Una olla a presión

El mes de julio ha sido una olla a presión con fuertes discusiones en la lonja para la cotización del kilo de conejo vivo. Sin tener un horizonte claro a corto plazo, las presiones para bajar el precio están siendo muy fuertes con las evidentes desavenencias por parte del sector productivo, que ven cómo los escasos márgenes han caído totalmente en picado por la presión de las materias primas y el correspondiente au- mento del precio del pienso en máximos históricos.

El nerviosismo es palpable por ambos lados, con un sector comercializador que no solo no está obteniendo beneficios, sino que a menudo entra en pérdi- das, y un sector productor que ya lleva demasiado tiempo con problemas de costes.

A pesar de los conocidos proble- mas patológicos a nivel de cam- po, la producción no se ha visto muy mermada, al menos de for- ma aparente, apareciendo en el mercado el consabido exceso anual de canales, que sin ser tan grave como sucedía hace ya años, la cotización de lonja no permite dar una fuga hacia la congelación de canales, dado que el resultado económico se- ría un auténtico desastre para el comercializador por el coste que representa.

A medio plazo se espera una dis- minución de la tensión sobre el precio y la posibilidad de una recuperación ligera de la ten- dencia alcista de la cotización, sin que esta sea lo suficiente para aumentar los márgenes de forma significativa, ya que coin- cidirá con la bajada de produc- ción de septiembre-octubre. So- bre la tendencia de precios de los piensos hay numerosas opi- niones, muchas de ellas autén- ticos disparates, pero sin verse nada claro a corto-medio plazo, aún así se pronostica con la boca pequeña una tendencia a la dis-

minución hacia finales de vera- no o principios de otoño.

Mucho se está hablando de des- encallar la situación mediante un aumento de la exportación, so- bre todo a países del este de Europa, pero no solo no se con- cretan en acuerdos, sino que cada vez parecen más lejanos de poderse realizar. También re- sultan contradictorias las infor- maciones que llegan desde Chi- na, por un lado con los grandes stocks de conejo congelado pre- parado para venir a Europa, y por otro lado que se están es- tudiando la realización de inte- graciones en terceros países como Marruecos, con vistas a exportar toda la producción de carne de conejo -también las pieles, claro- al mercado chino.