Vacunaciones contra mixomatosis
Juan Rosell
Doctor en Veterinaria
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Introducción
El año pasado publiqué unas notas en Cunicultura nº 223, acerca de “Cómo vacunaron los productores sus conejos, España, 2010-2013”. A partir de una encuesta hecha a través de 2000 visitas a 270 granjas, en esos años, mi conclusión fue que los productores aplicaron muchas vacunas. En estos últimos meses he visitado algunos casos de mixomatosis, que me han recordado un principio: no se pueden simplificar los aspectos relacionados con su control y pronóstico.
Así lo siento, a pesar de la dilatada experiencia: mis primeras notas acerca de mixomatosis, en colaboración con el Dr. José Luis Argüello, las publicamos en 1978 (*). No obstante, me parece oportuno recordar los elementos clave del control de esta enfermedad y responder a una pregunta: aplicamos muchas vacunas a los conejos, sí, pero ¿vacunamos mucho y bien?
Mixomatosis: estemos en alerta todo el año
Durante el periodo 1997-2007 hice, o hicimos, con frecuencia en compañía con algún colega de equipo, 2.237 visitas urgentes a 660 granjas de conejos; 237 lo fueron por mixomatosis, con riesgo mensual del 11 %, contando una visita por granja y mes. Salvo en los otoños (octubre-diciembre) de aquellos años, que siempre hubo más casos (14 %). Durante los años 2008-2013 visité o visitamos (desde 2010, con Laia Abadal, Jordina Casas, Ricard Garriga y María Martínez: gracias), 490 granjas de producción intensiva. En estos 6 años hubo visitas no urgentes: 2.222; más 1.221 visitas que clasifiqué como urgencias, de las cuales, 184 fueron casos de mixomatosis. La incidencia estacional no está analizada como en los 11 años anteriores, pero hubo casos en el transcurso de todo el año, que es lo importante.
Control de la mixomatosis
¿O podríamos decir, de las mixomatosis? Sí, porque hay diversos virus, causantes de diferentes presentaciones de la enfermedad; así, hay conejos que mueren de forma aguda, con escasos signos clínicos, mientras que otros sobreviven. En 1979-1980 apareció la forma atípica, la que provoca que algunos productores digan “ya no tengo mixomatosis, ahora sólo hay algunas hembras con respiratorio”. El control de esta enfermedad empieza obligatoriamente por el diagnóstico. La presencia de un solo mixoma en un conejo vacunado, por ejemplo, por vía subcutánea, hace más de 15-20 días, lo cual excluye que sea provocado por una vacuna homóloga, implica, por tanto, que el conejo está enfermo.
La identificación y eliminación inmediata de enfermos o sospechosos es siempre el primer eslabón en el control de la mixomatosis
Capacidad de difusión y contagio de los virus de las mixomatosis
Ese conejo afectado, tal vez no hubiera muerto, si usted no lo sacrifica; pero ha aplicado con firmeza el protocolo para el control de la enfermedad. El segundo apartado clave en la toma de decisiones, cuando se sospecha o se cree que un conejo tiene mixomatosis, es la eliminación inmediata, para evitar el contagio a los demás. Si es coneja lactante, también eliminará las crías. El tercer eslabón de la cadena consiste en limpiar restos de comida, yacija del nido o suciedad. Si no lo hacemos, cualquier coneja que ocupe su lugar, enfermará. A tal fin, recuerde que el soplete no sirve; sólo tiene interés en el control de la tiña, pero no de la mixomatosis, ni de otras enfermedades infecciosas.
Suprimir la presión infectiva en la granja afectada de mixomatosis
Es el cuarto eslabón necesario y previo al que algunos consideran el único y suficiente método de control: la vacunación. Es un error evidente. Dicho de otro modo: aquellos productores que NO eliminan enfermos, que NO aplican las medidas de limpieza y de desinfección oportunas, tampoco controlan el proceso, aunque vacunen, claro está. No obstante, la información técnica relacionada con los desinfectantes y destinada a los productores, me parece mejorable. Las propiedades de estos agentes, su eficacia, con qué medios y frecuencia deben ser aplicados y, por encima de todo, el riesgo para las personas y para los conejos, debemos tenerlos más en cuenta.
Vacunaciones contra mixomatosis
De 274 granjas visitadas entre 2010 y 2013, en 255 (93 %), los productores aplicaron alguna vacuna contra mixomatosis. En el 82,5 % de las granjas visitadas, se usó alguna homóloga. Lo vi en explotaciones de ciclo cerrado, que son mayoría, también en centros de inseminación o en naves con gazapos destetados. Los sementales vacunados con alguna vacuna elaborada con virus homólogo, no difunden virus de mixomatosis (está documentado); salvo que estén enfermos, claro es. Para lo cual, los centros de inseminación, además de vacunar, con el tipo de vacunas que acuerden con sus técnicos: heteróloga, homóloga o ambas, están sometidos a rigurosas medidas de control y vigilancia. Algo parecido sucede con los proveedores de conejas para vida.
¿Las vacunas protegen siempre?
No es lo mismo aplicar una vacuna, que vacunar. Es un concepto clave que nos enseñó el Dr. Pedro Cármenes, en la Facultad de Veterinaria de León. Ustedes saben bien de qué hablo: qué ocurre si alguien no respeta la cadena del frío, con una vacuna de mixomatosis (cualquiera, porque TODAS contienen virus vivo); si usa un antiséptico con el material, que la inactiva, o es aplicada después de transcurrido demasiado tiempo, desde que mezcló el liofilizado con el diluyente. Quiero recordar también que la mayoría de conejos vacunados soportan un desafío con virus patógeno, tal como establece la normativa europea (Farmacopea), cuya vigilancia está a cargo de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). El 80-90 % de los conejos vacunados superan un desafío. Pero en una granja con presión infectiva, los supervivientes mañana deberán soportar otro desafío; y otros, en los días sucesivos, ¿no es cierto? Por eso es tan importante eliminar la fuente de virus: el enfermo.
¿Vacunar con frecuencia es vacunar bien?
No siempre. Las vacunas elaboradas con virus vivo, sea heterólogo (fibroma de Shope) u homólogo (mixomatosis, atenuado), no se pueden aplicar como las vacunas inactivadas. El sistema inmunitario del conejo no distingue el agente (vivo) de la vacuna contra mixomatosis y puede considerarlo un enemigo. El resultado, lejos de ser favorable, como generalmente ocurre con una vacuna inactivada, en el caso de la mixomatosis es perjudicial: la protección se quiebra y baja. Si inyectamos un conejo con vacuna homóloga, pocas semanas después de una vacunación previa con homóloga (si la anterior era heteróloga, el riesgo es menor), le haremos daño. Es un aspecto complejo, en el ámbito de la Higiene y la Patología del conejo; en otra ocasión me referiré a ello, con un poco más de detenimiento.
A modo de resumen
En España se vacuna contra mixomatosis desde hace 50 años. Es un medio eficaz de control de la enfermedad, que no tiene tratamiento. Por eso he puesto este título a las notas, convencido, a través de mi experiencia profesional, de la utilidad de las vacunas que tenemos. Pero he recordado cuáles son los pasos necesarios en el protocolo de control de este proceso. Si cometemos errores de diagnóstico y de bioseguridad, la vacunación será poco eficaz.
Como veterinario de conejos, he procurado no subestimar ningún caso de mixomatosis, a pesar de la experiencia clínica. Al mismo tiempo, es el proceso patológico en que, como experto en diagnóstico, soy/somos más útil/es a los productores.
(*) http://www.magrama.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/revistas/pdf_CUNI%2FCUNI_1978_004_completa.pdf