25 VERANOS con alimentación especializada
Carlos Contera
Veterinario. Presidente de ASEMUCE
www.tierradeconejos.es
Se han cumplido ya veinticinco años de la implantación de una técnica de éxito en cunicultura. En 1989 nació en España la alimentación especializada de las conejas de producción para la época de altas temperaturas. Una propuesta innovadora para el conejo que en el transcurso de los años todo el mundo adoptó.
Los años ochenta del siglo XX recogieron la mayor parte de las transformaciones nutricionales que esperaban a la cunicultura industrial a lo largo de su historia. Los mejores investigadores mundiales se esforzaron en aquella época por atribuir coeficientes de digestibilidad a cada uno de los ingredientes. En aquel momento se publicó el libro INRA de alimentación de monográstricos, el libro de la Asociación Francesa de Cunicultura (Lebas y Henaff) y el libro de Carlos de Blas sobre alimentación del conejo. Venimos del congreso mundial de Roma para celebrar el congreso mundial de Budapest, brillante en lo que a alimentación, manejo y reproducción se refiere. Entre tales eventos, se producen reuniones-país muy interesantes. Podríamos hablar del Simavip, de los congresos ASPA, los Symposiums españoles. Especialmente destacables, las reuniones –históricas, a mi modo de entender- en Madrid y Valencia que protagonizan las dos escuelas de ingenieros agrónomos, en 1983 y 1984.
Realmente, la sucesión de informaciones técnicas enriquecía el mundo industrial y como consecuencia, los planes de alimentación de las empresas conseguían mejorar en resultados y rendimientos por momentos. Los trabajos de Gerardo Santomá sobre el papel de las grasas en alimentación de la coneja fueron enseguida implantados por la industria. Los mensajes acerca de almidón de F. Lebas eran seguidos a rajatabla por entonces. Y sin embargo, el modo de alimentar la coneja propuesto por los técnicos de campo seguía siendo lineal, la misma separación por fases productivas todo el año. La empresa más innovadora del momento en cunicultura pasaba por ser Purina en España y en el resto del mundo. Sus técnicos absorbieron las noticias técnicas y el resultado fue una propuesta de más energía y proteína digestible en hembras de lactación, que se presentó en 1987 sin acabar de rematar en el resultado técnico-económico esperado. Ante los diferentes sobresaltos que provocaba el subidón de energía y proteína en madres de producción media, los prácticos de la casa se refugiaron en sus productos clásicos. Y al año siguiente, yo mismo me incorporé a aquella plantilla como responsable de cunicultura. Me encontré de frente con el ‘Conejina Mater’ postrado en las estadísiticas y repleto de un sarpullido de enterotoxemias. Ni que decir tiene que la disyuntiva se planteó enseguida: enterrar al enfermo o acometer tareas de resurrección.
Doctor Finzi, Profesor Fernández Carmona y Doctor Lebas, en la reunión técnica de Treviso.
Ingesta estacional de energía digestible en reproductoras.
La solución era el verano. El equipo comercial no había entendido bien el conjunto de innovaciones que incorporó el Dr. Valentin Rosell a la nutrición de las conejas. Para un veterinario formado en equipos de avicultura la propuesta resultó sencilla: alimentación estacional, como en las gallinas ponedoras. Cuando suben las temperaturas, se necesita concentrar la dieta porque la ingesta se reduce en paralelo a la subida del mercurio. Procedo seguramente del equipo de avicultura industrial más brillante que jamás se ha conjuntado en nuestro país: Piat, Atienza, Velasco, Tovar, Hernando. Aquellos super-expertos no se habían equivocado con esta estrategia. Así que para mí no cabía el error. Aplicamos en definitiva una máxima del marketing: combinar las mejoras de la investigación en beneficio del granjero, nuestro cliente.
En la puesta en marcha de un programa para alimentación estacional confluyeron varios factores determinantes. En primer lugar, la capacidad de elevar las calorías con dietas limitadas en almidones, merced al uso de grasas y aceites en dietas para conejas, conseguimos estimular la producción de leche y elevar el contenido en energía digestible de la dieta para paliar la fuerte reducción de ingesta en los días centrales del verano. El segundo descubrimiento decisivo viene a producirse gracias a la señora Bataglini en su búsqueda de valores nutricionales de diferentes materias primas. Resultó comprobado que la coneja responde a las altas temperaturas con coeficientes de digestibilidad diferentes al resto del año.
Los postulados del Prof. Fernández Carmona asociaron nutrición a condiciones ambientales. Su charla de junio de 1984 en Valencia abrió la puerta a una visión nueva de la cunicultura como actividad estacional, que atrajo la atención de los expertos mundiales en Budapest (1988) con tres ponencias.
Es un hallazgo de primera importancia porque establece que el metabolismo digestivo de la coneja cambia con la temperatura ambiente. La maravillosa especie cunícola demostraba a la ciencia su enorme capacidad de adaptación. No sólo se adapta en actitudes y conductas frente al calor, también en su respuesta metabólica con un mayor aprovechamiento de la proteína y la fibra cuando en el campo y en la naturaleza han desaparecido los brotes verdes primaverales.
Póster de Purina
El tercer paquete de noticias técnicas proviene de las investigaciones del profesor Fernández Carmona y su equipo (Simplicio, Cervera, Blas, Pascual). Ya en 1984 su charla en el II Curso de Cunicultura trató de las condiciones ambientales relacionadas con la nutrición. Al margen de las reacciones fisiológicas como la propia ingesta, la frecuencia respiratoria, jadeo, conducta ligada a la temperatura, el equipo de Fernández Carmona durante años estudió la fisiología, lactación y crecimiento, en una cámara calórica de cría que ha sido una fuerte aportación original al panorama mundial. En su charla de aquel 14 de junio de 1984 era la primera vez que yo observaba un foco real sobre la relación entre ambiente y nutrición: “las camadas lactantes de julio a febrero diferencias sus pesos a 21 días de lactación hasta en 900 gr”. Más tarde coincidimos en el curso de la Universidad Central de Venezuela, para hablar de alimentación en Maracay. Y en el mismo año 1988 en el Congreso Mundial de Budapest en que la participación del equipo de Valencia fue muy brillante.
Ingesta estacional de proteína digestible en reproductoras.
El caso de la alimentación especializada estacional para las conejas de producción revela lo importante del concepto “marketing” en la industria de piensos. Resultó que un fuerte colectivo de investigadores -como hemos visto- nunca propuso variar el programa nutricional de las conejas, que en aquellos años seguía lineal todo el año. Ha sido la industria, en este caso los responsables de producto quienes hicieron ese trabajo necesario de conexión entre la investigación y la aplicación. El gerente de marketing actuó una vez más como el eslabón de enganche entre el I+D y la granja, entre las muchas pistas que dieron los investigadores y la fábrica del alimento.
Digestibilidad |
Proteína |
Energía |
Fibra |
Invierno |
66% |
59% |
70% |
Verano |
72% |
55% |
84% |
Diferencia |
+8% |
-6% |
+20% |
Bataglini-Grandi, 1988 |
Nuestra presentación Alimentación de la coneja con altas temperaturas a los gerentes de Purina estaba basada en la idea central de reducción del consumo en verano entre un 20 y 40% de la ingesta. La tecnología nos permitía casi compensar las fracciones digestibles de proteína y energía con el uso de alimentos especializados en la estación. Supuso mejorar alrededor del 15% respecto a la alimentación convencional. Y también tenía repercusiones de rentabilidad al granjero que Purina -siempre didáctica en términos de economía- intentó difundir en la primavera de 1989. Más de cincuenta reuniones con un millar de ganaderos y un sinfín de entrenamientos personales colocaron la alimentación estacional como práctica necesaria en las granjas españolas de aquellos años, bastantes deficientes en aislamiento y refrigeración.
Orientación de la nave.
La fisiología digestiva fue el centro de nuestra primera idea y el argumento que los profesionales aprovecharon realmente para cambiar la nutrición en sus granjas a partir del 15 de mayo, como rezaba el consejo de Purina en aquellos años iniciales. Luego el mensaje se fue enriqueciendo (y a la vez difuminándose) con argumentos de bienestar, aprovechamiento de la energía, crecimiento estacional. El paquete ‘nutrición verano’ debe completarse con dossieres y actuaciones en manejo de locales, termorregulación de las naves, orientación y sombreo, cloración de aguas, elección de reproductoras, antipiréticos, manejo de los machos, etc.
ESTRÉS LUMÍNICO
¿Está vigente la alimentación estival hoy? La alimentación moderna responde ahora a un techo sobrevenido a los nutricionistas por vía de la revolución genética de la especie. Hembras hiperprolíficas requieren una alimentación concentrada todo el año. Sus niveles de energía y proteína digestibles hacen difícil la inclusión de más concentrados en verano. Aunque, por sí mismas, las instalaciones cada día son más autónomas, se van cerrando más en granjas grandes y la eterna primavera consigue un ambiente ajeno a las oscilaciones externas. Las últimas técnicas nutricionales frente a las altas temperaturas han redirigido su centro de acción. Están inspiradas en la fitoterapeútica. Extractos vegetales capaces de combatir el estrés térmico actuando en el hipotálamo y reequilibrando la producción de hormonas en animales de altas producciones. La zootecnia ligada a las altas temperaturas constituye un mundo aún por descubrir. •