA, más el coste que pueda suponer
hacer una pequeña caseta fuera de la granja, si no
la tiene.
Suponiendo que las ayudas autonómicas sean del
30%, el coste sería 10.055 euros, y esta cantidad es la
que tendría que amortizar. Siguiendo nuestro ejemplo,
si gasta 3.500 euros anuales con gasoil, y con biomasa
va a gastar 1.400€, ahorraría 2.100 euros anuales, que
en 4,5 años le amortizarían la instalación. Si la granja
estuviera en Valencia, donde las ayudas son del 50%,
en 3,5 años la tendría amortizada.
En resumen, mientras más diferencia haya entre el
precio de la energía generada por la biomasa y la generada
a partir del gasoil -hay que tener en cuenta que el
precio del gasoil sube de manera más vertiginosa cada
año- más rápido amortizaremos la operación. También
influirán aspectos como la ubicación de la granja -si está
en una zona fría, que obligue a gastar mucho combustible,
se amortizará antes-, el tamaño de la explotación,
el mantenimiento de la biomasa en niveles más o menos
estables y la cuantía de la subvención, que puede
variar mucho de una comunidad a otra.