Todo cunicultor debería profesionalizarse
mediante la formación y el apoyo técnico.
Formar grupos en clubes, asociaciones o
cooperativas puede resultar beneficioso por
cuanto se intercambian experiencias y se busca
la unión para la compra de insumos o la venta
de animales.
La problemática experimentada por un
cunicultor y su solución, no son necesariamente
trasladables a otro cunicultor por cercana que
tenga su granja. Cada granja de conejos es un
mundo y cada problema debe ser analizado y
tratado particularmente. Si un alimento no me
funciona, es posible que el mismo alimento sí
funcione a la granja vecina. Si tengo problema
de diarreas en el engorde y un producto X las
corrige, no necesariamente el mismo producto
X, las va a solucionar en la granja vecina. Si
mis conejas no quieren aceptar al macho, es
posible que en la granja vecina sí sean
receptivas. Y así seguiríamos con infinidad de
ejemplos.
La rentabilidad de las granjas cunícolas
depende de numerosas variables, siendo
especialmente gravosas en las cuentas de
explotación las amortizaciones realizadas sobre
construcciones, material y equipo.
Además de estructurar la granja para
adaptarla a un sistema óptimo de manejo y
manejar en bandas las operaciones diarias, las
otras formas de mejorar la rentabilidad de las
granjas de conejos son:
• Producir más con el mismo equipo
(material y humano)
• Buscar cómo rebajar el costo del alimento
(no confundir con el coste del Kg. de
alimento)
• Pagar mínimos intereses del capital
invertido (subvenciones, promociones,
ayudas, etc.)
• Ajustar al máximo las inversiones (tipo
de nave, modelo de jaula, etc.)
• Procurar vender la producción al mejor
precio