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La Volta: una granja tipo para aumentar la producción en un 46%

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Cunicarn ofrece ayuda financiera a los cunicultores que se quieran acoger al programa Star 16.86 para la modernización de sus granjas, un proyecto en el que colaboran el Departament d’Agricultura de la Generalitat y el Instituto de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA)...

La Volta: una granja tipo para aumentar la producción en un 46%

Marisa Montes

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Cunicarn ofrece ayuda financiera a los cunicultores que se quieran acoger al programa Star 16.86 para la modernización de sus granjas, un proyecto en el que colaboran el Departament d’Agricultura de la Generalitat y el Instituto de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA).

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El Grupo Cunicarn, una de las tres primeras empresas en el ámbito europeo en producción de carne de conejo, ha presentado la primera granja remodelada siguiendo las directrices del proyecto Star 16.86, en el que viene trabajando desde hace tiempo –lo presentó oficialmente el año pasado– y que consiste en un programa basado en la mejora de la genética, la sanidad, la alimentación, la bioseguridad y el control ambiental de las granjas cunícolas y así dotarlas de una serie de mejoras técnicas y de procesos productivos. La idea es adaptar explotaciones viejas y modernizarlas con las técnicas que ya han demostrado un funcionamiento eficaz en otros países como Italia y Francia. Para ello, ha puesto en marcha en Cervià de les Garrigues (Lleida) la granja La Volta, que con sus 1.500 m2 de superficie servirá de modelo para este ambicioso proyecto que cuenta con una inversión media de 103.000 euros por granja y que posibilitará aumentar la producción anual en más de un 46%.

La Volta incorpora así la tecnología más puntera en todas las fases del proceso productivo. Cuenta con dos naves idénticas que sirven para el sistema DUO, que consiste en tener a todas las madres en una nave hasta el destete, momento en el que se trasladan a la nave de al lado, que está totalmente limpia, y se vuelven a inseminar. Aquí vuelve a iniciarse el proceso con los partos, y así sucesivamente. Con este sistema se consigue un vacío sanitario total y se evita la entrada de patógenos.

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Además de estas dos naves de producción que albergan 912 conejas reproductoras, La Volta cuenta con dos naves más de reposición. Cunicarn compró la finca en 1992 y hasta hace dos años la ha estado utilizando como granja experimental. Ha sido más recientemente cuando después de una serie de reflexiones y estudios técnicos se decidió transformar todo este espacio en dos proyectos diferentes, uno el ya mencionado proyecto Star 16.86, enfocado a la creación de un modelo de granja sostenible, y otro centrado en I+D denominado Cunifarm, con el objetivo de mejorar la calidad de la canal a tres años vista. Para este último proyecto, que tiene de presupuesto 600.000 euros, disponen de tres naves más: una con 370 conejas en sistema DUO, otra dedicada a reposición y una última con 800 jaulas de testaje individualizadas. A través del proyecto Cunifarm analizan el comportamiento de las distintas genéticas, los diferentes tipos de alimentación y de manejo. Para acabar, las instalaciones en Cervià disponen también de una octava nave que hace de vestuario y almacén. En total, una interesante finca aislada de 4 hectáreas de terreno y 3.715 m2 construidos, toda vallada para evitar entrada de animales y problemas sanitarios y que está diseñada aprovechando diversos niveles del terreno.

A ella se accede por un camino de tierra flanqueado por huertos solares a ambos lados. Una vez en el interior, se siguen estrictamente las normas de bioseguridad: todo visitante se enfunda en batas y bolsas para los pies y debe pasar por la zona de plediluvios. Ya dentro de la primera nave, pueden verse las mejoras realizadas: un espacio cerrado que incorpora paneles humificadores, calefactores que mantienen el ambiente a una temperatura constante de 18ºC, controlada por unas sondas y un ordenador; ventiladores al final de la nave que mueven todo el aire del recinto, y alimentación automática. Los animales se mantienen con las máximas condiciones de confort y se intenta que generen el mínimo de residuos posible.

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Un momento de la visita a La Volta, con la asistencia del conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí; el director general de Agricultura, Miquel Molins; el director general de Alimentación, Domènec Vila, y varios senadores.

Joaquim Valdepérez, adjunto de dirección de la División Agropecuaria de Cunicarn, explicó que esta granja modelo pretende ayudar a que “la cunicultura sea una actividad rentable”. Recordó que hace años que el sector está padeciendo la subida de los costes de las materias primas y por consiguiente del pienso, lo que está provocando que los cunicultores “se estén descapitalizando”. El proyecto Star contempla granjas de unas 800 conejas, que es el número de animales que se considera que puede llevar una persona sola. Se apuesta por la genética francesa y se trabaja con auto-reposición, que significa que las conejas que acaban su ciclo reproductivo se sustituyen por otras F1 para continuar la producción; no utilizan conejas hijas de las anteriores.

Otro hecho importante en el manejo es que a diferencia de lo que se hacía en la cunicultura tradicional, los gazapos cuando son destetados no se trasladan a una nave de engorde, sino que gracias a las jaulas polivalentes, aquí se traslada a las madres a una nave idéntica, donde los animales tienen espacio suficiente para alcanzar 2,3 kg.

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El director de la División de Alimentación de Cunicarn, Jordi Calbet, y el adjunto a la dirección de la División Agropecuaria, Joaquim Valdepérez.

Con las técnicas que aplican, el objetivo es llegar a una fertilidad del 85%, cuando la media en Cataluña está en el 80%. Además, se busca bajar la mortalidad mediante el control ambiental. A largo plazo, se busca la desmedicalización, para lo cual están probando con diferentes tipos de pienso y de manejos. Para la alimentación automática, disponen de unos sensores situados a las últimas tolvas de cada fila, que son los que controlan que los animales tengan en todo momento la tolva llena. Para el agua, un aparato controla el caudal y también se vigila que el PH sea el adecuado y que el agua esté clorada para evitar cualquier tipo de contagio. En este sentido, los pequeños depósitos de agua están ligeramente elevados, lo que consigue la presión necesaria para que al final de la línea haya los 160 ml/min que requiere cada coneja.

En La Volta también han pensado en facilitar la tarea al cunicultor, por lo que cuenta con un sistema automático de recogida de estiércol. El objetivo es, como dicen los responsables del proyecto, que el productor “tenga un trabajo digno trabajando 40 horas semanales y no sea un esclavo de su granja”.

El proyecto de renovación de las granjas comienza con el estudio de viabilidad y financiero acometido por Cunicarn, que posteriormente ayudará al propietario a financiar las obras mediante un acuerdo de colaboración mutua a 5 años. •

La cifra

Cataluña aporta el 28,5 % de la producción total española de carne de conejo

En los últimos años ha desaparecido el 15 % de las explotaciones cunícolas catalanas

16,86 son los kilos que pueden obtenerse por coneja inseminada

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