SOLUCIONES DE VERANO:
Medidas de lucha clásicas contra el calor
Yolanda del Olmo
Veterinaria. Grupo Super Feed
www.tierradeconejos.es
Las altas temperaturas que se registran durante el periodo estival afectan negativamente a la producción de conejos, tanto en madres como en machos y en engorde.
El conejo es una especie mediterránea, perfectamente adaptada a las temperaturas propias de esta zona. Pero si hablamos del conejo como especie ganadera, la situación varía. La selección moderna para producción industrial ha llevado a estirpes con desarrollo muscular desproporcionado, con más carne.
Pero no se ha seleccionado para mayor capacidad respiratoria, uno de los principales mecanismos corporales de lucha contra el calor. Hay que tener en cuenta que la selección genética del conejo se ha llevado a cabo sobre todo en países europeos, donde las temperaturas no son comparables al clima mediterráneo.
Influencia de la temperatura sobre la producción y calidad del esperma.
Temperatura |
18°C |
33°C (durante 12 horas) |
33°C (durante 24 horas) |
Volumen del esperma, ml |
3,4 |
2,2 |
1,2 |
Concentración del esperma (x 10.000 cm3) |
107 |
53 |
33 |
Líbido |
Normal |
Débil |
Inexistente |
En general, a partir de 25ºC hay un aumento de la temperatura corporal del conejo, con disminución de ingesta, y por tanto, de rendimientos productivos y reproductivos. A partir de 35ºC, el conejo es incapaz de combatir el calor, produciéndose muertes por “golpe de calor”.
En engorde encontramos problemas debido al calor, como puede ser una disminución de la velocidad de crecimiento o el empeoramiento del rendimiento de la canal.
En conejas, las altas temperaturas ocasionan reducción de los índices productivos:
En machos, los efectos de las altas temperaturas se traducen en:
En engorde encontramos:
Cómo prevenir los efectos negativos de las altas temperaturas
En cuanto a los animales, y sobre todo en reproductoras, podemos prevenir los efectos negativos de la reducción de ingesta debida al calor utilizando piensos de alta concentración energética, con grasas añadidas y reforzados en vitaminas, oligoelementos y aminoácidos.
“A partir de 25ºC hay un aumento de la temperatura corporal del conejo, con disminución de ingesta y de rendimientos productivos. A partir de 35ºC, el conejo es incapaz de combatir el calor, produciéndose muertes por “golpe de calor”
Actualmente, tenemos a nuestro alcance la biotecnología nutricional vinculada a la fitoterapia. Extractos naturales que actúan sobre el sistema nervioso, capaces de prevenir el estrés por calor, probado con éxito en vacas lecheras.
En machos es aconsejable efectuar las cubriciones o las extracciones de semen para inseminación artificial en las primeras horas de la mañana, para evitar las horas de calor.
A nivel de medio ambiente podemos prevenir las altas temperaturas con técnicas fáciles de manejo, como son:
En las naves se puede:
También podemos utilizar tratamientos terapéuticos vía agua:
Consejos nutricionales frente al calor
En verano se produce un descenso de la productividad de la granja que se alarga hasta el otoño. El conejo industrial soporta mal el calor y elimina el exceso con mucha más dificultad que otros animales.
El efecto más grave del calor para la explotación industrial es la disminución de la ingesta. Cuando la temperatura sube de 20 a 30 ºC, la reducción de consumo puede llegar del 30 al 50% de la ingesta habitual.
“Actualmente, tenemos a nuestro alcance la biotecnología nutricional vinculada a la fitoterapia. Extractos naturales que actúan sobre el sistema nervioso, capaces de prevenir el estrés por calor, probado con éxito en vacas lecheras”
Así, el animal dispone de menos principios nutritivos (energía y proteínas), debilitándose en general, disminuyendo el rendimiento y siendo más propenso a contraer enfermedades.
También dispone de menor cantidad de vitaminas y minerales, lo que se traduce en síntomas de debilidad bien conocidos: mal de patas, disminución de la fertilidad…, todo ello con consecuencias negativas para los resultados económicos.
En machos, los efectos de las altas temperaturas se traducen en una disminución de la calidad y cantidad de esperma y también de la líbido.
En las reproductoras la reducción del consumo de nutrientes supone un debilitamiento orgánico general que se traduce en la disminución de la fertilidad. Además aumenta la mortalidad embrionaria, que supone un menor número de crías por camada en el momento del nacimiento. Baja también la producción de leche de las madres, llevando a un debilitamiento general de las crías, un aumento de la mortalidad perinatal y un menor peso al destete. El calor hace disminuir todos los parámetros de productividad de las reproductoras. Debido a la insuficiente alimentación, las madres adelgazan y se deteriora su estado general de salud, dando lugar a enfermedades de las patas y un debilitamiento general.
Por tanto, en el periodo más cálido del año la reproducción padece una grave reducción, y sus consecuencias se manifiestan hasta el otoño, pues las conejas superan el estrés del calor muy lentamente.
Podemos prevenir los efectos negativos de la reducción de ingesta debida al calor utilizando piensos de alta concentración energética, con grasas añadidas y reforzados en vitaminas, oligoelementos y aminoácidos.
Ya en los años 80 del pasado siglo, los hallazgos del Dr. Fernández Carmona y Gerardo Santomá asociaron la nutrición a condiciones ambientales, que fueron una aportación a la cunicultura mundial. Se establecieron las primeras granjas europeas especializadas en alimentación de verano con piensos de alta concentración energética.
“En el periodo más cálido del año la reproducción padece una grave reducción, y sus consecuencias se manifiestan hasta el otoño, pues las conejas superan el estrés del calor muy lentamente”
En los últimos años, con reproductoras híbridas hiperprolíficas e hiperproductivas con altas necesidades energéticas, la alimentación de verano se ha instalado en las granjas industriales durante todo el año. Cuando llega el periodo estival, elevar la concentración energética de la ración para compensar la disminución de ingesta no es factible. Ahora tenemos que proporcionar a las conejas una primavera constante, con temperaturas controladas durante todo el año, naves cerradas y refrigeración en verano. Hemos mejorado la genética y la alimentación. El siguiente paso es la mejora de las instalaciones. •
Orientación de la nave.
Influencia de la temperatura sobre los resultados zootécnicos, a un peso final de 2.400 g (Eberhart, 1980).
Efectos de la temperatura sobre la ingesta (Prud’hon, 1976).