Cómo controlar las moscas en las granjas de conejos
Javier Tabares
Enrique Ruiz
Zotal Laboratorios
Controlar la población de mosca doméstica o mosca común, “Musca domestica”, resulta una actividad imprescindible en nuestra explotación de conejos, ya que se ha convertido en una plaga prácticamente presente durante todo el año gracias a la adaptación de la mosca a casi todo tipo de climas, confiriéndole una gran resistencia desde este punto de vista. Su pequeño tamaño le permite gastar poca energía en su actividad diaria y la existencia de materia orgánica y basuras de forma habitual en cualquier entorno ha creado una mosca con gran capacidad de resistencia y de difícil control.
La ventilación es clave para que se seque el estiércol. Además, las moscas evitan las corrientes de aire.
No pretendamos eliminar la mosca de nuestra granja de conejos, pues se convertiría en una empresa bastante complicada o más bien imposible. Centrémonos en el control de la población de este díptero para que no se convierta en plaga ni interfiera en los ciclos de producción de los animales.
Ciclo de vida de la mosca doméstica
Conocer el ciclo de vida de la mosca nos va a ayudar a controlar la población de moscas en nuestras explotaciones cunícolas.
Las larvas eclosionan de 12 a 24 horas después de la deposición de los huevos y se desarrollan dentro de 5 a 8 días en el estiércol dependiendo de la temperatura y el contenido nutricional del estiércol. Hasta 10.000 larvas se pueden desarrollar en 1 kg de estiércol. La pupación tiene lugar en un pupario y dura entre 3 y 4 días a 30 ºC ó unos 17 a 27 días a 14ºC.
Hay que limpiar con regularidad y frecuencia bajo las jaulas.
Comportamiento y hábitat de la mosca
Si conocemos el comportamiento y la localización habitual de la mosca doméstica tenemos mucho ganado para llevar a cabo nuestro programa de control.
Estos insectos se reproducen en basuras, estiércoles, excreciones, aguas residuales y estancadas y en general en materia orgánica en descomposición.
Suelen pasar el día durante las horas de luz cerca de las fuentes de alimento y de los lugares de reproducción y durante la noche reposan en cielos rasos, partes superiores de las paredes y en superficies ásperas.
Es muy importante retirar e incinerar los animales muertos y mantener cerrado el depósito de cadáveres.
Vamos a enumerar a continuación las principales localizaciones de las moscas en una granja de conejos:
1. Zonas de cría de moscas – estiércol
2. Zonas de cría / alimentación de moscas – pienso
3. Otras zonas de aglomeración de moscas
Medidas de control
Si bien hay una tolerancia entre 1 a 5 moscas por animal en condiciones normales, que no alteran su bienestar, es decir la erradicación completa de la población de moscas es imposible, vamos a distinguir entre dos medidas a llevar a cabo para controlar estos dípteros en nuestra granja de conejos: medidas de manejo y medidas químicas. No hay una medida más importante que la otra, sino más bien son complementarias, lo que significa que sin una o sin la otra los resultados obtenidos nunca serán los esperados.
El uso masivo de los productos químicos están resultando en moscas cada vez más resistentes, por lo que la rotación de los activos que se usan es fundamental.
Medidas de manejo: estas medidas implican actuar en diversas localizaciones de la explotación:
Pienso
Otros
Control químico
Como hemos dicho anteriormente el uso de insecticidas químicos para el control de la mosca en granjas de conejos debe ser complementario a las medidas físicas o de manejo que hemos comentado en el epígrafe anterior. Este control físico debe garantizar un nivel sanitario elevado, con el fin de minimizar el riesgo de una infestación importante de moscas en nuestra explotación.
Una de las medidas más importantes para el control de moscas es no sobrecargar las zonas de almacenamiento del estiércol.
Deben tenerse en cuenta las siguientes premisas, además del óptimo estado sanitario, antes de empezar a aplicar insecticidas:
Como conclusión, el control de moscas en granjas de conejo se basa en poner en marcha un protocolo rutinario de actuación con monitorización durante todo el año y aplicación de medidas de manejo y químicas en toda la explotación. •