La Jornada del Conill de Vilafant apuesta por la exportación como solución a la crisis de la cunicultura

Después de la ausencia de 2013, en el que no se pudo organizar, el pasado 6 de abril el sindicato JARC consiguió reunir a alrededor de 80 cunicultores en su tradicional Jornada Técnica del Conill, celebrada en Vilafant (Gerona).

Con el título Lonja de Bellpuig… Lonja Ibérica… ¿La solución es la exportación?, la jornada puso el acento en la necesidad de enviar carne de conejo al exterior, para así compensar el estancamiento de nuestro mercado, en el que el precio de este producto no es el adecuado.

Antoni Caules, jefe sectorial de cunicultura de JARC, presentó la Jornada, recordando que durante el otoño pasado faltó conejo, algo insólito para el sector, y que sin embargo el precio de la carne no subió, así que fue claro al afirmar que “en este sector no existe la ley de la oferta y la demanda”. Por eso se mostró partidario de la exportación como la solución posible, ya que actualmente se exporta “pero muy pocas cantidades”.

A continuación intervino el presidente de JARC en Catalunya, Francesc Boronat, que recordó que el año pasado se intentó poner un impuesto nuevo a las granjas, el llamado canon del agua –la administración arguye que es por la contaminación que generan las explotaciones-, que finalmente se consiguió parar, aunque está por ver lo que pasa en 2015. Boronat dio paso a Joaquim Xifra, subdirector general de Ganadería de la Generalitat.

Xifra se mostró partidario, además, de potenciar el consumo interno de la carne de conejo, y recordó que los hábitos han cambiado, con lo que el sector productor debe adaptarse a las nuevas demandas. También puso de manifiesto que es muy importante la profesionalización y los temas de manejo.

La primera de las conferencias corrió a cargo de Ricard Garriga y Jordina Casas, del equipo veterinario de la Federació de Cunicultors de Catalunya (FACC). Entre los dos apuntaron la importancia de la gestión técnica en la granja, recordando algunos datos de los que disponen para la cunicultura en Cataluña: por ejemplo, quedó de relieve que un 21% de las granjas realiza todavía monta natural, y que el manejo a 11 días postparto domina por una amplia mayoría. De las granjas catalanas, el 30% se ha decantado por la banda única, seguida del manejo a dos bandas y en tercer lugar del manejo a tres bandas. Respecto a los costes, se puso de relieve que el 60% del coste total de la producción son costes variables. De ellos, el pienso supone el 80%.

El veterinario Francesc Xavier Mora fue el responsable de la ponencia Cómo mejorar los resultados con la preparación del nido. Durante su intervención, Mora recordó que existen una serie de técnicas que se están adoptando en otros países y que se está demostrando que producen menos problemas y por lo tanto más ingresos. Aseguró que el 90% de los problemas en los resultados técnicos podemos encontrarlos en la lactancia, así que hay que prestar especial atención a las madres. Según el ponente, “en las cifras de mortalidad estamos por debajo de lo que se hablaba hace 20 años”.

Para el material del nido, hizo hincapié en que cualquier material está bien, siempre que sea de calidad. Él recomendó paja blanca, limpia y sin humedad. El nido se debe hacer como mínimo 3 días antes del parto, para que la coneja pueda acceder a él. No es bueno mezclar gazapos de muchas camadas. Se les debe envolver de talco totalmente, preferentemente con flora incorporada, así como eliminar los que no sean viables desde el inicio. A los 5-7 días de vida, hay que volver a higienizar el nido, igualar los gazapos, volver a ponerles talco y desinfectante. Además, es recomendable administrar a las madres un suplemento granulado para mejorar la calidad de la leche y evitar la hipocalcemia.

Por último tuvo lugar la mesa redonda, en la que participaron Manel Terrado, presidente de la Federación de Cunicultores de Cataluña; paco Sanz, representante en la Lonja Ibérica de los productores catalanes; Óscar Holgado, técnico en producción y comercialización ganadera y responsable de exportación del Grupo J. Grau; Jordi Marín, presidente del gremio de mataderos de Cataluña y Óscar Rodríguez, de la Subdirección General de Acuerdos Sanitarios y Control de Frontera del MAGRAMA, moderados todos por el periodista Joan Albert Argerich.

Óscar Holgado apuntó que la exportación es una solución, pero que no nos la tenemos que plantear así, sino como opción de futuro. Así, matizó que el problema reside en exportar a terceros países, porque en realidad todo depende “del interés que tengan ellos en que vendas tu producto allí”. Para Jordi Marín, algunos sistemas deben cambiar, porque es injusto que la cunicultura siempre quede de las últimas, por detrás de carne de pollo, de ternera, etc. “Ya es hora de que nos toque alguna cosa”.

Por su parte, Óscar Rodríguez quiso dejar claro que el problema de la exportación no solamente existe en el conejo, sino en todas las carnes, así como explicó que la concesión de permisos está sometida a “más avatares internacionales de los que os podríais imaginar; cualquier conflicto internacional afecta a las negociaciones”. Para Paco Sanz, otro problema reside en las grandes superficies, que compran “al precio que a ellos les interesa y por tanto la cadena alimentaria va al revés de lo que debería”, ya que la cadena, en función del precio de venta al público, sabe a qué precio va a comprar la carne al matadero, y este sabe igualmente el precio que se debe imponer en la lonja.

Manel Terrado volvió a intervenir para apuntar que la lonja “no nos sirve, porque es una herramienta trucada, que no representa a los pequeños mataderos, ya que tienen muy difícil su participación”. También se dejó ver una contradicción: que los interlocutores que ha habido ante la administración eran los mismos que tenían intereses en las grandes superficies. Óscar Holgado agregó que el precio lo pone el que tiene el poder. También puso el acento en el hecho de que los productores vayan por un lado y por otro los mataderos, ya que eso hace más débil al sector. Mercadona ha establecido un techo para el precio del conejo, dijo, y eso “me preocupa mucho”. Por su parte, Óscar Rodríguez informó que desde el Ministerio se tiene un centro de trabajo con representantes sectoriales, donde se deciden los mercados prioritarios. Para el conejo se está trabajando en la exportación a países como Brasil, Canadá o Rusia. Sin embargo, lo cierto es que se exportan 60 toneladas de conejo al año, que puede ser la producción de un matadero en una sola semana.

En el turno de preguntas, se le preguntó al representante del Ministerio sobre la exportación a China, de la que Rodríguez comentó que es un país muy complicado, por los requisitos que exigen –excepto en las pieles de conejo, que sí que les interesa-. Para exportar porcino se tardaron varios años, según indicó, concluyendo que la exportación a este país la ve poco factible a corto plazo.