CUNICULTURA

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Edita: REALESCUELADEAVICULTURA

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B.23782-1976.ISSN0210-1912

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La revista CUNICULTURA, fundada en 1976, selecciona y publica cada dos meses aquellos artículos de mayor interés práctico para todos los profesionales involucrados en la cría y producción de carne de conejo. En el caso de los artículos no originales siempre se cita la publicación fuente. La empresa editora no necesariamente se identifica con las opiniones vertidas libremente por sus colaboradores.

Editorial

La formación no es desinformación

El pasado sábado 31 de marzo asistimos a una mesa redonda que nos dejó gratamente sorprendidos, tanto por su formato como por la calidad de las participaciones, de los invitados de la mesa -se supone que siempre deben ser de calidad contrastada o como mínimo reconocida, pero nuestra experiencia no siempre coincide con ese supuesto- y como por

la participación de los asistentes.

Básica es la elección del coordinador de la mesa redonda, ya que bajo su dirección se puede orquestar una magnífica sinfonía o a una desastrosa banda desafinada. En este caso, muy hábilmente se recurrió a un reconocido periodista para ejercer de moderador, que con sus giros obligó a posicionar y clarifi- car los diferentes puntos de vista representados, insi- nuando muy certeramente que los componentes de la mesa no actuaron como po- líticos, sino que recogieron el guante y entraron en liza, con las diferentes po- siciones y sensaciones que

hay en el sector.

Desconocemos quién infor- mó tan acertadamente al periodista en cuestión, pues la sensación que quedó es que conocía el sector tanto o más que nosotros, con una visión en profundidad in- cluyendo otras produccio- nes ganaderas que a menu- do desconocemos a pesar de tenerlas tan cerca. Sin-

ceramente el resultado fue una magnífica mesa redonda, llena de contenido, donde los asistentes lanzaron preguntas o comentarios de gran complejidad que el coordinador de la mesa redonda distribuía hacia el participante que más juego podía dar.

Aportar conocimientos de foráneos a nuestro sector debería ser una práctica más extendida, así que sin ninguna duda hay que felicitarse porque todavía hay gente dispuesta a moverse y a hacer jornadas que aporten, en lugar de cubrir solo el expediente.

A esto hay que sumar que en estos últimos meses han proliferado las jornadas técnicas, todas ellas con evidentes signos de aportar conocimientos a los cunicultores de aplicación real a las granjas. Este es el camino que tenemos que seguir para avanzar, que es el único que tenemos. Siempre encontraremos quien secunde el no moverse, el no mejorar, pero debemos tener claro que el argumento inmovilista nunca en la historia ha dado sus frutos.

A la hora de montar unas jornadas, hay que incorporar argumentos que solidifiquen y den prestigio a nuestro quehacer diario, pues no podemos consentir que desde muchos ámbitos estén tratando a los ganaderos y agricultores en general como el sector “lastre” de la economía, que ensucia, contamina y afea el medio ambiente, además de ser unos “piratas” y reinos de las prácticas ilegales. Pocas cosas son tan falsas como esas afirmaciones a nivel general, pero si de verdad queremos prestigiar nuestra profesión y que nuestros hijos puedan continuar en ella si así lo desean, debemos empezar a tomar conciencia y no usar, por ejemplo, moléculas registradas para otras especies cuando ya la tenemos registrada para la nuestra -aunque esto no sea ilegal-, como puede ser el caso del inyectable post inseminación. Si no, ¿qué argumentos tendremos para desinformar?