CUNICULTURA
Laprimerarevistaenespañoldelsector
Edita: REALESCUELADEAVICULTURA
Publicación bimestral
Dirección: FedericoCastellóFontova
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RedactoraJefe:MarisaMontes
Colaboradores:J.M.Corpa;M.Marco;
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Depósitolegal:
PRECIOSDESUSCRIPCIÓN2012
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1 año |
2 años |
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ESPAÑA (sin IVA) |
50 € |
90 € |
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EXTRANJERO: |
70 € |
130 € |
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EXTRANJERO: |
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(correo aéreo) |
89 € |
159 € |
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Números sueltos: |
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ESPAÑA (sin IVA) |
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6 € |
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EXTRANJERO |
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9 € |
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EXTRANJERO (correo aéreo) |
14 € |
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DESCUENTOS POR CANTIDAD |
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(España, sin IVA) |
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Suscripciones: |
1 año |
2 años |
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De 5 a 10 |
37,50 € |
67,50 |
€ |
De 11 a 25 |
33,60€ |
63,00 |
€ |
De 26 a 50 |
33,50 € |
58,50 |
€ |
De 51 a 100 |
30,00 € |
54,00 |
€ |
Más de 100 |
25,00 € |
45,00 |
€ |
La revista CUNICULTURA, fundada en 1976, selecciona y publica cada dos meses aquellos artículos de mayor interés práctico para todos los profesionales involucrados en la cría y producción de carne de conejo. En el caso de los artículos no originales siempre se cita la publicación fuente. La empresa editora no necesariamente se identifica con las opiniones vertidas libremente por sus colaboradores.
Editorial
¿Somos todos cunicultores?
Ya son muchos los días que los comentarios que se reciben y transmiten por los canales cunícolas van llenos de quejas, insatisfacciones, preocupaciones, frustraciones… pesi- mismo en general y con una buena dosis de carga emocional a las espaldas. Y no es para menos. Cuando los márgenes se ajustan saltan chispas en muchas economías, pero sobre todo en la economía primaria, las propias explotaciones. Ya son demasiados los años que los números no salen como deberían salir, que los costes son demasiado altos, que, básicamente, los precios no acompañan a una actividad ganadera en la cual las inversiones nunca han llegado a
amortizarse debidamente y que los costes de mano de obra son elevados.
Detrás de ellos vienen todos aquellos que viven del sector, intentando aportar su granito para que el negocio sea rentable: veterinarios, laboratorios de medicamentos, fabricantes de piensos, centros de inseminación, etc. Todo es muy bonito cuando el dinero entra y no hay problemas económicos, pero actualmente la situación empieza a ser rotundamente contraria. ¿Tienen obligación de hacer de bancos y retrasar los cobros? Evidentemente no, pero sí que hay que tender una mano y entender que la solvencia económica está pasando factura por una crisis que ya hace mella en demasiadas economías.
Todo el mundo tiene derecho a que se le comprenda, que se le den las explicaciones necesarias y poder tener el tiempo suficiente para cambiar de proveedor si es necesario, y en esto es básico entender que nos han dado de comer durante muchos y largos años. Las quejas que oímos son ciertas, otra cosa es que no podamos actuar para solucionar cosas, pero debemos hacer un esfuerzo y ponernos en la piel de los cunicultores y remar con ellos, si no tendremos que llorar cuando ya no queden cunicultores y no podamos trabajar. Y entonces será tarde.
Han tardado, pero por fin hay movimientos sindicales que están haciendo salir a la superficie esta situación. Se echa en falta algunos sindicatos agrarios que ni tan sólo han hecho el mínimo gesto, mientras que otros, mediante comunicados de prensa o actuaciones a nivel de calle, ya están movilizando el sector. No sabemos si es el camino, pero el que estamos haciendo ahora no lleva a ninguna parte, por tanto seguro que algo saldrá a la luz.
Siempre se habla de culpables, seguramente nuestra influencia latina o mediterránea nos invita a ver una mano truculenta, un Gargamel de los pitufos, que mueve los hilos malvadamente y es responsable de la situación presente, pasada y futura. No hace falta que exista un personaje así, pues entre todos somos suficientes para crearlo y alimentarlo hasta que se nos escapa de las manos, a pesar de no haber existido nunca. La falta de comunicación entre las diferentes partes del sector siempre ha sido nuestro talón de Aquiles, la batalla diaria, el origen de engaños y mentiras; por qué no decirlo claro, las lonjas parecen
Como todo momento crítico, este pasará y será historia, pero si no intentamos ponernos todos en la piel de los otros, sobre todo de los cunicultores, y remamos en la misma dirección, tendremos muchas indigestiones, que al final repercutirán en todos los que dependemos del sector. Hay que entender que tanto los productores como los que vivimos de ellos, somos TODOS cunicultores.