La primera revista del sector cunícola en español

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AñoXIV.Num. 164 Agosto 1935 GRABADO EN PORTADA: UN EXCELENTE MODELO DE CASA DE CRIANZA, DE URALITA, UTIL1ZABLE LUEGO COMO DEPARTAMENTO DE RECRIA. DEL PROXIMO Y VI CONGRESO MUNDIAL DE AVICULTURA: NOTICIAS..................170 LOS TRABAJOS DE SELECCION DE LA GALLINA CASTELLANA NEGRA LLEVADOS A CABO POR DON ENRIQUE P. DE VILLAAMIL (GLOSA DE S. CASTELLO) ....... 172 EL PICAJE Y EL CANIBALISMO, por E. C. de P........ . 176 LAS GALLINAS CON ESPOLON............ . 179 PARA LA DISTINCION DEL SEXO EN LOS POLLUELOS AL NACER...................181 SOBRE LA PRODUCCION DE POLLERIA TIERNA DE CONSUMO EN ESTANTERIAS O BATERIAS........: . 185 PARA EL MEJORAMIENTO DE LAS RAZAS........185 MEDIOS PARA APRECIAR LA FRESCURA DEL HUEVO Y SUS ALTERACIONES...............186 MANERA DE QUE LAS MUESTRAS DE SANGRE LLEGUEN BIEN A LOS LABORATORIOS, PARA EL SERODIAGNOST1CO, por el Dr. Véritas.........•......189 LOS HUEVOS CON SANGRE......,.......i9I TRATAMIENTO DE LA GALLINAZA........... 192 MUNDO AVÍCOLA es Revista mensual ilustrada de información y cultura avícola, continuación de «La Avicultura Práctica>, que comenzó a publicarse en 1897, y por lo tanto, es la más antigua de cuantas en su especialidad ven la luz en lengua castellana. La publica la Escuela Oficial y Superior Española de Avicultura de Arenys de Mar (Barcelona), bajo la Dirección del Profesor Salvador Castelló. — Es portavoz del progreso avícola moderno y eco, en lengua castellana, de los trabajos y actividades de la Asociación Mundial de Avicultura Científica, iniciadora y mantenedora de los Congresos Mundiales de Avicultura.—Suscripción anual: Para España y Américas 10 pesetas, y 12 para otros países. 170 MUNDO ICOL Del próximo VI Congreso y Exposiciones Mundiales de Avicultura 24 julio al 2 agosto 1936 Llegan a nosotros frecuentes noticias de los preparativos que se hacen en Alemania para que el VI Congreso y Exposición Mundiales de Avicultura sea tan esplendoroso como los cinco ya celebrados, y todo permite creer que fácil ha de ser lograrlo, no sólo por los grandes elementos de cooperación con los que se cuenta, sí que también por el respetable número de países que han aceptado ya la invitación del Gobierno del Reich. En cuanto a la sede del Congreso y de la Exposición, el desgraciado incendio de gran parte de los edificios de Berlín, en los que debía celebrarse la Exposición y la carencia de otros locales apropiados en la capital, han obligado al Gobierno, de acuerdo con la Asociación Mundial de Avicultura Científica, a resolver que se celebraran en Leipzig. Han contestado ya y ofrecido su concurrencia los siguientes países: De Europa: Inglaterra, Estonia, Noruega, Suecia, Hungría, Suiza, Italia, Holanda, Checoeslovaquia y España. De America: Canadá, Estados Unidos Norteamericanos, Argentina v Ecuador. De Asia: China. De Africa: Rhodesia del Sur. De Oceauia: Australia. Por el Ministerio de Agricultura ha sido ya nombrado el Comité Nacional Español del que formarán parte el Jefe de la Sección de Ganadería, el Director del Instituto de Biología Animal, los Presidentes de la Asociación General de Avicultores (Federación Avícola Española) y de la Asociación Nacional de Cuniculi-cultores, y el Inspector General Jefe de la Sección de Fomento Pecuario, los cuales constituirán, cuando el Congreso, la Delegación Oficial de España, a la que se agregará nuestro Director, Vicepresidente y Delegado en España de la Asociación Mundial de Avicultura'Científica, iniciadora del Congreso, y del Comité Ejecutivo de Berlín, a quien desde este momento pueden dirigirse cuantas personas proyecten inscribirse como congresistas. Conviene recordar que a la terminación del Congreso tendrá lugar un viaje oficial por territorio alemán en el que recorriéndose las principales ciudades de Alemania y disfrutándose de las bellezas naturales que ofrecerá la navegación del famoso y legendario Rhin, podrán visitarse los grandes centros de producción avícola y conejil, así como lo que de más saliente tiene Alemania en los ramos de Zootecnia y de Veterinaria. Del Canadá se han recibido noticias que dan como segura la concurrencia al Congreso de unos iOO canadienses, a los que les representa recorridos de 6,ooo a io.ooo kilómetros, y un viaje de duración de diez a doce días, sólo para llegar a Berlín. La circunstancia de clausurarse el Congreso la víspera de la inauguración de los Juegos Olímpicos, permitirá a los Congresistas la asistencia a esas famosas manifestaciones del deporte universal, en las que gozarán de un billete de entrada, o pase, que se les facilitará en el momento de personarse en Berlín. Los Congresistas gozarán dé una rebaja de 6o por ioo en las tarifas ferroviarias alemanas y en el viaje post-congreso tendrán ocasión no sólo de visitar los principales lugares del país y de admirar sus bellezas naturales, sí que también de apreciar cuanto afecta a la Avicultura alemana, cuya importancia pone de manifiesto el gráfico estadístico que se intercala. Como puede verse, el valor de las aves de corral y de sus productos en un año, así en huevos como en pollería de consumo, se elevan actualmente en Alemania a unos 650 millones de marcos (cerca de 1.950 millones de pesetas, en tanto la industria del automóvil queda en 480 millones de marcos, la del hierro en 315 y la del carbón de piedra, en 300. Según tales datos, que emanan de estadísticas oficiales, la Avicultura en Alemania supera en 170 millones de marcos a la industria del automóvil; en 335 millones a la del carbón y en 300 millones a la del hierro. Los lectores de Mundo Avícola conocen ya MUNDO A V I C O h A PREPONDERANCIA DE LA AVICULTURA EN ALEMANIA clip 171^% Gráfico demostrativo de la producción avícola (d), eu millones de R. M., comparada con la de las industrias del automóvil (c), de la producción de carbón (b) y con la de las industrias del hierro (a). las bases del Programa y del .Reglamento del Congreso y de la Exposición Mundiales de Avicultura de Berlín por haberla publicado ya, casi íntegramente, en nuestro número de febrero del presente año, pero los que tengan interés en conocer la edición completa española pueden dirigirse desde este momento a nuestro director, que se lo enviará gratuitamente. La celebración del Congreso y de la Exposición en los terrenos de la famosa Feria de Leipzig no ha de menguar en lo más mínimo la importancia de aquéllos y, en cambio, beneficiará a los congresistas en muchos conceptos, entre los cuales, no es de poca importancia el menor precio de los alojamientos durante los días 24 julio al 2 de agosto. La corta distancia que separa Leipzig de Berlín, permitirá a los congresistas ir fácilmente a la capital, y desde luego serán huéspedes de honor del Gobierno del Reich que, en uno de los días del Congreso les llevará a Berlín en tren especial con todos los gastos de estancia y visita del la ciudad a cargo del Comité del Congreso y de la Exposición, siendo además obsequiados por el Ministro de Agricultura con un lunch. Al celebrarse la inauguración de los Juegos Olímpicos de Berlín, coincidiendo con la clau- sura del Congreso, los que lo deseen podrán asistir a dicho acto si se hallan en posesión de localidades, cuyos precios están ya fijados en 15, 10 y 6 R. M., según sean de 1.a, de 2." ó de .3." clase. También podrán asistir a la Gran Función de Gala que tendrá lugar en el Gran Teatro de Berlín la noche de la inauguración de las Olimpiadas, cuyas localidades se les expenderán a los precios de 6*, de 4 y de 2 R. M. según la categoría que se desee. El Comité ejecutivo del Congreso cuidará de retenerles las localidades una vez haya recibido la hoja de inscripción como congresistas. A los que se sientan dispuestos a ir a Alemania con motivo del Congreso, les recomendamos especialmente lo que se refiere al viaje de recreo y económico en magnifico autocar de turismo que organiza Mundo Avícola en obsequio a sus suscriptores, cuyo precio máximo se ha fijado ya en unas 1.650 pesetas, con alojamiento en hoteles de primera categoría, recorrido por las principales ciudades de Alemania y duración de unos veintiocho días. Dicho viaje, a cargo de la "International Express", de Barcelona, comenzará el 15 de julio para terminar el 1 r de agosto. Los trabajos de selección de la gallina castellana negra QUE LLEVA A CABO DON ENRIQUE P. DE VILLAAMIL, ÜJRECTOR DEL GALLINERO DE LA ASOCIACION GENERAL DE GANADEROS DE ESPAÑA Trio de Castellanas negras, del gallineio de la Asociación Geneial de Ganaderos de España (selección de Villaamil), que figuraron en la Exposición Mundial de Avicultura de Roma en 193í. Los avicultores españoles saben muy bien que la Asociación General de Ganaderos de España montó y sostiene en su Parque de Exposiciones y Concursos de la Casa de Campo de Madrid un gallinero modelo, cuya Dirección se confió al que fué Presidente de su, Sección de Avicultura, don Enrique P. de Villaamil. Saben también los que están al tanto del movimiento avícola, en el país, quien es el Ingeniero y avicultor Sr. de Villaamil, y lo que en. los últimos veinte años este señor ha trabajado, siempre ad honorem y llevado simplemente por su amor al estudio y al progreso avícola, pues don Enrique desempeña la misión que le fué confiada, sin sueldo ni gratificación. Si en tales condiciones se viene trabajando durante tantos años, quien tal hace, es un benemérito, y así ha debido reconocerlo la Asociación General de Avicultores de España al conferirle el Título de Socio de Honor. Cuando se estableció el gallinero experimental y de selección de la Casa de Campo, hubo que poblarlo y la Asociación General de Ganaderos, con muy buen acierto, eligió la raza Española negra de cara roja en su variedad Castellana, tal como se encuentra en los cortijos de la meseta central de España. Se trataba, pues, de una gallina sin selección con la que se iba a emprender la delicada labor de reconstituir su tipo y elevarla a la categoría de ave de Standard o de Patrón bien definido y al mismo tiempo de verse hasta qué punto era posible incluirla entre las razas recomendables por su postura, en ■xuanto al número de huevos, pues en cuanto a la calidad de éstos, por su tamaño y peso, sabido era ya que ninguna raza de las más famosas los da tan grandes y pesados como esa gallina negra de cara roja española, tronco originario de la que en el mundo avícola se conoce y se celebra bajo los nombres de Minorca, Minorque y, para nosotros, Menorquina o Balear. Como se trataba de trabajar sobre gallinas indígenas, se pobló el. gallinero con aves recogidas en pleno campo y en algún gallinero que aseguraba tener esas Castellanas puras, pero, como era de esperar, la mayoría tenían defectos en sus formas generales o parciales y en su M UNDO COLA coloración, cuando no las había con matices pardos o rojizos o con algunas plumas blancas. Esto dió lugar a un trabajo de selección que don Enrique P. de Villaamil llevó a cabo con el mayor acierto e interés, al punto de que. en 1928, al celebrarse una Asamblea Nacional de Avicultores en la Casa de Campo, pudo ya definir las características deseables en la raza, quedando decretado su Standard, que es el que hoy rige para las Castellanas en nuestras exposiciones de Avicultura. Como es sabido, ese Patrón tiene por bases principales la gallardía en las formas, la cresta sencilla, derecha, bien aserrada, con cinco o seis dientes, orej illas blancas, cara roja, tarsos negruzcos y, sobre todo, el color negro-cuervo, es decir, sin los reflejos verde metálicos que adornan a las Menorquinas y a las gallinas negras de la mayoría de la's Granjas, hijas de las clel país y de gallos puros Meuorcas traídos de Francia o de Inglaterra o llevando sangre de éstos. Villaamil condujo la selección de las gallinas de la Casa de Campo a base de lograr la fijación de ese tipo, pero como no se trataba sólo de mejorar esa gallina en lo morfológico, sino que se tendía también a lograrlo en cuanto a lo fisiológico, esto es, a su sanidad y al au-njento de su producción huevera, se ha venido trabajando asidua y simultáneamente en ambos sentidos hasta lograrse lo que don Enrique P. de Villaamil nos ha dicho en una serie de artículos que han visto la luz en La Industria Pecuaria números 1.205, T-2o6 y 1.207 correspondientes a los meses de julio y agosto últimos. No los reproduciremos íntegros por su extensión, pero sí glosaremos su contenido y lo resumiremos con el mayor gusto, para que del mismo tengan conocimiento nuestros lectores y puedan apreciar por sí mismos lo que: a la Asociación General de Ganaderos, y en especial al señor de Villaamil, debe la avicultura española. Villaamil, como todos los que han estudiado y saben de avicultura a la moderna, es un fiel devoto de las doctrinas de Oscar Smart sobre la herencia de la fecundidad, y por lo tanto, a las mismas se atuvo en sus trabajos, logrando comprobar las verdades de aquéllas. Bases de¡ la selección fisiológica En el primero de sus artículos recuerda dichas doctrinas, señalando cómo gallinas L. 2 aquellas que en los doce meses siguientes a la postura del primer huevo, dan por lo menos^*» 140 y de éstos más de 31 de octubre a enero. Se dan como L. 1 aquellas que, dando en igual período de 80 a 210, dan hasta un máximo de 30 en otoño e invierno, teniéndose por gallinas L. cero las que nn llegan a dar más de 80 y de éstos ni uno en puesta otoñal e invernal. A propósito de la puesta invernal, el autor refresca la memoria de los que ya algo saben de las doctrinas Smartianas, llamando su atención sobre los diversos grados en que aquélla se presenta en las gallinas L. 2, grados que van corriendo desde el de 31,huevos hasta el de 80 o más entre la postura del primer huevo en pollas primaverales, hasta fines de enero. Señala Villaamil como superiores, en las gallinas, los grados 20 (280 o más huevos y de estos más de 80 invernales) y 40 (230 a 280 huevos en el año y de éstos 5° f 80 invernales. Para los gallos, dichos grados son el io y 3 de machos, que corresponden a los grados 2° y 40 de sus madres. Recordado todo esto, Villaamil entra ya en materia. Organización de los gallineros Explica el autor, cómo concibió su trabajo con, el objeto de ver si entre aquellas gallinas del montón que se le confiaban, se descubrían algunas buenas ponedoras y no hay para qué decir que, desde el primer año en que huí jo pollitas de primera puesta,'je vino llevando el registro de la postura con todo rigor y precisión. Cuando tuvo suficiente número de ponedoras buenas unas y regulares las otras, empezó la parte seria del trabajo estableciendo las tres clases de gallineros siguientes: Gallineros de línea Ya en 1933j34 fueron cuatro, que tituló "de línea", porque fiaba en la calidad bien comprobada de sus pobladores para obtener la buena descendencia que ansiaba lograr. En esos cuatro gallineros se albergaban en junto 22 gallinas, todas ellas L. 2, comprobadas como tales por el registro de su postura en el primer año. Esas gallinas, algunas en segundo año y otras en tercero, aun mantuvieron en conjunto la buena postura, dando en el año 3,206 huevos. Esto representa un promedio de 174 MUNDO A V O 145'/ huevos por gallina con promedio de 33'6S de puesta invernal. Los cuatro gallos dados a esas gallinas eran todos L. 2 comprobados, es decir; hijos de gallinas L. 2, seguras, por el registro de su postura de primer año y seguros también ellos, por haber dado ya descendencia de la misma1 categoría. Esto logró, y la explotación de esos cuatro grupos de reproductores fué la base para la obtención de una descendencia mejorada y productiva, que es a io que tiende el gallinero social de la Casa de Campo. Entre esas 22 gallinas (de las que fallecieron 5), hubo que, en puesta de tercer año aún dieron más de 140 huevos y en puesta de segundo año, dieron más de 160, lo cual probaba que entre las que a priori se tuvieron como gallinas del montón, las había, hasta superiores. Gallineros de comprobación Bajo este nombre también en 1933-34 Villaamil formó otros cuatro gallineros a base de 12 gallinas que en su primer año de postura se revelaron como L. 2 o como L. 1, dándoles gallos hermanos de los L. 2 comprobados, pero no comprobados ellos. De esos cuatro gallineros cosechó 1,100 huevos con puesta media de 100 huevos por ave; de éstos, 28'54 en puesta invernal. Gallineros "H-H" Esos fueron ocho parques de reproductores establecidos también en 1933-34 C011 pollas que se revelaron como L. 1 ó como L. o, dándoseles gallos hermanos de los comprobados L. 2, pero aun no comprobados ellos mismos, y desde luego no hermanos de las gallinas que se les asignaron. De estos gallineros se cosecharon, sobre 27 gallinas que los poblaban, de las cuales una no dió ni un huevo, 1.831 huevos con el bajo promedio de 7°>4 huevos por gallina. De ellas, sólo 8 que eran L. 1, dieron 5,1 huevos por cabeza en invierno y en junto, promedio de 94.' Estudio comparativo A base de esas tres clases de gallineros Villaamil, en el informe que ha rendido a la Asociación General de Ganaderos y que ésta ha publicado en forma de artículos en La Ind$&■•, tria Pecuaria, formula el siguiente estudio comparativo : Gallinero de línea. — Todas las gallinas fueron L. 2, dando promedio de huevos en segundo y tercer año de puesta. Gallinero de comprobación. — De las 12 gallinas murió una, y de las vivientes, 6 se revelaron como L. r, con puesta invernal de 26 huevos, en promedies, y 5 fueron L. 2, con promedio de puesta invernal de 31 por cabeza. El promedio de puesta fué de 100 huevos. Gallinera H-H.— De las 26 gallinas que los poblaron hubo gallinas L. 1 y gallinas L. o con promedio sólo de 7ó;4, por lo cual Villaamil dice ser gallinas del montón. De haber estado reunidas las gallinas que se tuvieron separadas en los gallineros de línea, en los de comprobación y en los H-H, dice Villaamil que hubiera resultado gallinero con gallinas buenas y con gallinas malas, con promedio de puesta comprobada al año, de 105,74 huevos por cabeza, en tanto, las que estuvieron en los gallineros de línea lo hubieran dado de 145.7 y> P°r lo tanto, en conjunto, se hubieran; perdido 39,74 huevos por cabeza. Multiplicando esta cifra por el número de aves de que conste el gallinero de mezcla que se tenga, dice Villaamil que fácil es ver, la pérdida que se experimenta por no seleccionar. Aún profundiza más Villaamil y dice que, si con las 22 gallinas de los gallineros de línea se cosecharon 3.206 huevos y en los de comprobación y H-H juntos, con .sus 37 gallinas no se cosecharon más que 2.931, cabe preguntar, ¿cuántas gallinas tendrían que haberse tenido en los de comprobación y H-H para cosecharse los 3.206 recogidos en los de línea. El caso lo resuelve por la fórmula: 37 aves 3206 = 40,8 aves De esto se deduce que, si para obtener los huevos que dieron 22 gallinas seleccionadas, se necesitan 40,8 sin seleccionar, pronto se vería el gasto que ciarían esas) 18,8 gallinas de más, y ello da la pérdida que se sufriría por no seleccionar. Advierte Villaamil que, por tratarse de seres vivos, los resultados de todo cálculo no pueden ser matemáticos, pues aquéllos están sujetos a variaciones por diversas influencias, pero de algo valen los cálculos, aunque no se fundamenten en valores fijos. M UNDO V 0 L Observaciones y conclusiones de Villaamil En primer lugar, y ya en el primero de sus artículos, como fruto de su propia experiencia, que concuerda con las doctrinas de Smart, sienta las siguientes conclusiones: 1. " Que no deben aparearse más que aves L. 2 bien comprobadas. 2. " Que las hembras, y siempre que se pueda, deben ser L. 2, pero de los grados 2.° y 4.0 3. a Que los machos, siempre L. 2, pero en grado i.° y 2.° (hijos de gallinas L. 2 en grados 2.° y 4.0). 4. " Que toda gallina que resulte ser L. 2 pero de los grados 6.° y 8.°, correspondiendo a puestas invernales de 40 a 49 huevos y 31 a 39, respectivamente, no deben ser empleadas como reproductoras, vendiéndose lo mejor que se pueda como gallinas L. 2, con lo cual no se engaña a nadie, y aun puede salir beneficiado el comprador con alguna "progresión" que pueda presentarse en los hijos del ave. y que el avicultor seleccionador no puede esperar por no perder tiempo. Este caso se presenta al seleccionador en sus principios, no debiendo venderse las hembras L. 2 comprobadas, aunque sean de los grados 6," y 8°, hasta tener número suficiente de hembras L. 2 de los grados 2.° y 4.0, que cubran sus necesidades. Esta 4.a conclusión la deriva Villaamil de su profundo estudio del libro de Oscar Smart y de la herencia de la puesta invernal en sus diversos grados, pues éstos los determina un factor genético fijo, en tanto el que determina el número de huevos en el primer año, es varia-hle o fluctuante, dentro siempre de la categoría ya buena a que pertenece la gallina. Agrega Villaamil, que a la "progresión" es a lo que debe estar siempre atento el avicultor, pues de ella depende el que la puesta media del grupo vaya en aumento constante. Villaamil no fía en las gallinas fenómeno que dan una extraordinaria postura y de las que, dice, que sólo puede servirse al avicultor como reclamo de su granja, pero cuando su puesta invernal alcanza alto grado, esto si las valora y por ellas puede pagarse lo que se pida. Datos prácticos) Bajo este epígrafe el Sr. Villaamil pone fin a sus escritos formulando el plan que, a su juicio, debe seguirse en el manejo o gobierno del gallinero de la Casa de Campo y puntualiza lo siguiente: Textos de Villaamil La "Castellana negra", por término medio, tarda 188 días en romper la puesta, o sean seis meses y medio (más o menos); por lo tanto, debe nacer de fin febrero a segunda quincena de marzo, no más tarde del 22, para que empiece a poner el i.° de octubre del año de su nacimiento. Para que esto ocurra procúrese por todos los medios que el peso de la polla vaya progresivamente aumentando desde su nacimiento hasta llegar al de 1 kilogramo 600 grs. a primeros de octubre. Ese es el peso medio que debe tener la Castellana negra al romper la puesta. Si en r.° de octubre no tiene ese peso, nc pondrá, y si llega a poner, tendrá pausa invernal en los meses de noviembre, diciembre y enero, por debilidad, y hasta que consiga su peso no volverá a poner. Si en octubre no llegara al peso, procúrese que no empiece a poner hasta que lo adquiera, pues con la puesta se debilitaría y no podría mantenerla intensivamente. ;jí if. 2fC Siendo la capacidad de los gallineros de la Casa de Campo para unas 100 "ponedoras", y habiendo seis, el total de gallinas "ponedoras" a que puede aspirarse es el de 600, y hasta que se tengan los gallineros bien poblados no debe venderse ninguna de las aves que se vayan obteniendo y que cumplan las condiciones de selección estudiadas en el artículo. Tampoco se venderá ninguno de los huevos que puedan ser dedicados a la incubación, pues hasta llegar al límite indicado, todos hacen falta. Hasta que las cifras de puesta total (en este caso) no estén bien comprobadas, en dos o tres años, en abuelas, madres e hijas, no se llevará a "Concurso de puesta" ningún ave, porque sólo convienen para esto, aves en las que todos estos detalles estén bien comprobados. De no ser así se demuestra desconocimiento de los métodos de selección y es hacer un mal papel, que desprestigia y echa por tierra el trabajo de muchos años. Hasta que el factor blanco determinante de la aparición de alguna pluma de este color haya desaparecido por completo en dos o tres emparejadas sucesivas, tampoco deberán ser presentadas aves en las "Exposiciones de razas", 176 MUNDO A V COL pues hasta tanto que no se atienda a este requisito, serán gallinas que pondrán más que las corrientes y que darán huevos gordos, pero no tendrán el tipo de la gallina "Castellana primitiva", que es lo que, con los medios actuales de que se dispone, se está tratando de establecer. Aquí, el glosador del interesante y útil trabajo de don Enrique P. de Villaamil pone ya su punto final, pues cuantas consideraciones pudiese hacer en elogio, bien se las formularán por sí mismos nuestros lectores. Diremos únicamente que, si todos los que* dicen seleccionar lo hiciesen con la pulcritud, la constancia y la inteligencia con que lo viene haciendo el activo Director de los gallineros de la Asociación General de Ganaderos de España, pronto se verían los progresos de nuestras razas de gallinas nacionales, que, debidamente mejoradas y con la ventaja de dar huevos de mejor calidad, bien pueden llegar a ser tan buenas, si no mejores, que las más. rcDiitadas extranjeras. Por la glosa, Salvador Casteli.ó EL PICAJE Y EL CANIBALISMO Bajo el nombre de picaje, los avicultores conocen, por su desgracia, el vicio, la mala costumbre o la depravación que padecen algunas gallinas que picoteando en el plumaje de sus compañeras les van arrancando las plumas hasta dejarlas casi desnudas. Cuando, no contentándose con el arranque de las plumas, llegan a picotear en la piel o en ciertas regiones del cuerpo destruyendo tejidos o produciendo mayores daños, ya no es simple picaje, sino canibalismo. Ambas cosas son malas, y aunque debidas en realidad a causas distintas, cuando el picaje o el canibalismo se posesionan de un gallinero o de un grupo de polluelos en crianza causan graves perjuicios al avicultor. El profesor norteamericano D. C. Kennard, ocupándose de esos dos males, señala como causas de los mismos las siguientes: i;" La clausura y la tenencia de demasiadas aves en espacio muy reducido. 2. a En los polluelos, el exceso de calor en las criadoras. 3. a El exceso de luz en los departamentos de crianza. 4. " La falta de cuidado en el manejo de las polladas. 5. a El que las aves pasen hambre, o el que reciban una alimentación insuficiente. .6." El que no se retiren prontamente de las criadoras n de los gallineros las aves que tenga,)} alguna herida, o las que mueran. Con respecto a la causa 1.a, recordaremos que es cosa sabida que, donde las gallinas gozan de libertad no hay nunca picaje y mucho menos canibalismo; en cambio, donde se las tiene en rigurosa clausura, y sobre todo en reducido espacio, el picaje suele iniciarse por aburrimiento; por no saber en qué entretenerse. Empieza una gallina, como jugueteando, a picar a su vecina. Al arrancarle una pluma halla en su tubo o cañón la partícula de grasa da la piel que queda en aquél, y le toma gusto, arrancando otra. A ejemplo de ella pican también las otras, con la particularidad de que la gallina picada lo soporta y no pica a la que le picó; pero a su vez elige víctima y picotea a otra. Así, como reguero de pólvora, el picaje va contagiándose y generalizándose en el gallinero. Aun cuando los polluelos no están libres de contraer el picaje, éste es más bien peculiar de las polladas ya crecidas o de las aves adultas. En los polluelos es más frecuente el canibalismo. En todos los libros modernos de Avicultura se señalan como buena superficie, la de 10 metros cuadrados por gallina adulta, lo cual da una hectárea para 1.000 gallinas, puüiendo reducirse esa superficie a 5 metros cuadrados por cabeza, cuando se dispone de doble parque, es decir, cuando pueden tenerse las aves unas semanas en un parque y luego en otro. Con esto se evita que, la vegetación natural se agote, lo cual, proporciona distracción y actividades a las aves, no dándose lugar a que se aburran. En polladas en crecimiento, un metro cuadrado es bastante para tres cabezas, y si se trata de polluelos, el parquecito o espacio a que tengan salida debería tener una superficie que M UNDO V I C 0 L A resultare ser de 15 a- 2S centímetros cuadrados por polluelo, en tanto no tienen más de dos meses. En lo que afecta al exceso de calor en las criadoras, el picaje o el canibalismo puede tener su origen en la molestia que sienten los polluelos, como lo origina también el exceso de luz. En casas criadoras en las que sólo se permita que las bañe el sol a ratos y que haya posibilidad de obscurecer su interior, es raro que contraigan tales vicios. Cuando los polluelos se tienen en estanterías o balerías y en plena luz solar, el canibalismo es cosa corriente, y éste es'uno de los defectos que se han señalado siempre en este modernísimo sistema de crianza. De ahí que en los departamentos de baterías se mantenga el local bajo la influencia de luz rojiza o azulada, teniéndose que compensar la ausencia de los rayos ultravioletas de la luz solar, con el suministro de vitaminas D substitutivas de aquéllos en el metabolismo del ave, recurriéndose a las que van en abundancia en el aceite de hígado de bacalao. La irregularidad en el suministro de 1as comidas, tanto a los polluelos como a las gallinas adultas, las pone impacientes y nerviosas, y copio efecto de ello el picaje puede iniciarse, como puede ocurrir por las incomodidades que ocasionan a las aves los parásitos y la suciedad del piso sobre el cual caminan. No hay para qué decir si puede motivar vicios tan perversos el que los animales pasen hambre, tanto si ello es por escas'earles la comida, como si, por economía mal entendida, se le? dan alimentos poco nutritivos. La escasez de proteínas en los alimentos, inducen al animal a procurárselas, y así es como, instintivamente, las busca en la materia orgánica de las plumas, en las partículas de grasa y hasta en la gotita de sangre que frecuentemente mana de la piel al arrancarse la pluma. Cuando mana sangre de una herida el canibalismo es inmediato. Un polluelo o un ave adulta con herida en el pie, en la cabeza o en cualquier parte del cuerpo, atrae inmediatamente a las que están con ellos, que, a veces, abren brecha y llegan a matar al paciente. Si la brecha se abre en el vientre o pone al descubierto algún órgano interno, en pocos momentos se devoran. Desde que tanto se ha predicado la higiene y la limpieza en los gallineros, la buena alimentación a base de substancias proteicas de origen animal, como las harinas de carne y de pescado; desde que se han indicado como n&$^ cesarios el mucho espacio y la buena ventilación de los locales, y sobre todo, desde que impera el régimen de alimentación o racionamiento continuo, teniéndose el grano o la mezcla de harinas en comederos-tolva, y siempre al alcance así de los polluelos como de las polladas en crecimiento y de las aves adultas, mucho ha disminuido el picaje }r más todavía el canibalismo, hablándose menos de estos males, pero su peligro subsiste cuando tales cosas se descuidan. Cuando el picaje o el canibalismo se han iniciado, se impone el inmediato secuestro de los individuos viciados a los que puede intentarse la curación dándoles libertad en pleno campo. Hay que retirar también todos los individuos picados para atender a sus heridas, previo lavado con agua oxigenada y aplicándoles después un poco de alquitrán, que al mismo tiempo que cicatriza, desinfecta. Téngase siempre verdura fresca al alcance de las polladas y de las gallinas, pues picoteando en ella se distraen del vicio, caso de iniciárseles. La alfalfa, el trébol o la hierba de prado son los forrajes mejor indicados. Con ellos se forman manojos que se tienen colgados a una altura prudencial hasta que puedan alcanzarse, pero dando pequeños saltos, con lo que se tiene a las aves en continuo ejercicio. Un notable caso de canibalismo El canibalismo suele cebarse en los pies o dedos de los polluelos y en las picadas en el ano, llegándose a producir herida profunda y mortal. Kennard describe los siguientes casos por él presenciados: Uno de ellos ocurrió en gallinero de Leghorns blancas donde estaban alojadas 44 gallinas. Un día amaneció una gallina casi muerta por haber sido picada en el ano. Retirada la gallina, a las dos horas se notó un extraordinario movimiento en las gallinas, de las cuales algunas picoteaban en el ano de otras, y tres de éstas sangraban ya. Retiradas las que pudo observarse que picoteaban, así como las heridas, a las que se les aplicó pomada de alquitrán de pino, se conjuró momentáneamente el peligro. A las ya atacadas de canibalismo se les cortó la punta del pico en la mandíbula superior y se las volvió al gallinero, pero como no podían ya hacer 178 MUNDO V O la prensión de la pluma ni de la piel quedaron inofensivas. De no haberse acudido a tiempo, el desastre era inevitable. E) segundo caso se presentó en un gallinero de 38 gallinas, también Leghorn blancas. Súbitamente, vióse a una gallina picando en el plumaje de las otras, se la retiró, se le cortó el pico como en el otro caso, y se la volvió' al gallinero donde todo pareció quedar tranquila. Un mes después, apareció, un día, una gallina con el ano picado y destripado, al punto de sa-lírsele el oviducto, y estando la gallina para morir. A las tres horas había ya otras tres gallinas picadas en el ano y en condiciones de morir, y de las 38 gallinas. 17 sangraban del ano por efecto del canibalismo desarrollado en todas las aves por la vista de la sangre y atraídas por ella. En este segundo caso pudo pensarse en que, a la gallina que primero se destripó, debió sa-lírsele el oviducto, como suele ocurrir a muchas ponedoras, presentándose el caso bien conocido con el nombre de prolapso del oviducto, de suerte que bien pudo ser que fuera la presencia de égte al exterior lo que excitara a las gallinas. Aunque retirada la gallina, producida ya la excitación, empezó la furia del canibalismo en todas, lo cual demuestra que muchas veces el canibalismo no obedece a un vicio, sino a una excitación que puede producirse por un caso fortuito de prolapso o de herida. Kennard dice en uno de sus últimos escritos que, a veces, el picaje o el canibalismo se ha presentado en pollitas que se han tenido libres en pleno campo hasta que llega el momento de dar huevos y que luego se han encerrado en gallinero. Para evitar que esto ocurra, dice que son .muchos los que, antes de clausurarlas, les cortan el pico en su mandíbula superior, con lo cual quedan impedidas de picotear en las plumas y hasta de hacer la pren- sión de los granos, pero éstos se les dan molidos y comen bien de la mezcla de harinas, y beben bien. Como, si bien el pico les vuelve a crecer, tardando tres meses en tenerlo al nivel de antes, cuando esto ocurre ya están acostumbradas a la clausura y ya pasó el peligro. El picaje y el canibalismo suelen presentarse generalmente en primavera, y es precisamente cuando se manifiesta en esta estación, cuando más lo produce la presencia de algún caso de prolapso espontáneo del oviducto en gallinas que han dado gran postura. A veces puede también motivar el prolapso la puesta de huevos de gran diámetro, para cuya expulsión la gallina ha de realizar esfuerzos que dan lugar a dicho prolapso. Keimard aconseja que en abril y mayo no se alimente tan fuertemente a las pollonas que llevan ya seis u ocho meses dando huevos, porque no importa que pongan menos, ya que en tales meses los huevos están a bajo precio. Si se las deja descansar, luego vuelven x dar muchos huevos en otoño, y siendo alto su precio todo queda compensado. Para contener la puesta primaveral, basta un cambio de alimentación, pero no brusco, sino lento, en cuestión de dos o tres semanas, y sobre todo disminuir la proporción de proteína en las mezclas de granos y de harinas. En resumen diremos que, si bien el picaje y el canibalismo son graves daños que las gallinas causan al avicultor, si se procuran cortar en sus primeras manifestaciones, no son tan temibles, perd si se dejan apoderar, el canibalismo causa inmediatos destrozos y grandes pérdidas y el picaje, aunque con daño menos ■grave, se apodera de toda la población del gallinero y luego ya no hay quien lo quite. E. C. de P. JIIIIIMMMIiniMI¡ilHIIIIIHIIII!llllllllEIMIIIIH