En el conejo, la flora digestiva sintetiza grandes cantidades de vitaminas solubles en agua, principalmente en el ciego. De estas vitaminas, una parte está disponible para el organismo de conejo a través de absorción directa, pero la mayor parte se incorpora a las bacterias y se obtiene después de la ingestión de bacterias con las heces blandas o cecotrofos. De esta manera, los conejos pueden recibir vitaminas del complejo B y ácido ascórbico para el mantenimiento y la producción normal. Sin embargo, en conejos que sufren de trastornos digestivos, la producción y la ingestión de heces blandas se interrumpe. Por otra parte, cuando los conejos jóvenes reciben antibióticos no tienen la capacidad de formar una flora digestiva fuerte.

Ambas vitaminas y oligoelementos minerales juegan un papel importante en la salud de los conejos. Para conejas lactantes, la suplementación nutricionales de vitaminas y minerales traza va más allá de la corrección de posibles deficiencias, sino que están más bien orientadas a reducir al mínimo el estrés y a la optimización de la eficiencia productiva. Los radicales libres pueden ser muy perjudiciales para los sistemas biológicos. Además, los granulocitos fagocitos irrumpen en el foco respiratorio para producir radicales de oxígeno capaces de destruir los patógenos intracelulares.

Sin embargo, estos productos oxidantes pueden, a su vez, dañar las células sanas si no se eliminan. Los antioxidantes sirven para estabilizar estos radicales libres altamente reactivos, con lo que se mantiene la integridad estructural y funcional de las células. Por lo tanto, los antioxidantes son muy importantes para la defensa inmune y la salud. En los mecanismos de defensa de los tejidos contra el daño de radicales libres por lo general se incluye la vitamina C, vitamina E y β-caroteno como las principales fuentes de antioxidantes vitamínicos. Además, varias metaloenzimas también son fundamentales en la protección de los componentes internos de celulares del daño oxidativo. Tanto in vitro como en estudios in vivo demuestran que estos nutrientes generalmente mejoran diferentes aspectos de la inmunidad celular y no celular.

La función antioxidante podría, al menos en parte, mejorar la inmunidad mediante el mantenimiento de la integridad funcional y estructural de las células inmunológicas más importantes. Un sistema inmune comprometido se traduce en una menor eficiencia de producción animal a través de una mayor susceptibilidad a las enfermedades, lo que conduce a una morbilidad y mortalidad aumentadas los animales. Además de la relación entre Selenio y vitamina E, la vitamina C y β-caroteno puede potenciar la respuesta inmunitaria del animal.

Incluso se ha demostrado que la vitamina D refuerza la respuesta humoral a las vacunas y que la deficiencia de vitamina E permite que los virus benignos puedan llegar a causar enfermedad.

En el conejo, la flora digestiva sintetiza grandes cantidades de vitaminas solubles en agua, principalmente en el ciego

En cuanto a biotina, niacina y tiamina, y teniendo en cuenta su síntesis endógena en el aparato digestivo del animal, en principio no es de esperar una necesidad de suplementación para conejos o rumiantes. Sin embargo, han sido obtenidos resultados preliminares muy positivos en la prevención de las cojeras en ganado lechero con la suplementación de biotina, niacina y tiamina, mejorando la salud de los tejidos, y reduciendo la incidencia de mastitis y los problemas podales.

En los últimos años, varios autores han observado el beneficio de β-caroteno en diferentes especies animales. El β-caroteno tiene una función específica en la reproducción, intensidad y duración del celo, en las tasas de concepción, y desarrollo de los folículos ováricos. Sin embargo, otros autores no han encontrado ningún otro beneficio, aparte de su papel como una fuente de vitamina A. En el conejo, esta teoría ha sido probada por muchos investigadores, con resultados no concluyentes. En contraste con el ganado vacuno, los conejos son animales de “grasa blanca” lo que significa que no son capaces de almacenar grandes cantidades de carotenoides. Por lo tanto, el mecanismo por el cual ?-caroteno ejerce sus beneficios en conejos podría ser diferente al de la vaca y es necesaria una investigación adicional para los beneficios de la suplementación observados.

La composición química y el contenido de vitaminas de muestras de leche de conejas obtenidas en diferentes etapas durante el ciclo de lactancia han sido evaluadas. Así, la leche de coneja se caracteriza por un alto contenido de sólidos totales, grasa y alto contenido de proteína. También es rica en todas las vitaminas hidrosolubles y en vitamina A. Durante la lactación se observan algunas diferencias interesantes. Los niveles de biotina, ácido fólico, ácido nicotínico y vitamina B6 eran todos menores en el calostro que en la leche, mientras que en general las vitaminas liposolubles, vitamina A y E, fueron mayores. Los niveles de ácido pantoténico y riboflavina son variables y no pueden establecerse tendencias durante la lactación.

La mejora de rendimiento de los animales, sobre todo para los animales criados intensivamente, es el principal objetivo para lograr la sostenibilidad y la rentabilidad económica de esta actividad. Vitaminas, oligoelementos minerales y aditivos tales como enzimas, conservantes, aromas, probióticos, prebióticos, ácidos orgánicos y aglomerantes son de gran importancia, ya que la salud y el rendimiento de los animales se encuentran en un equilibrio estable y multifactorial en el que la alimentación juega un papel esencial.