CUNICULTURA

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Edita: REALESCUELADEAVICULTURA

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B.23782-1976.ISSN0210-1912

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La revista CUNICULTURA, fundada en 1976, selecciona y publica cada dos meses aquellos artículos de mayor interés práctico para todos los profesionales involucrados en la cría y producción de carne de conejo. En el caso de los artículos no originales siempre se cita la publicación fuente. La empresa editora no necesariamente se identifica con las opiniones vertidas libremente por sus colaboradores.

Editorial

También es agradable un coscorrón

Habitualmente todos esperamos elogios de nuestro trabajo, ya que representa un estímulo profesional y la respuesta a la vanidad que cada uno lleva siempre dentro, más o menos oculta en poses, giros gramaticales o aspavientos que engañan a pocos.

Pero cuando recibimos críticas siempre buscamos excusas para dar la vuelta y demostrar lo que a veces no es así: es decir, que nos equivocamos. Claro que siempre hay posiciones intermedias o razones que después de dar vueltas acabas diciendo “pues no era para tanto y lo hubiese podido hacer”.

Esto nos ha ocurrido hace relativamente poco, con una crítica constructiva por parte de un experimentado y revolucionario cunicultor al que intentamos argumentar que hay cosas que no podemos decir abiertamente u oficialmente no consta que así sea -aunque conozcamos que localmente sea cierto-. Incluso a veces esta verdad no se da tan localmente, sino que puede afectar a un 30% de la producción nacional.

Evidentemente lo primero es in- tentar justificarte y salir airoso. Pero al día siguiente empiezas a dar vuel- tas a la situación y la concepción va modificándose. Al final, y sin darte cuenta, ves que la crítica la hace porque leyeron a fondo lo que escri- biste, opinaste o dijiste y, por tanto, en definitiva acabas dándote cuen- ta de que estos, los que expresan su disconformidad, son parte muy importante del vínculo.

Y tienen razón. Si la práctica de descuentos respecto a la cotización oficial de las lonjas es habitual en algunas comunidades no se puede olvidar en los comentarios. El pre- cio de cotización de lonja es muy importante, pero si en el mes de enero, después de un pacto entre productores-comercializadores de mantener un precio, alguien se lo salta aplicando descuentos extras, como mínimo debería reflejarse en la cotización de lonja o se tendría

que dar a conocer. No puede ser que actualmente la desviación entre precio de lonja y cotización real a final de año arroje valores de hasta 13 céntimos de diferencia y que se oculte como si no pasara nada.

La relación cunicultor-comercializador por desgracia no está casi nunca regulada por un contrato y por tanto cada retirada de conejos de la granja puede tener connotaciones diferentes, similar a la que se da entre comercializador-gran superficie. Estas fricciones generalmente acaba pagándolas el cunicultor -hay honrosas excepciones que no es así- en último término con la presencia de saldos, descuentos u otras sorpresas que nos encontramos, pero no por ello tenemos que esconder esta realidad.

Pues lo dicho, y con toda la razón del mundo, la cotización de lonja no es el referente válido a tener en cuenta si no se aplican una serie de sesgos económicos que varían según la época del año, repercusiones sociales, finanzas, y sobre todo, intereses comerciales -presión al cunicultor por parte del matadero- que a su vez está sujeto a unas presiones muy fuertes del sector distribuidor.