La Generalitat de Cataluña repasa en una jornada los requisitos que deben cumplir las explotaciones cunícolas
La Generalitat de Cataluña, en colaboración con el IRTA, organizó el pasado 18 de noviembre una jornada técnica para actualizar los requisitos y responsabilidades que deben cumplir las explotaciones cunícolas, a la que asistieron más de 40 personas, entre cunicultores, veterinarios y técnicos del sector.
El Subdirector General de Ganadería, Joaquim Xifra, el encargado de presentar la jornada, se refirió a las denuncias de granjas de conejos presentadas por la organización Igualdad Animal, e informó a los presentes de que se revisaron todas ellas, llegando a la conclusión de que en realidad “había muy pocos incumplimientos”, aunque reconoció que “había algunos en temas de bioseguridad e higiene”. También se hizo referencia al momento delicado que vive el sector de competencia de las lonjas y de cómo se está organizando el sector en grandes cooperativas, por ejemplo en Galicia. Sobre el tema de la exportación, Xifra aseguró que se está trabajando con el MAGRAMA para abrir mercados en Brasil o Turquía, pero que está siendo complicado.
La jefa de servicio de Ordenación Ganadera, Montse Álamos, fue la primera ponente, repasando el Nuevo decreto de explotaciones ganaderas de la Generalitat, así como la tramitación y requisitos mínimos que hacen falta para el registro de explotaciones cunícolas. Álamos recordó que el decreto se hizo este pasado 25 de marzo con el objetivo de simplificar las normas existentes sobre producción de conejo, de cerdo, etc., ya que llegó un momento en que no se sabía qué normativa se tenía que aplicar (también hay normativas de la UE). El decreto recogió todos los requisitos que se debían cumplir de todas las leyes y lo adaptó a la situación en Cataluña.
Montse Álamos recordó que España dispone de 3.600 explotaciones cunícolas, de las cuales 2.500 son de engorde. Respecto a la estructura del sector catalán, informó de las 1.636 explotaciones que existen en toda Cataluña, siendo las comarcas más cunícolas el Bages, Osona, Berguedà, Solsonès, Baix Ebre y Garrotxa. También comentó lo problemática que es en Cataluña la gestión del nitrógeno aportado por las deyecciones, aunque el conejo no es precisamente la especie más problemática. “El nitrógeno está limitando la ampliación de las explotaciones”, explicó Álamos, que además refrescó la memoria acerca de las condiciones de ubicación de la granja -500 m de explotaciones cunícolas o mataderos, 50 m de autopistas y ferrocarriles y 1.000 m de plantas SANDACH-; cómo debía ser la valla perimetral, la gestión de deyecciones y cadáveres… Además, hizo especial hincapié en la formación del personal que trabaja en las granjas, que a menudo son extranjeros, no entienden el idioma y rotan bastante.
Álamos también fue la encargada de hablar sobre Buenas prácticas de higiene en la producción de conejos. Planes y registros para garantizar la seguridad alimentaria, ponencia que tocó temas como el control de plagas, la gestión de productos peligrosos y residuos y las operaciones de limpieza (limpieza previa+limpieza profunda+desinfectante). Incidió en que hay que evitar la entrada de vehículos y limitar el número de visitas, identificar correctamente con su etiqueta y el envase original los productos peligrosos y biocidas, tener a los animales domésticos controlados sin que entren en contacto con los de producción y mantener el agua de bebida limpia (hay explotaciones que tratan el agua; se recomienda el análisis de la misma para comprobar su estado).
Montse Álamos: “El nitrógeno está limitando la ampliación de las explotaciones”
La ponencia que quizás captó más la atención del público fue la de Concepto y puntos críticos en conejos, a cargo de Antoni Dalmau, del IRTA, que consiguió explicar aspectos importantes de bienestar animal a través de un lenguaje cercano, y divertir a los presentes con sus ejemplos, gesticulaciones y ocurrencias. Dalmau habló del estrés, que es una respuesta del conejo para la supervivencia, con lo que en principio no es negativa, aunque podría llegar a serlo e incluso provocar la muerte. El quid de la cuestión es, según Dalmau, evitar los factores que provocan el estrés, que provocan lesiones y enfermedades y afectan al redimiento productivo (peso, capacidad reproductiva…). Explicó que los momentos más delicados para el conejo son el nacimiento y el transporte para el sacrificio, y que las principales causas de mortalidad se deben a enteropatías, enfermedades respiratorias y mixomatosis.
Dalmau se mostró convencido de que una alimentación restringida ayuda a reducir la mortalidad, y por ello mostró los resultados de un estudio efectuado por el IRTA. También recomendó el uso de reposapatas para evitar heridas, ya que el conejo se pasa toda su vida echado sobre la misma superficie de la jaula, lo que le puede provocar problemas circulatorios. Por último, trató el tema del aturdido.
Eva Soler habló del Uso racional de los medicamentos, recordando a los cunicultores que tienen la obligación de guardar las recetas veterinarias durante 5 años, conocer el tiempo de espera, conservar en la nevera los que necesiten refrigeración y tener los piensos medicamentosos separados del resto de piensos en la explotación, así como llevar al día un registro de los tratamientos veterinarios, ya sea en papel o informático.
A continuación fue el turno de Cristina Massot, del Servicio de prevención y Salud Animal, que disertó sobre los Programas sanitarios en explotaciones de conejos, y que comentó aspectos como los requisitos sanitarios para los movimientos de los animales o el plan de vigilancia de la mixomatosis y de la enfermedad vírica hemorrágica. En este sentido, recordó que las enfermedades tienen estacionalidad, y que las autoridades realizan visitas aleatorias –este año en Cataluña se han hecho a 54 granjas-. Si se encuentran síntomas compatibles, se recopila la información de la enfermedad y se toman muestras para su análisis. En el caso de la vírica, explicó que para saber si es nueva variante o no se deben enviar las muestras a Madrid, porque en Cataluña no es posible hacer la secuenciación genómica. Asimismo, recordó que ante un posible brote de enfermedad, el cunicultor debe comunicarlo al Departament d’Agricultura, retirar los cadáveres con una bolsa hermética, no llevarle los gazapos de conejas muertas a otras conejas, ni aprovechar el pienso de jaulas o animales muertos.
La última intervención fue la de Xavier Mora, que habló sobre la Gestión de las explotaciones cunícolas. Recomendó ir ampliando cada año, aumentando la rentabilidad, ya que “si no se aumenta el número de madres es imposible que el negocio rente”.
También hizo alusión a posibles ideas para aportar un valor añadido al mercado: “podría ser la piel, algún subproducto, ofrecer troceados, producir conejo diferenciado, etc”. Otro consejo que dio fue reducir las tareas prescindibles, pero no las imprescindibles, como la de apuntar los datos de la granja. •