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Bioseguridad en los centros de inseminación cunícola

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Bioseguridad: Este término engloba todas aquellas medidas que han de tomarse en una explotación con el objeto de impedir la entrada en la misma de agentes indeseados en el interior. Es además un concepto reversible, de manera que dichas medidas deben, a su vez, impedir la salida de dichos agentes hacia el exterior...

Bioseguridad en los centros de inseminación cunícola

M. Carmen Prieto Quiroga y Julián Gullón Álvarez.

Veterinarios. Servicios Técnicos de COGAL
www.cogal.net

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En el presente artículo vamos a abordar un tema fundamental hoy en día puesto que más del 80% de las explotaciones de conejos trabajan con un sistema de manejo en Inseminación Artificial.

Lo primero es definir los dos conceptos claves que aparecen en el título:

Bioseguridad: Este término engloba todas aquellas medidas que han de tomarse en una explotación con el objeto de impedir la entrada en la misma de agentes indeseados en el interior. Es además un concepto reversible, de manera que dichas medidas deben, a su vez, impedir la salida de dichos agentes hacia el exterior.

Centro de Inseminación: Es una instalación destinada a la recogida y preparación de dosis seminales de alta calidad genética. El objetivo es garantizar la sanidad y la capacidad fecundante de los espermatozoides y, en consecuencia, los resultados de fertilidad y prolificidad después de inseminar. Debe estar dirigido por veterinarios y técnicos especializados que nos certifiquen un control sanitario estricto.

En cualquier tipo de producción ganadera las medidas de bioseguridad son puntos fundamentales que el ganadero debe tener en cuenta en sus pautas habituales de manejo y, por tanto, deben estar incluidas en las inversiones previstas para la explotación.

En un Centro de Inseminación estas medidas, si cabe, deben estar todavía más reforzadas, ya que en caso de producirse un problema sanitario, va a repercutir directamente sobre todas aquellas explotaciones que trabajen y dependan de dicho centro.

Más del 80% de las explotaciones de conejos trabaja con un sistema de manejo en Inseminación Artificial

No vamos a entrar en la polémica de determinar si entonces es mejor trabajar con un Centro de Inseminación o realizar las dosis seminales dentro de la propia explotación (centro propio). Esto sería discutible y seguramente sea objeto de otro artículo, pero aunque las dosis se elaboren en la propia granja, las medidas de bioseguridad y el riesgo sanitario son los mismos de cara a nuestra explotación, si bien es cierto que la diseminación a otras explotaciones no se produce.

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Los roedores son una vía importante de contagio de enfermedades.

Cuando adquirimos dosis seminales de un centro de inseminación ajeno debemos exigir que:

  • El Centro de Inseminación esté registrado sanitariamente como tal. En este caso existe una supervisión constante por parte de la Administración competente y por tanto una garantía oficial de vacunaciones, bienestar, limpieza, etc.
  • Que podamos exigir unas medidas de autocontrol superiores a las oficiales como análisis periódicos microbiológicos de semen, contajes de espermatozoides, etc.
  • Tener derecho a un asesoramiento continuo en cuanto a la utilización de las dosis seminales: tiempo de conservación de las mismas, preparación de las hembras... ya que una parte importante del éxito de la inseminación va a estar en la granja de destino.
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El vallado debe tener una altura de al menos 2 metros.

MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD:

  • Vallado perimetral del Centro de Inseminación: Debe englobar todas las dependencias de la instalación y ser eficiente, es decir, tener una altura de al menos 2 m. y, de existir malla, ésta no debe apoyar directamente sobre el suelo, sino sobre una base de hormigón o similar. El objetivo es evitar la entrada de personas ajenas a la explotación, así como de animales salvajes dentro del recinto.
  • Control y registro de entrada de personas: Debemos limitar al máximo las visitas al Centro de Inseminación y llevar un registro completo de las mismas.
  • Control de vehículos: Se debe llevar asimismo un registro de entrada de los vehículos así como minimizar sus entradas. A ser posible, los camiones del pienso, matadero y retirada de cadáveres deben realizar sus operaciones desde fuera de la explotación, debido al riesgo que suponen de transmisión de enfermedades.
  • Control de roedores: Son otra vía importante de contagio de enfermedades. Es necesario su colocar cebos en lugares estratégicos y observar si hay consumo. Para evitar su proliferación los alrededores de la nave deben estar limpios, libres de hierbas y escombros, los almacenes de pienso sin restos del mismo y evitar otras fuentes de alimento.
  • Control de insectos: Aplicar productos insecticidas y sobre todo larvicidas sobre el estiércol de las fosas para evitar su proliferación. En este sentido la limpieza y eliminación de materia orgánica es fundamental.
  • Control del agua de bebida: Debemos garantizar que el agua de bebida sea siempre potable y para ello es necesario disponer de un sistema de higienización automático (peróxidos, dióxido de cloro…) y realizar análisis periódicos de la misma.

Estas medidas de bioseguridad podemos decir que son comunes a todas las explotaciones cunícolas pero, un Centro de Inseminación, un Centro de Selección y un Centro de Multiplicación son explotaciones especiales y los controles deben ser todavía más estrictos, puesto que tienen una responsabilidad en cuanto a la difusión y transmisión de enfermedades hacia otras explotaciones a las que distribuyen material genético.

Debemos limitar al máximo las visitas al Centro de Inseminación y llevar un registro completo de las mismas

Por ello hay que hacer especial hincapié en una serie de medidas que deben de tomarse para poder garantizar la máxima seguridad sanitaria y genética:

  • Diseño de la nave. El Centro de Inseminación debe estar compuesto de diferentes salas, cuyo número depende de la capacidad del mismo. Este diseño nos va a permitir:
  • Destinar una sala a alojar los animales en cuarentena cuando los recibimos.
  • Una o varias salas han de estar siempre vacías a fin de poder lavarlas y desinfectarlas periódicamente y así cambiar los animales de otras salas para poder garantizar una higiene correcta (vacío sanitario).
  • El tener diferentes salas es en sí mismo una medida sanitaria ya que la cantidad de animales dentro del mismo local es menor y, en caso de surgir un problema es más fácil de atajar.

La nave debe estar perfectamente aislada del exterior, sin ventanas y con un sistema de ventilación controlado que nos permita mantener unos niveles de temperatura y humedad dentro de la misma con mínimas variaciones a lo largo de todo el año. Tiene que disponer por tanto de un equipo de calefacción y otro de refrigeración. Este sistema, además de una seguridad sanitaria, va a permitir que la producción de semen no esté condicionada por la estación del año.

Las medidas de bioseguridad son puntos fundamentales que el ganadero debe tener en cuenta en sus pautas habituales de manejo

Podemos hablar de una bioseguridad de diseño y ubicación. Esto se refiere a que las entradas de aire de toda granja, y sin otra opción en el caso de un centro de inseminación, deben de estar diseñadas de tal forma que no pase ningún vehículo por delante de ellas. Lógicamente estas entradas de aire no deben diseñarse hacia ningún estercolero ni zona húmeda donde puedan proliferar mosquitos.

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Trampa para moscas.

En cuanto a la “bioseguridad de ubicación” se refiere a que hay zonas con humedales, zonas pantanosas que benefician el ciclo biológico de ciertos vectores de enfermedades. De todos es conocido que hay zonas endémicas de ciertas patologías, por lo que ubicar un centro en alguna de ellas es un riesgo que no se debe asumir.

El tener diferentes salas es en sí mismo una medida sanitaria, ya que la cantidad de animales dentro del mismo local es menor y en caso de surgir un problema es más fácil de atajar

Otro aspecto importante del diseño lo componen las puertas de acceso al Centro de Inseminación. La entrada de animales, la del personal de trabajo, la de material sucio y la de recogida de dosis seminales deben ser distintas, y cada una respetar las medidas sanitarias que le corresponden.

  • Personal de trabajo. Las personas que trabajan en el Centro de Inseminación deben acceder al mismo por una puerta destinada a tal efecto. Una vez entran deben cambiarse el calzado que se dejará a la entrada y acceder al interior de la instalación a través de una ducha, donde han de dejar su ropa y trabajar con vestuario propio del Centro. La ropa de trabajo nunca debe salir de la nave, donde existirá un servicio de lavandería.
  • Material de trabajo. La tendencia es utilizar la mayor cantidad posible de material desechable para evitar problemas de contaminación. Los tubos de recolección de semen, el material de valoración, los tubos de envío de dosis seminales, etc. deben ser materiales de un solo uso.

El material que se envía a las granjas para las labores de inseminación es también desechable, de manera que no sea necesario retornar al Centro de Inseminación nada procedente de explotaciones ajenas.

  • Controles sanitarios de los animales y del semen. Es fundamental la eliminación de machos con algún problema sanitario -rinitis, mal de patas, abcesos …- para evitar contagio con otros animales e incluso al semen. Periódicamente deberán enviarse muestras de los pools de semen elaborados al laboratorio para conocer la calidad microbiológica del mismo y garantizar la sanidad.
  • Programa sanitario. El Centro ha de disponer de un programa sanitario propio, donde se reflejen todas medidas adoptadas y sobre todo los programas de desparasitación y vacunación frente a Enfermedad Vírica Hemorrágica y Mixomatosis.

Es conveniente muy interesante no realizar la vacunación a todo el efectivo al mismo tiempo para evitar problemas que pudiesen surgir con relación a la vacuna.

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Debemos garantizar que el agua es potable

Debemos tener la Calificación Sanitaria de Indemne de Mixomatosis y RHDV o superior para poder comercializar dosis seminales.

  • Trazabilidad del semen elaborado. Es un dato básico en el Centro de Inseminación. Si ocurriese un problema sanitario o reproductivo en una explotación a la que suministramos dosis seminales, debemos ser capaces de determinar el lote del que proceden, las explotaciones que poseen ese mismo lote y la sala y los números de los machos que hemos utilizado para la elaboración de las mismas.
  • Control de la alimentación. Es un factor importante a tener en cuenta. Las analíticas de pienso deben ser periódicas, tanto microbiológicas como nutricionales. Los machos deben dividirse por lo menos en dos grupos y alimentarse con lotes distintos de pienso a fin de minimizar la posibilidad de un problema alimentario que afecte a todos los animales del centro.

Conclusiones

La bioseguridad debe considerarse siempre una inversión y no un gasto. Invertir en prevención y profilaxis siempre ha sido mucho más rentable que gastar en terapéutica.

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La trazabilidad del semen elaborado es un dato básico en el Centro de Inseminación

El trabajo en un Centro de Inseminación conlleva una responsabilidad que debemos ejercer de manera continua para minimizar los riesgos.

El éxito o el fracaso de cualquier empresa va a ser determinado por los clientes finales que son los que van a valorar la calidad del producto que estamos ofreciendo, nos examinan a diario y nos exigen garantías de seguridad y eficacia. Al final sólo permanecerán en el mercado aquellos que sean capaces de cumplir con estas premisas. •

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