Patxi Abós

Presidente de CONACUN

En la última reunión de la Federación de Asociaciones de Cunicultores de Cataluña lo hemos visto de reunión en reunión con otros representantes del sector. ¿Qué les preocupa?

La junta directiva de CONACUN tenía que reunirse, pero aprovechando el encuentro se invitó a otros representantes de algunas otras asociaciones que habían acudido a las jornadas, porque si CONACUN toma una decisión importante es mejor que tenga consenso en el resto del sector. La problemática que tenemos es el monopolio que está ejerciendo el Grupo, que hace que el precio que se está creando para el conejo es sólo el que interesa a esa empresa. Los otros mataderos actúan en consecuencia, porque ninguno quiere comprar más caro que su competidor. La situación que hemos tenido hasta ahora era que teníamos a las mismas personas de siempre dirigiendo CONACUN, INTERCUN y manipulando a las lonjas.

;Este año sorprendía al sector el cierre de la Lonja Ibérica y el inicio de negociaciones para constituir una nueva más transparente. ¿Se podrá solucionar finalmente este problema con las lonjas?

Lo veo difícil, porque hemos tenido ya muchas reuniones. Hace unos meses lo veía posible; ahora difícil, por las negativas que hemos tenido. A los grandes mataderos no les interesa que una lonja refleje la oferta y la demanda. Pero sí que hay interés en crear una asociación de productores, que sería lo que haría falta para poner en marcha otra lonja que muestre la situación real del mercado, porque no puede ser que haya ofertas en un momento en que falta conejo. La prueba de que la promoción y las ofertas llamativas no sirven para vender conejo es que los mostradores de las carnicerías no están llenos. Hasta ahora, sólo han servido para que el Carrefour de turno pueda imprimir un folleto con una oferta de carne de conejo, aunque luego ponga a la venta sólo cuatro canales. Estas promociones benefician al establecimiento, no al producto.

Tras los últimos cambios de caras visibles en el sector, algunas asociaciones –como las del País Vasco y Navarra- han solicitado la baja en CONACUN. Luego también ha trascendido que han creado otra asociación de productores que ha solicitado su entrada en INTERCUN. ¿Qué lectura hace de estos movimientos?

Inicialmente solicitaron la baja País Vasco y Navarra, que curiosamente fue en el trascurso de la reunión que manteníamos, sin que aún lo hubieran podido consultar con sus socios, así que se puede imaginar el nivel de manipulación que tienen estos representantes. Yo jamás he hablado con ningún cunicultor de la zona que no sea sus representantes. Se están quitando la careta de una manera... Esto ocurrió en marzo, en la primera asamblea que yo convocaba como presidente, o sea, que no pueden decir que se fueron por discrepancias. Ellos, por su parte, han hecho correr el rumor de que se les ha dejado al margen. Pero la cosa no acaba aquí. Este mes pasado, a raíz de la nueva asociación promovida por Hermi, País Vasco y Navarra, se van dos asociaciones más, la de La Rioja y otra de Segovia que opera bastante en Castilla. ¿Razonamiento? Ninguno. El motivo que creemos nosotros es que indirectamente se sienten presionados por el Grupo Hermi.

Cuando tomó posesión de su cargo como presidente de CONACUN hace unos meses, ¿cómo afrontaba la responsabilidad?

Con preocupación, por el malestar que había en el sector. Y así se ha demostrado luego. Ahora se ha escenificado, pero antes se intuía esta desunión. Sin embargo, me sentí muy apoyado por los miembros de la Mesa y la mayoría de asociaciones. Quise dejar claro que no aglutinaría en mi persona todas las representaciones que sumaba el anterior presidente.

¿Su objetivo como presidente de CONACUN?

A día de hoy, el único objetivo que me planteo es la rentabilidad de las explotaciones, y esto sólo será posible con una lonja que refleje la realidad, o bien a través de una organización de productores que regule el exceso de producción.

Otro tema que esgrimió como objetivo de su mandato fue fomentar el consumo de carne de conejo. ¿Pero eso no lo estaba haciendo ya INTERCUN?

Fomentar el consumo, sí, pero no en la línea que se ha estado haciendo. Sí hay que hacerlo en grupos de personas que no lo consumen. El consumo de conejo en España es bastante estable, el problema es que no aparecen consumidores nuevos, por eso las campañas no han sido las correctas. Hay que meter la carne de conejo en las residencias, los colegios. El conejo está indicado para cualquier dieta, pero curiosamente no hay tradición de incluirlo en estos menús. El dinero de los cunicultores estaría mejor invertido subvencionando esta operación, mejor que gastándolo en cuñas de radio.

Siempre se ha dicho que los jóvenes no comen conejo… ¿No se puede revertir esta situación?

Es un tema de hábito. El que de pequeño ha comido conejo, de mayor lo sigue comiendo. Es un hábito cultural: lo que el niño ve en casa lo repite de adulto. Esa generación que tenemos de fieles consumidores de conejo responde a la gente que consumió conejo toda su vida, porque todo el mundo tenía un conejar. Pero luego llegaron los años en los que la gente empezó a comer fuera de casa, a preferir comidas rápidas… y el guiso de la madre de toda la vida se dejó de hacer.

Usted procede de Acuniosca, que es una asociación con bastante solera en el sector. ¿Qué fuerza real tienen las asociaciones hoy día?

Hay de todo. Algunas sólo están como aspectos decorativos, pero todas concentran las opiniones del sector. Los cunicultores no están integrados; las granjas son islas, así que las asociaciones son sitios para poner muchas cosas en común. Lo único que le falta a las asociaciones es fuerza económica.

Ha ido ampliando poco a poco su explotación hasta llegar a las 1.300 conejas. ¿Aquí se planta?

Empecé en 1996 con 250 hembras, pero vi que no me podía ganar la vida, así que lo compaginé con un trabajo que no tenía nada que ver. Decidí duplicar, pero tampoco, hasta que el año pasado compré una granja que cerró. Todo esto demuestra que con el paso de los años se han tenido que gestionar un mayor número de hembras para mantener a una familia, pero creo que se ha llegado al límite. Van saliendo adelantos técnicos como la inseminación o el racionalizar las bandas, pero ya no sé qué más nos podríamos sacar de la chistera. •