Año XIV. Núm. 168 SUÍV1jAlRIC3 Diciembre 1935
GRABADO DE PORTADA: BONITA INSTANTANEA EN CRIADERO NORTEAMERICANO DE PATOS PEKIN ESES.
NUESTRO PROGRAMA PARA 1936........... 266
A NUESTROS SUSCRIPTORES . . . ,......... 266
BALANCE AVICOLA ANUAL Y FELIZ AÑO NUEVO..... 267
DEL V CONCURSO DE PUESTA CELEBRADO EN MENORCA . . 269 PARA LOS QUE QUIEREN APRENDER: GALLOS Y GALLINAS
BUENAS, MEDIANAS Y MALAS por el Prof. S. Castklló . 270 LAS RACIONES STANDARD PARA LAS GALLINAS, por el Profesor Ch. Voitellier............... 277
DE COOPERATIVAS HUEVERAS............ 280
LA VITAMINA E, ESENCIAL PARA LA FERTILIDAD DE LOS REPRODUCTORES ................ 2s2
LEYENDO REVISTAS.................. 283
INDICE DEL TOMO XIV................ 285
MUNDO AVICOLA es Revista mensual ilustrada lie información y cultura avícola, continuación de cLa Avicultura Práctica», que comenzó a publicarse en 1897, y por lo tanto, es la más antigua de cuantas en su especialidad ven la luz en lengua castellana. La publi' ca la Escuela Oficial y Superior Española de Avicultura de Arenys de Mar (Barcelona), bajo la Dirección del Profesor Salvador Castelló. — Es portavoz del progreso avícola moderno y eco, en lengua castellana, de los trabajos y actividades déla Asociación Mundial de Avicultura Científica, iniciadora y mantenedora de los Congresos Mundiales de Avicultura. —Suscripción anual: Para España y Américas 10 pesetas, y 12 para otros países.
NUESTRO PROGRAMA PARA 1936
Nuestros lectores habrán podido darse cuenta de que, atenta la Dirección a mantener su interés, procura dar la mayor variedad posible al texto de la Revista, pero así como de vez en cuando se trata de palomas y de conejos, en atención a indicaciones recibidas de algunos sus-criptores, desde e¡ próximo año en casi todos los números se dará la cabida que sea posible a asuntos relacionados con dichos animales.
Atentos también a informar a nuestros lectores de cuanto refleje estudios y progresos o enseñanzas en los órdenes educativo, cientifico, industrial y práctico, mantendremos esos doctrinales propios, o .de diversos autores que tanto contribuyen a la educación de los avicultores, reforzándolos con noticias de carácter instructivo e informativo que a la Redacción lleguen por diversos conductos.
El sumario de materias que serán tratadas en Mundo Avícola puede, pues, decirse que será el siguiente en 1936.
Sección oficial. — Decretos, Órdenes Ministeriales, Reglamentaciones y Disposiciones que afecten a la Avicultura, Convocatorias para Cursos, Cursillos, Conferencias, Exposiciones, Concursos, etc., etc.
Editoriales. — Iniciativas, juicios, criterios u opiniones sustentadas por el periódico.
Doctrinales.—Artículos instructivos y de índole práctica o teórico práctica, encaminados a imponer al lector sobre las prácticas modernas y los progresos o adelantos.
Actividades avícolas. — Información de trabajos, actos y toda clase de.manifestaciones de actividades que emanen de las entidades avícolas, colombófilas y cunículas y de las agropecuarias que la secunden en su labor de fo-
mento de dichas industrias y deportes en España.
Información mundial. — Noticiario de cuanto pueda ser interesante conocer o saber, sobre lo que en las ramas de la Avicultura, Columbi-cultura, la Colombofilia y la Cuniculicultura se hace y se progresa en todos los países.
Sección de consultas. — Contestaciones de aquellas que, dirigidas al periódico, tengan contestación que pueda ofrecer interés general.
Páginas de palomas y conejos. — En las que Mundo Avícola se dispone a ilustrar a sus lectores sobre la Columbicultura, la Colombofilia y la Cuniculicultura y a cooperar en la 0i3ra de fomenta de las mismas en el país.
Sección de profilaxis y de enfermedades sobre cuya utilidad creemos que nada hay que decir a nuestros lectores, ya que por sí mismos han de apreciarla.
Además de estas secciones, la colección de Mundo Avícola de 1936 contendrá un inédito
Cursillo de Avicultura Moderna En doce lecciones
que nuestro director, el Profesor don Salvador Castelló, ha escrito expresamente, dedicándolo a nuestros subscriptores, el cual se publicará a razón de una lección cada mes, al objeto de que el cursillo termine en el número de diciembre y pueda así tenerse completo en el tomo XV correspondiente al año de 1936.
Tales son nuestros planes y nuestro programa para el próximo año y ojalá tengamos el acierto de dejar satisfechos a nuestros subscriptores.
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A nuestros suscriptores
Con el reparto del presente número queda completo el tomo XIV de Mundo Avícola. La Dirección espera que nuestros lectores sabrán perdonar las deficiencias que en el año que termina habrán observado en la aparición de sus números, bien compensadas por las acti-
vidades y los esfuerzos puestos en juego para cumplir nuestros deberes para con ellos, antes de terminar el año, quedando así normalizada la situación. El número de enero, primero del tomo XV, será distribuido antes del 15 de dicho mes. «
li-
Balance Avícola anual y feliz ano nuevo
El año avícola de 1935 lia sido fecundo en actividades por parte de algunas Asociaciones que han organizado exposiciones y concursos; pero en el orden económico nacional, no sólo nada ganamos, sino que seguimos mal.
A pesar de la intensa labor de la Asociación General de Avicultores de España y de las entidades avícolas y agropecuarias que con ella colaboraron, no ha podido lograrse una reducción en la contingentación de los huevos, que para el corriente año ha de ser la misma que en los anteriores, y así es como las importaciones, que fueron en 1935 poco más o menos las mismas que en 1934, con grave daño en nuestra balanza comercial, en 1936 podrán seguir en la misma intensidad que en los años precedentes.
La marcación de los huevos importados con el nombre del país de origen, que tan buenos resultados dió en los países que la decretaron, falló por completo en España, porque el público consumidor no respondió como en aquéllos. Aquí se quiere el huevo barato, venga de donde venga y sea el que fuere, y ante esto la cosa no tiene remedio. Mientras el precio del maíz y de ciertos piensos no baje, en España no puede producirse el huevo al coste en que se cosechan en países más afortunados que el nuestro, y como la desvalorización del huevo nacional se sostiene, nuestra producción, lejos de aumentar, va en descenso, porque hasta son muchos los campesinos que se desprenden de las gallinas.
De las peticiones formuladas al Gobierno, de acuerdo con las conclusiones de la Asamblea Nacional de Avicultores celebrada en Madrid en 1934, así en lo que se refiere a la reglamentación en la venta de huevos al detall, como a las condiciones sanitarias de esta mercancía, nada se ha logrado y siguen vendiéndose los huevos viejos y los conservados como frescos a ciencia y paciencia de las autoridades, al parecer encantadas de que todos los españoles puedan hartarse de huevos a bajo precio, aunque revienten.
Lo de la marcación, medida tan eficaz en otros países, en España es un mito, porque el consumidor no para mientes en ello, porque en el comercio huevero (el de mala fe) se ha dado ya en el -modo de borrar la marca cuando
le conviene hacerlo, y porque hasta lo hay que explota la presencia de la marca. Con el huevo de Polonia, cuya marca nacional sólo dice Poíska, hay quien, empleando un sellito con igual carácter de letra, le agrega la palabra "Granja", y así el huevo lleva marca Granja Polska, con lo que resulta ser huevo fresco español y hasta huevo de granja, con el que muchos hueveros dan el timo a sus parroquianos.
En Madrid, en los tres últimos meses del año pasado, el 50 por 100 de los huevos que se vendieron fueron huevos conservados, demostrándolo, no sólo su estado, sí que también el bajo precio a que se vendía (2,40 docena al detall). En las provincias del país productoras de huevos estaban entonces a 3 ó 4 y aun a 4,50 docena, el fresco, y como en los meses de poca postura hay menor producción en todos los países de Europa que mandan huevos a España, ni aun en ellos podía estar el huevo fresco a un precio que permitiera venderlo en Madrid a cotización tan baja. Hasta el de Sudamérica, que podía ser más o menos fresco, llegaba y va llegando refrigerado.
Con el retraso en que todo suele hacerse en España, el día 14 de octubre de 1935, el Congreso de los Diputados ratificó el Convenio Internacional de Bruselas de 11 de diciembre de 1931 sobre la marcación de los huevos de importación, cuando, por el Decreto Presidencial de 22 de noviembre de 1934 (Gaceta de Madrid del 27 del mismo mes), ya regía en '-1 país, pero sin que en él se incluyera lo acordado en el artículo 2.°, letra h, que dice textualmente-"Huevos conservados. — Deberán llevar marca en tinta negra", artículo completado en el Anexo del Convenio Internacional, en el que se precisa que los huevos conservados no sólo lleven la marca del país, sino la marca "Conservado" en la lengua del país de origen.
En tanto el Decreto de 2 de noviembre no se complete ordenándolo así, podrá haber sido ratificado el Convenio de Bruselas, pero no se le dará el debido cumplimiento.
La necedad de muchos consumidores españoles llega al punto de creer que esas marcas nacionales que lleva el huevo de importación, son marcas de granjas que se las ponen como garantía de que es huevo fresco, y así se da el
extraño e inconcebible caso de que, lo que en tantos países ha menguado las importaciones, aquí las mantenga y las haga preferentes.
Para el Gobierno español, el huevo se ha tomado ya como mercancía balanceadora en los tratados de comercio con los países que nos lo mandan, y hasta en algunos de América cuya salida de dinero está controlada, en el huevo se ha encontrado el modo de situarlo clandestinamente en España. Así llegan de Sudamé-rica partidas de huevos con orden de venderlos a cualquier precio que sea. La cuestión está en que se conviertan en el dinero que por vía legal no podía mandarse a España.
Fracasada la marcación del huevo, no cabe otra salvación que el aumento de los derechos aduanales y la reglamentación, y aun la prohibición de importarse huevos conservados, cosas que los Gobiernos lo tienen siempre en su mano.
Malo es, pues, el balance anual de 1935, en cuanto a la situación avícola general en el país, pero no es más halagüeño en lo que afecta a otras cosas, como por ejemplo al haberse suprimido por economías la divulgación avícola en la cátedra ambulante que tenia establecida la extinguida Dirección General de Ganadería y la partida para publicaciones agropecuarias de reparto gratuito.
En las juventudes avícolas directoras se nota un espíritu innovador con tendencias a cambiar o modificar bases y organizaciones adoptadas en todos los países como buenas, sin que los innovadores las conozcan o sin que se hayan dado el trabajo de estudiarlas y de ver el porqué se impusieron.
Aun podríamos señalar la falta de activi-
dades en algunas Asociaciones avícolas, que clan fe de vida, y hasta la apatía de algunos significados avicultores que, ni asisten a las reuniones a que se les convoca, ni prestan el apoyo que debieran prestar a los elementos directivos de sus Asociaciones.
A pesar de lo que se ha predicado la unión y el buen acuerdo, muchos de nuestros avicultores van siempre por su lado, no están conformes en cuestión de precios y de producción, y así es como se sienten ya los efectos de la competencia en ciertas producciones, llevándose a la ruina industrias relacionadas con la avicultura que, por ¡a unión y el buen acuerdo, han arraigado y florecen en otros países y que aquí en España, apenas nacidas ya van en decadencia.
No hay ni que mentar esa avicultura poco escrupulosa, por no decir ya, de mala fe, que lanza al mercado huevos para incubar, polluelos y aves adultas que dice ser de selección, y que nada tiene de ella; lo que se perjudica a los avicultores en el ramo de piensos para las gallinas, de mala o defectuosa composición, y otras cosas que, por ser bien sabidas de nuestros lectores, mejor es no hacer hincapié en ellas.
A pesar de las actividades y de los laudables trabajos de algunas de nuestras asociaciones, todas ellas merecedoras de gratitud y de felicitaciones, preciso es consignar que el año avícola español de 1935 no ha sido de los que merezcan buen recuerdo.
Esperemos que las cosas mejoren en el que nace, y ya en él, Mundo Avícola desea a sus subscriptores y a todos los elementos avícolas del país venturas y satisfacciones.
269 -^\
ACTIVIDADES AVICOLAS ESPAÑOLAS
Del Quinto Concurso de puesta celebrado por el Sindicato Avícola de Menorca
Grato es poder consignar la perseverancia con que el Sindicato Avícola deMenor^ ca, que preside don Miguel Mercadal Papetcudi, viene celebrando anualmente sus concursos de puesta y las excelentes posturas que entre sus gallinas concursantes se registran.
Véanse seguidamente los resultados del V Concurso por él celebrado en el año avícola de I¡f34-jj> siendo digno de notarse que en él sólo figuraron gallinas de ra\as nacionales.
Nuestras sinceras felicitaciones al Sindicato y a los concursantes premiados.
RESULTADO FINAL DEL CONCURSO Y RELACIÓN DE LOS PREMIOS CONCEDIDOS
EN EL MISMO
o —
il
3 13 33
2 15 19 21 23 21 25 27 28 30 31 35
31
26 3
Lotes E
raza
Premios individuales Menorca negra
» » » D » ,, » Balear negra .
Menorca negra .
Prat leonada . Menorca negra .
Puesta invernal
Menorca negra , Prat leonada . Menorca negra
Premios de conjunio Menorca negra . .
propietario
D. Pedro Mir . . . D.¡1 Esperanza Benejam D. José Doménech . D. Pedro Mir. . . . D.;l Esperanza Benejam D. Antonio Ferragut
■B si
ss a
D. José Mari
D. Miguel Mercadal
D. José Doménech
D. José Doménech . D. Miguel Mercadal D. Pedro Mir . .
D. José Mari
105 226 188 202 195 190 163 174 162 188 191 206 201 172 188
64 67 63
818
P unluación
Ente- Centé-ros simas
250 243 241 228 215 233 181 206 184 228 187 227 216 224 199
82 81 81
955
08 16 96 52 87 82 65 43 13 60 15 50 23 71 47
35 88 22
si;
recompensas
Campeonato Primer premio Segundo premio
Terceros premios
Campeonato Primer premio Segundo premio
Extraordinario
Notas. — i * En el concurso no se inscribió ninguna gallina de raza extranjera. — 2.a Los lotes eran de cinco pollas y el número de ellos de siete.
PARA LOS QUE QUIEREN APREND
GALLOS Y GALLINAS BUENAS, MEDIANAS Y MALAS
por el Prof. S. CASTELLO
Aun cuando a base de las doctrinas de Oscar Smart, divulgadas ya en España, fácil ha sido a la mayoría de los buenos avicultores apreciar las tres categorías de gallinas L 2, L 1 y L 0 (clasificación de Smart), de las que vamos a tratar aquí, es un hecho que todavía hay personas que no lo han entendido bien y viven en confusiones.
Mundo Avícola fué la primera revista publicada en lengua castellana que dió a conocer las doctrinas de Oscar Smart, dedicándoles un número especial, con el que homenajeó al malogrado maestro, dedicándole el de septiembre de 1925. Luego el libro de Oscar Smart fué traducido íntegramente al castellano por don Pedro Laborde Bois, bajo el seudónimo de P. Le Bec, y con ello, y en poco tiempo, aquéllas se divulgaron, produciéndose en España el movimiento de progreso que habían determinado ya en todos los países en los que se habían dado a conocer.
Ahora bien: sin menguar en lo más mínimo la gloria de Smart, ya que por su libro se divulgaron principalmente en Europa las modernas teorías sobre el valor práctico de los gallos y de las gallinas, en cuanto a la postura y los métodos o bases de una buena y eficaz selección, debe saberse que no fué solamente aquel genetista británico quien trató magistralmente de esa materia, porque con anterioridad lo había hecho en América el sabio doctor Raymond Pearl, de la Estación Experimental del Estado del Main, como lo han hecho después numerosos genetistas en diversos países.
Es un hecho que, salvo ligeras discrepancias en la apreciación de los factores genéticos determinantes de la mayor o menor fecundidad de la gallina, en el fondo todos convienen en que la determinación de la categoría en la que entra la gallina, tiene por base el número de huevos que da en los doce meses siguientes a la postura del primer huevo, y en que, de dichos huevos, los más posibles sean dados en un período determinado. Este período es de tres meses a tres y medio, y para las pollitas nacidas en primavera, puede estar comprendido entre septiembre-noviembre (inclusives) ; octubre-diciembre; noviembre-enero; o diciembre-febrero, según el mes en que empieza la postura, y variando el número mínimo de huevos
en tales períodos, entre más de 30, más de 40 o más de 60, según los tres meses que entran en el período.
Por las estaciones en que tales períodos se encuentran, se ha venido diciendo siempre, período de puesta ¡inferna!, y el mismo Oscar Smart incurrió en esta falta al decir que eran gallinas L- 2 (es decir, superiores) las que daban más de 30 huevos en los tres meses de invierno, siendo así que debió decir, en parte del otoño y parte del invierno, porque el otoño alcanza hasta fines de diciembre.
Claro está que el buen sentido de los lectores de su libro suplió la falta, entendiendo por invierno el tiempo frío, pero aun hay personas que, tomando al pie de la letra lo dicho por Smart, consideran falta que se diga otoño e invierno, cuando basta saber cuándo empiezan y acallan el otoño y el invierno para ver que no la hay.
Otra cuestión de suma importancia, es la de que se ha venido hablando siempre del factor de la puesta invernal, cuando, en realidad, no hay tal factor. El factor que da la calidad a una gallina, es el determinante de su llegada a la madurez sexual en el momento normal en la raza a que pertenece la gallina, lo cual ocurre en las pollitas nacidas en primavera, en los meses de septiembre, octubre, noviembre o diciembre, según el mes de aquélla en que el ave haya nacido, y de ahí que dé el número fijado de huevos en tiempo frío.
No hay, pues, tal factor de la puesta invernal, aunque por costumbre todos así lo hayamos admitido, sino factor de la llegada a la madurez sexual en un tiempo o momento normal.
En demostración de esto está la tabla de Prueba Continua, establecida por la Asociación Británica de Avicultura Científica, a la que antes hicimos ya referencia, y a la que nada opuso el mismo Óscar Smart, tabla que reproducimos aquí para que la tengan a la vista los que con ella quieran guiarse para saber en qué categoría han de colocar a sus gallinas
Como puede verse en esta tabla, y aun a pesar de haber dicho Oscar Smart que eran gallinas L. 2 las que daban más de 30 huevos en los tres meses de invierno (debiendo entenderse siempre, que se refiere a las pollas pri-
MUNDO
V
C O
A
maverales con mínimo de 140 huevos en los doce meses siguientes a la postura del primer huevo), por gallinas L. 2 se tiene también a las que, empezando entre enero y agosto, den el mínimo de 140 anual, de los cuales 40, 50, 60 ó 65 en los tres primeros meses de postura,
(**), no podrían tenerse por tales más que las que dieron por lo menos 30 huevos en los tres meses de invierno (si daban por lo menos 140 en el primer año), cuando también lo son todas las que, como L. (2), aparecen como tales en la tabla.
TABLA DE PRUEBA CONTINUA
Principiti de la puesta
1.° Enero . . 1.° Enero . . 1.° Lebrero .
0 Febrero .
0 Marzo .
0 Marzo . .
0 Abril . .
0 Abril . .
0 Mayo . . l.° Mayo . . 1.° Junio . . 1.° Junio . . l.° Julio . . 1.° Julio . . l.° Agesto . 1.° Agosto . l.° Septiembre 1." Septiembre 1.° Octubre . l.° Octubre . 1.° Noviembre 1.° Noviembre 1.° Diciembre. 1.° Diciembre.
Fin de la prueba
81 Marzo . 31 Marzo . 30 Abril .
30 Abril .
31 Mayo . 31 Mayo , 30 Junio .
30 lunio .
31 Julio . 31 Julio . 31 Agosto. 31 Agosto. 30 Septiembre
30 Septiembre
31 Octubre . 31 Octubre . 30 Noviembre
30 Noviembre
31 Diciembre. 31 Diciembre. 31 Enero . 31 Enero . 28-29 Febrero 2S-29 Febrero
Huevos puestos
l>0 o mas . menos de 60 60 a más . menos de 60 65 o más , menos de 65 65 o más . menos de 65 65 o más . menos de 65 60 o más . menos de 60 50 o más . menos de 50 •10 o más . menos de 40 •10 o más . menos de 40 30 o más . menos de 30 40 o más . menos de 40 60 o más . menos de 60
L (2)
y variando la cifra según el mes en que nacieron. A esas gallinas en las cuales esos tres meses no coincidieron' con el otoño o con el invierno, es decir, en aquellas en que la prueba no se pudo practicar en tiempo frío, la Asociación Británica de Avicultura Científica acordó que se las distinguiera de las L. 2 (de prueba invernal), poniendo la cifra 2 ó 1 entre paréntesis, lo cual a Oscar Smart le pareció muy cuerdamente dispuesto (*), sin oponerse a que fueran tan L. 2 como las otras.
Llamamos especialmente la atención de nuestros lectores sobre el particular, porque es asunto de trascendental importancia, ya que, no teniendo esto en cuenta y ateniéndose a la definición dada por Smart de las gallinas L. 2
(*) Página 132. Línea 7 de su libro «La herencia de la fecundidad». Edición castellana.
Cierto es que al avicultor más le convienen las L. 2 que las L. (2), porque, coincidiendo su llegada a la madurez sexual con el otoño o la entrada del invierno, le dan huevos cuando se venden a mayor precio, pero en cuanto a categoría todas entran en la misma, es decir, en la de buenas o superiores; digamos L. 2.
Hay, pues, que aclarar, o mejor dicho, modificar todo lo que unos y otros hemos venido maquinalmente diciendo sobre el establecimiento de categorías de las gallinas a base de las doctrinas de Pearl y Smart, precisándolo de la manera siguiente:
CLASIFICACIÓN
Gallinas buenas o superiores. — Las de
categoría smartiana L. 2 y las L. (2). (**) Página 45 de su libro.
Se entienden por L. 2 las de Pearl y Smart, de nacimiento primaveral, que en los doce meses siguientes al primer huevo dan de 140 a 280 ó más huevos, pero de éstos:
a) Entre septiembre, octubre y noviembre, 40 o más.
b) Entre octubre, noviembre y diciembre, 30 o más.
c) Entre noviembre, diciembre y enero, 40 o más.
d) Entre diciembre, enero y febrero, 60 o más.
Sé entenderán' por L. (2) las que, empezando a poner de enero a agosto, inclusives, dan en el primer año de 140 a 280 o más huevos, de los cuales:
a) Entre enero, febrero y marzo, 60 o más.
b) Entre febrero, marzo y abril, 60 o más.
c) Entre marzo, abril y mayo, 65 o más.
d) Entre abril, mayo y junio, 65 o más. c) Entre mayo, junio y julio, 65 o más. f ) Entre junio, julio y agosto, 60 o más.
g) Entre julio, agosto y septiembre, 50 o más.
h) Entre agosto, septiembre y octubre, 40 o más.
Gallinas medianas. — Las de Pearl y Smart L. 1 y las L. (1).
Se entenderán por L. 1, las- de nacimiento primaveral que en los doce meses siguientes al primer huevo dan de 50 a 80, como mínimo, purliendo llegar hasta 210, de los cuales: cuales:
a) Entre septiembre, octubre y noviembre, menos de 40.
b) Entre octubre, noviembre y diciembre, menos de 30.
c) Entre noviembre, diciembre y enero, menos de 40.
d) Entre diciembre, enero y febrero, menos de 60.
Se entenderán por L. (1) las que, empezando a poner de enero a agosto, inclusives, den en su primer año de postura de 50 a 80, como mínimo, pudiendo llegar a los 210 huevos, pero de éstos:
a) Entre enero, febrero y marzo, menos de 60.
b) Entre febrero, marzo y abril, menos de 60.
c) Entre marzo, abril y mayo, menos de 65.
d) Entre abril, mayo y junio, menos de 65.
e) Entre mayo, junio y julio, menos de 65.
f) Entre junio, jtdio y agosto, menos de 60.
g) Entre julio, agosto y septiembre^r^rje^ de 50.
h) Entre agosto, septiembre y octubre, menos de 40.
Gallinas malas. — Las L. Cero de Pearl y de Smart, o sea las que no dan ni siquiera 30 huevos en el primer año de puesta sin dar ninguno en otoño ni en invierno, y las L. (Cero) que empezaron a poner de enero a agosto y, sin llegar a dar más de 30 huevos en el primer año, se mostraron muy tardías en dar el primero.
Así como la prueba de las pollas primaverales L. 2 debe empezar con el registro de la postura del primer huevo, Oscar Smart dice, y sus razones debe tener, que las pruebas para el descubrimiento de las L. (2) y de las L. (1), es decir, de las que no nacieron en primavera, deben empezar el día primero del mes siguiente al de la fecha en que dan el primer huevo, y, además, en este punto formula otras dos observaciones.
Dice que, en primer lugar, no debe someterse a estas pruebas a las gallinas nacidas en época del año que las hizo tener edad suficiente para ser sometidas a la prueba L. 2 (es decir, a la otoño-invernal), y que en ella pudieren demostrarse ser L. 1 o L. Cero.
Olvidar esto — sigue diciendo el maestro — es exponerse a incluir aves de clase inferior en los lotes de reproductoras, y el mismo criador sufriría las consecuencias de este error en la manera de juzgar.
En segundo lugar — agrega Smart, — que las aves de madurez muy tardía (***) no deben someterse a la prueba del factor L. (2). porque, si demuestran tenerlo (****) además llevarán también el factor de madurez tardía en el linaje, que, como dejamos dicho, es cosa que nadie puede desear; porque es perjudicial.
Antes de pasar adelante, conviene decir que, en general y sea cual fuere la categoría en que quede clasificada la gallina, en cada una de las categorías el número de huevos lo determina un factor f¡actuante, de suerte que no por dar una gallina 250 huevos en el año, sus hijas los han de dar también, pero, si los que da, entran en el número máximo o el mínimo asignado a la categoría de su madre, en puesta temporal o anual, queda en igual categoría.
Sobre tales bases, que sin apartarse de las
(***) Es decir las que posiblemente resulten ser L (Cero). — N. de la R.
(****) Por anomalía, salto atrás, o mutación progresiva. — N. de la R.
MUNDO
AVICOLA
N« I. N» i.
Puesta invernal más de 80 Puesta"anual 280 o más
N° 5. N- 6
Puesta invernal 40 a 49 Pltísta anual 200 a 229
!»• 3. »• «■
Puesta invernal 50 a 80 Puesta anual 230 a 280
N« 7. N» 8.
Puesta invernal 31 a 39 Puesta anual 140 a 199
Clave I de Smart, para Sos diagramas de los gallos y gallinas L. 2.
Clave II de Smart para los diagramas de los gallos y gallinas L. i.
Puesta invernal 25 a 30 Puesta anua! 130 a 210
N° 13 N» 14.
Puesta invernal 10 a 14 Puesta anual 60 a 110
N° it. tí" 11.
Puesta invernal 15 a 24 Puesta anual 100 a 150
Uà
Puesta invernal 1 a 9 Puesta anual 50 a 80
N- 17.
*8f N- 18,
Puesta invernal nula Puesta anual